El entrenamiento que Noel Noa nos tiene preparado de cara al primer partido de la Liga Neo Egoísta no es ni de cerca parecido al que hemos tenido hasta ahora. Se nota que, en la primera fase, nos movíamos por nuestra cuenta con los conocimientos que arrastrábamos de nuestros equipos o rutina. Él... Él juega a otro nivel, y nos lo demuestra cada día.
Creo que empiezo a odiarle, incluso, porque me falta el aire al final de la jornada... y eso que solo llevamos tres. El encuentro es en menos de diez días, al menos no esperaba que estuviéramos a punto en apenas uno o dos, pero... Joder. Los jugadores del Bastard München están a años luz de nosotros, y me jode reconocerlo.
En especial, Michael Kaiser.
—Eres escurridizo —me dice, después de que le haya intentado regatear en un tres contra tres que hemos hecho, y en el cual no he conseguido irme de él ni una vez—. Aunque, me temo que te falta velocidad. —Que sea capaz de reírse de mí con tanta facilidad en pleno duelo, me enerva. Yo no puedo ni respirar—. Te falta vaselina.
Y, acto seguido, él se escurre entre mi cuerpo y el de Hiori (uno de mis compañeros en este duelo a tres) como si estuviera bañado en ella y al suelo le faltara agarre.
Juro que no he visto una cosa igual.
Mi compañero y yo nos miramos, frustrados y molestos porque el muy imbécil ha vuelto a ver venir nuestra jugada y, sin necesidad de ayuda, se ha filtrado entre los dos para irse con el balón y marcar. Ni siquiera sé cómo está el marcador, solo que, vamos perdiendo.
Creo que el único duelo en el que ha ganado el grupo de Blue Lock ha sido el que ha tenido a Kunigami en sus filas. Hasta ahora, y a pesar de que llevamos apenas tres días entrenando con ellos, es el único capaz de estar a su altura.
Me repatea. Lo detesto, aunque yo mismo haya subido ocho puestos en el ranking y esté más cerca de formar parte del once. A mi pesar, preveo que no lo haré para el encuentro contra nuestro primer rival: el Barcha de España. ¿Bachira lo está pasando tan mal como yo? ¿Se ve un fracaso a diario por culpa de algún compañero engreído?
Porque, por mi parte al menos, sigo queriendo reventarle la cabeza a Kaiser con un balón. Uno de esos que usaban antaño en Europa, cuando el fútbol aún era rudimentario, con costuras y cuero. Lo que sea con tal de borrar su dichosa sonrisa de la cara.
—Déjalo estar —me recomienda Hiori cuando acabamos el encuentro.
Ni siquiera soy consciente de que me he lanzado a por él tras el último recorte, ya con la bocina anunciando el final. Me ha salido de forma natural; odio que se haya entretenido más de la cuenta en solo marearme, como un adulto experimentado provocando la rabieta de un niño que solo quiere divertirse.
Salvo que yo no he venido aquí a pasarlo bien, sino a convertirme en el mejor delantero del mundo. Y, bueno, que tampoco soy un niño, pero eso era obvio.
A pesar de que mi comportamiento dé que pensar.
—Solo quiero partirle las piernas, ¿es muy grave? —le pregunto a mis compañeros de camino al vestuario.
Como siempre, los del Bastard München van por su lado y se duchan antes que nosotros. Parece que temen contagiarse... o que nos contagiemos nosotros de ellos.
—No, no lo es —me tranquiliza Kurona—, pero, nos viene bien. —Como si echara por tierra un plan formal, lo miro con el ceño fruncido—. Estamos en una liga, Isagi. Le odiemos o no, es el mejor del equipo con diferencia... Lo necesitamos para ganar a los demás.
—No —digo yo esta vez—. No necesitamos a nadie. Menos aún a él.
—Vale, pero no le rompas las piernas —insiste, esta vez Gagamaru—. Si lo haces, lo perdemos a él y también a ti en cuanto Ego te sancione.
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Tu golpe de suerte
Fanfiction(cap 149) Tras la victoria del once de Blue Lock a la sub 20 japonesa, Rin Itoshi se enfrenta a un rival con el que no contaba al principio del encuentro: Yoichi Isagi. Su hermano Sae, hasta ese instante su principal enemigo, se ha marchado del camp...