- Melissa, te traje algunos alimentos.- informó Eirene mientras se acercaba a Melissa con un pequeña charola con muy pocos alimentos.- No es mucho ya que el Señor Nerón dio la orden que solo pueden servirte esta cantidad, perdón.- dijo molesta por no poder hacer nada contra esa ridícula orden, ella sabia que Melissa debía recuperar fuerzas pero con el poco alimento que le daban era una tarea difícil, pero hay que pensar en positivo, agradecía que aquel demonio por lo menos le permita llevarle algo de comida.
- ¿Nerón? .- dijo extrañada Melissa, primera vez que escuchaba ese nombre, pero por lo que le decía Eirene suponía que ya sabia de quien era ese nombre.
- Acaso... ¿no sabías cuál era el nombre de aquel hombre? .- ahora que recordaba ella nunca le había mencionado el nombre de aquel, solo lo llamaba por ''ese demonio'' o ''ese hombre'' o algo asi.
- No, no lo sabia, tu nunca habías mencionado su nombre y el nunca se ocupo en decírmelo... supongo que pensó que no era necesario, desde un comienzo tenia planeado el dejarme aquí encerrada.- se podía notar la tristeza en los ojos de Melissa lo cual era cada vez mas notorio, el hermoso brillo en sus ojos cada vez iba apagándose mas , necesitaba salir de ahí lo mas antes posible.
- Pues , para mi es mejor que no sepas su nombre, por que uno llama por el nombre a la persona que quiere o respeta, en cambio el , no se merece tener un nombre , así que lo correcto es llamarlo ''ese demonio'' ... ¿no crees? .- pregunto dándole una simple sonrisa a la pequeña Melissa, la cual le respondió con una dulce risita.
- Tienes razón... gracias , Eirene .- se levanto de su cama para poder darle un calido abrazo a lo cual Eirene respondio con gusto dejando la charola sobre la cama.
- Bueno , ahora tienes que comer, ¡mira lo delgada que estas! A veces creo que es mi culpa por no poder traerte mas alimientos .- dijo sintiendose mal .
- No, no te sientas mal, tú no tienes la culpa de nada, es mas , tú eres el angel que cuidó y cuida de mi, sin ti ni siquiera estaria viva .- esas palabras llegaron a lo mas profundo del corazon de Eirene haciendo que a cada segundo que pasaba junto a Melissa sentia que la queria mas y mas.
- Oh, pequeña, voy a cuidarte todo lo que pueda, hare lo que este a mi alcanze para poder ayudarte a escapar de este infierno, te lo prometo.- Melissa, sin poder evitarlo, abrazo a Eirene mientras trataba de contener sus lagrimas.
- Gracias, gracias por todo Eirene.- dijo con vos quebrada.
- No tienes que agradecer nada.- se separaron y esta le sonrio tiernamiente.- Bueno, ahora come por que mas tarde tenemos que planear tu huida.- al momento en que escucho eso, Melissa tomo una fruta de la charola comenzado a comer con ganas.
- Ed mi fluta favorita.- dijo con los cachetes inflados de comida por que no podia hablar bien.
- Primero traga y despues habla.- le dijo mientras reia al ver la carita de Melissa con los cachetes inflados, penso que parecia una tierna ardillita.
- Es mi fruta favorita.- contesto despues de tragar lo que tenia para despues reir junto con Eirene.
Paso un rato hasta que Melissa terminara de comer, cuando termino, Eirene le dijo que descansara un poco mas, tenia que tener fuerza para poder escapar, y sin mas, Melissa se acosto y a los segundos, quedo dormida.
Eirene penso en aprovechar ese tiempo para poder allar alguna via de escape, necesitaba encontrar una lo mas pronto posible.Llevaba aproximadamente tres horas tratando de encontrar alguna salida que este disponible, recorrio todo el palacio tratando de ser lo mas discreta posible, haciendo parecer que estaba paseando y conociendo el palacio.
El tiempo que estuvo buscando no habian servido de nada, ya que no habia salida que no este vigilada por los guardias, y por mas que pensara en alguna forma de distracción, era muy arriesgado, no podian ser vistas por nadie si no el castigo seria muy grande, y no queria volver a ver heridas en la piel de Melissa, ella no merecia ningun tipo de castigo.
Penso en lo poligroso que era la situación y decidio volver con Melissa, se sentia mal por no haber encontrado una salida, y es que era casi imposible hallar una salida.
Desilucionada, tomo una antorcha y se dirigió a los pasillos oscuros y silenciosos para ir con Melissa, no sabia como iba a decirle aquella mala noticia, no queria volver a ver tristesa en sus ojos.
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Amor o deseo
Lãng mạnRegión de Campania - Pompeya Siglo I a.C. Esta historia que se sitúa en Pompeya, una cuidad de Napoles. Trata sobre una hermosa chica, humilde, sencilla, alegre , con muchos problemas familiares pero ella siempre trataba de buscar la solución a eso...