Capítulo 21

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Vio que su reacción después de haber dicho esas palabras fue la de temblar con aún más fuerza. Eso le parecío un poco extraño, que reaccionará de ese modo, pero pensó que, solo el hecho de saber que Nerón Aurelius te persigue es suficiente razón como para temer por tu vida, así que encontró su actitud un poco entendible.

Avanzó a pasos lentos hacía ella, su caballo mantenía su mirada fija en él, pero no se alejaba de la muchacha que no se atrevía a dar la vuelta para poder ver quién era aquel hombre que comenzaba a acercarse hacía ella.

Una vez que Argus quedó detrás de ella, alzó su mano para posarla suave en su hombro. Melissa, mientras mantenía sus ojos cerrados con fuerza, los abrió de golpe al sentir aquel contactó. Se sobresalto, ya que no esperaba eso, y lo que la sorprendió aun más fue que ese tacto fue suave y sin ninguna mala intención, cosa que nunca se espero de aquél ser que la mantuvo encerrada en aquél infierno.Eso la llevó a pensar en que, tal vez, la persona que estaba detrás suyo no era quién pensaba, pero entonces ¿quien podría ser? ... Solo había una forma de averiguarlo.

Decidida, comenzó a girar lentamente con su corazón latiendo a mil, sintió como esa mano libraba su hombro para permitirle girar mejor.
Argus no podía despegar su vista de la pequeña muchacha que estaba girando lentamente para quedar frente a él, queria ver su reacción, esperaba que ella se acuerde de él.

Cuando Melissa quedó frente a él, elevó su mirada y sintió como su corazón se detuvo unos segundos para luego comenzar a latir con fuerza.

Sus ojos se abriron grandes al ver a aquél soldado que conocio al día siguiente que escapó, aquel soldado que la dejó la dejó ir y que, antes de irse, le había dedicado la sonrisa más sincera que había visitó durante mucho tiempo. Esperaba cualquier cosa, cualquier persona, todo, menos encontrarse nuevamente con esos hermosos y profundos ojos color avellana.

Estaban tan cerca, que Melissa podía ver perfectamente cada parte de su rostro, cosa que no pudo ver la primera vez que lo vio, ya que ese día estaba concentrada en huir, pero ahora, la situación era distinta, y lo tenía tan cerca, que sintió sus cachetes arder por tal cercanía.

Argus no era distinto a ella, ya que también sentía como su corazón bombeaba rápidamente al tener de frente a aquella bella muchacha. Observó sus grandes y hermosos ojos marrones brillar contra la luz del sol, tenerla de frente,le permitía verla aun mejor. Su mirada viajó a esos hermosos labios rosados los cuales se mostraban un poco abiertos, seguramente por la sorpresa que se llevó al verlo, si es que lo recordaba.
Sus ojos no podían dejar de observarla, su mirada estaba fija en ella admirando su belleza. Vio como sus cachetes comenzaban a tornarse de un rosado intenso resaltando su hermoso tono de piel, pensó que talvez su mirada comenzaba a molestarla, pero no podía evitarla matener su mirada puesta completamente en ella.
Por su parte, Melissa estaba lejos de sentirse molesta con la mirada de Argus, mas bien se sentía avergonzada, tenía miedo de no parecer atractiva frente a los ojos de él, pero dejo de lado esos pensamientos, y se dejó llevar por las nuevas sensaciones que comenzaba a sentir por el simple hecho de estar parada frente a él.

Los segundos pasaban, ellos seguían sin despegar mirada, hasta que un pensamiento se apodero de la mente de Melissa ... "El es uno de los hombres de aquel demonio"... Sus ojos se abrieron de más al reconocer esas palabras. Él era un soldado de aquél ser que la mantuvo encerrada haciendola pasar el peor de los infieronos, acaso... ¿él había venido a buscarla por ordenes de aquel demonio? ¿acaso esta vez iba a entregarla? No podía permitir tal cosa,no después de haberse arriesgando tanto al escapar. Talvez no logre librarse de esa situación, pero si de algo estaba segura, era que no iba a dejárselo tan fácil, lucharía por su libertad.

Amor o deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora