Capitulo 3

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- Señor ya tenemos listo el carro como lo ordeno. - dice un hombre tímidamente a su señor

- Bien. Ahora vete y sigue con tu trabajo -

- Sí, señor. - Y se fue lo más rápido posible de la sala donde su señor estaba desayunando

Nerón, esa mañana despertó con el presentimiento de que algo bueno le pasaría, así que decidió dar un paseo por el pueblo y de paso, comprar algunos esclavos.

El clima estaba frio y con probabilidades de lluvia y esos eran los días preferidos de Nerón.

Termino de desayunar, se levantó y fue a su habitación para buscar dinero. Al levantarse de la mesa inmediatamente entraron 3 sirvientas que recogieron todo lo que su señor había ocupado, sabían que si no hacían su trabajo lo más rápido y mejor posible, Él las iba a castigar sin piedad.

Teniendo el dinero listo fue hacia la salida de su casa y, al salir, ve a su caballo ya listo y preparado para su paseo por el pueblo y a sus 2 sirvientes que esperaban por él para acompañarlo.

- Bien, vamos a ver qué cosas nuevas hay en el pueblo.- y partió rumbo hacia el pueblo junto con sus dos acompañantes.



○•○•○



- ¡Melissa! Vé al pueblo así cambias esta gallina por dinero.- dice la madre de Melissa mientras se acerca con la gallina en brazos.

- Pero madre si vendemos esa gallina solamente nos vamos a quedar con tres.- dice mientras toma a la gallina en sus brazos

- Lo se hija, pero no nos queda más dinero y tenemos que comprar pan y pagar las cuentas que tu padre no pago antes de irse, y sabes que si no pagamos esas cuentas nos van a quitar nuestra casa.- dice triste recordando al padre de Melissa.

- Tienes razón. Bueno, entonces voy al pueblo a vender esta gallina.- dice mientras le da una pequeña sonrisa a su mamá, nunca le gusto verla triste. Se va hacia la puerta y se despide de su mama. - Me voy madre, bien consiga vender la gallina vengo a casa.-

- Bueno hija, cuídate.- le dice a su hija mientras la ve salir.

Y así Melissa se dirige al pueblo para vender la gallina.

Hoy, cuando se despertaba, Melissa tubo un presentimiento que le decía que debía tener cuidado, pero trato de no darle mucha importancia.

- ¡Ah! ¡hace mucho frio! - pensaba mientras caminaba tranquilamente- ayer el clima estuvo cálido, ¿porqué hoy hace tanto frio? ... bueno, la naturaleza es así... Mejor me apuro, parece que va a llover.

Al llegar al pueblo fue de tienda en tienda ofertando la gallina, poniendo su mejor esfuerzo para poder venderla. Esperaba poder encontrar un comprador que le ofrezca un buen precio, por que realmente necesitaba las monedas.






Nerón llegó al pueblo y las personas abrían paso para que el pasara. Las mujeres se le quedaban mirando con miedo pero a la vez con deseo al ser tan guapo, los hombres lo veían con admiración y envidia al ser la persona con más dinero y poder en el pueblo.

Pasaba por tiendas y no había nada que le llamase la atención, así que decidió dirigirse al centro del pueblo donde se realizan las ventas de esclavos.

Al llegar vio que todavía había varios esclavos sin vender.
En el centro del circulo que se había formado para ofertarlos se paró un hombre con rasgos fuertes, alto y con apariencia de matón, tomo del brazo a una muchacha y empezó a ofertarla.

- Esta mujer, joven, bonita, bien criada y sumisa. Puede realizar cualquier trabajo. ¡¿Cuanto ofrecen por ella?! .- Gritó el hombre mientras levantaba a la mujer y mostraba su rostro al público.

Los hombres al ver la jovencita empezaron a tirar precios y a ver cuál de ellos se quedaría con ella. Nerón, que todavía seguía montado en su caballo, bajo de este y decidió acercarse más al círculo para ver mejor a los esclavos.



Paso el tiempo y Nerón no había comprado ningún esclavo, ya que ninguno le llamaba la atención. De pronto se empezó a escuchar ruidos de truenos y comenzó a llover.

- Señor, será mejor que nos vallamos. Se vé que va a llover muy fuerte.- le dice uno de sus acompañantes.

- Si, vamos. - fue hasta su caballo, subió en el y partió rumbo hacia su casa.

Nerón al ver que la lluvia iba haciéndose cada vez más fuerte empezó a apresurar su paso, pero cuando iba por el camino, al frente se le cruza una persona haciendo que su caballo se asustara y se pare en sus patas traseras .

- ¡Oye! ¡¿Acaso eres ciega?! ¡¿Por qué mierda te cruzas por el camino?!.- grito más que enojado Nerón a la mujer que estaba tirada en el piso la cual se había caído por el susto que dio cuando vio al caballo, pero al escuchar el grito y la voz imponente de ese hombre, empezó a temblar del miedo. - ¡Contestame mujer!

La única respuesta que obtuvo fue la del fuerte ruido del viento y la lluvia golpeando el suelo.

- Me hartaste. - Nerón bajo del caballo hecho un demonio. Camino hacia la mujer, la tomó fuertemente del brazo y la levanta del piso.

- ¡Ay! ¡Me lástima! ¡Suélteme! - Gritó la joven con dolor y miedo.

- ¡Callate!.- Gritó él, tomo el mentón de la mujer y levanto su rostro para poder verla bien.


Nerón al ver el rostro de aquella joven se quedó impactado... era simplemente hermosa, como un ángel: Su pelo largo majado por la lluvia, el cual se le pagaba en la cara, hacía que se viera más hermosa de lo que ya era. Sus hermosos labios mojados por las gotas de lluvia daban ganas de besarlos sin descanso y lo más hermoso, sus ojos, tan bellos y grandes, que en ese momento, lo miraban con miedo. Nerón se quedó un rato apreciando la belleza de esa joven y se pedio pensando en lo hermoso que sería tener a esa joven en su lecho, solo para él.

- Emn, o-oiga señor, por favor, suélteme.- decía la joven mientras temblaba del miedo.

- Que voz más dulce... como me gustaría escucharla gritar del placer.- pensaba Nerón mientas la veía. - ¿Cómo te llamas?. - pregunto con voz fuerte y firme.

- ¿Por- porqué me pregunta eso? Por favor déjeme señor .

- ¡Respóndeme! . - exclamaba eufórico  mientras apretaba aún más su brazo.

- ¡Ay! ¡Suélteme por favor! Me lástima .- pedía mientras trata de librar su brazo.

- ¡Dime tu nombre ! . -  Gritó mientras la toma el cuello y comienza a apretarlo.

- ¡Ah!... Me-Melissa ... su-suélteme ...- rogaba Melissa al sentir que le faltaba el aire.

- Melissa ... lindo nombre . Va con ella .- pensaba él .- Con que Melissa, ¿eh?. No fue tan difícil decirlo, ¿no? .- y la suelta. Melissa cae de rodillas al suelo tosiendo y tratando de recuperar el aire que perdió

- Usted... usted es un demonio- le decía Melissa cuando se logró recuperar.

- Con que soy un demonio...- Nerón empezó a reír y al terminar mostro una sonrisa de la más malvada y siniestra que Melissa haya visto en su vida. - Si yo soy un demonio, entonces bienvenida al infierno....

Amor o deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora