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Cuándo bajé, lo ví sentado en su sofá leyendo un libro.

Aquellos lentes lo hacían verse tan elegante y bien.

Y cómo levantaba la cabeza para mirarlo.

—¿Qué hace Minho? –Preguntó con curiosidad, a lo que Felix se puso nervioso por cómo lo miraba fijamente.

Vaya, la vida lo detestaba.

—Salió para ir a ver a su novio JiSung –Confesó Felix, a lo que Chan alzó las cejas.

—¿Seguro? No lo ví –Preguntó y Felix asintió tímidamente.

¿por qué la vida los quería siempre dejar solos a ambos?

—Ya es tarde, ¿Quieres que te llevé a casa? ¿o prefieres irte en autobús?

Felix estaba por negarse y decir que prefería el autobús cuándo vieron cómo las luces se iban.

¿Pero qué?

Felix prendió la luz de su teléfono y Chan se levantó algo enfadado.

Una vez que se iba la luz, tardaban cómo dos días en arreglarla.

—Te llevaré a casa –Dijó sin más, pero Felix se negó rotundamente.

—Bueno –Aceptó mientras abría su cartera y sacaba un par de billetes.

Demasiados de los que necesitaba.

—N-No, en verdad, tengo dinero en mi mochila

—Está bien, tomalos, por hacerte venir hasta aquí –Replicó pero Felix no los tomaría.

—Bien, entonces te llevaré a tú casa –Habló Chan en cuánto sacaba sus llaves de su bolso que estaba en el sofá.

Felix quería golpearse en la pared.

¡PERO QUE NECIO ERA ÉSE HOMBRE!

Cuándo salieron, Chan no se molestó ni en cerrar su departamento, parecía no importale sí entraban a robarle.

—¿No cerrará la puerta? –Preguntó Felix frunciendo el ceño sin entender realmente qué pasaba por la mente del adulto.

—No, así déjala –Contestó encogiéndose de hombros y abriendo la puerta de su auto blanco última marca.

Felix sólo caminó hasta su auto algo desconcertado.

¡Estaba loco!

No era una persona normal.

Cuándo entro a su auto, sintió el aire frío que producía el auto combinado con el olor a alfa que Chan desprendía.

Dios..

Quería quedarse en ése auto para siempre.

El auto empezó a andar y no pudo evitar mirar las manos de él.

Blanquecinas con las venas sobresalientes, sus tatuajes hacían que algo en él se encendiera.

¡Pero qué estaba diciendo!

Ése auto le daban unas vibras bien extrañas.

Se desconocía.

Ahora estaba seguro de que estaba completamente rojo.

Sabía que cuando le contará a Jeongin, éste diría que se lo hubiera dado.

Vaya, todos sus amigos eran mala influencia.

Pudo oler las feromonas de ambos fucionarse una con otra.

Olía tan bien.

—Oye.., Felix. Sé que es tarde y que tús padres podrían enfadarse pero.., ¿no te gustaría ir a la playa? –Sugirió pensativo aún conduciendo con su mirada a la carretera.

—¿No es muy tarde? –Pregunté y Chan pareció vacilar muy bien lo que anteriormente dijó.

—Pásame tú teléfono, hablaré con tus padres para que podamos ir a la playa –Ordenó más convencido de lo que estaba diciendo.

Sentí cómo una ola de electricidad pasaba por mi cuerpo.

Mi cuerpo tardó en reaccionar, aún que finalmente le entregué mi teléfono.

Dos tonos sonaron para que la voz de mi madre contestará.

—Buenas noches, ¿habló con la Señora Lee? –Comunicó y pude alcanzar a escuchar cómo mi madre decía que sí.

—Soy su amigo Hyunjin, y le llamaba para saber sí le daba permiso de quedarse en mi casa para ver películas –Mintió y yo abrí demasiados mis ojos por la sorpresa.

—¿Hyunjin? Claro que sí, espero que pronto vengas a vernos y estoy segura de que lo cuidarás bien Jinnie –Contestó y finalmente dieron por terminada la conversación, devolviendome mi teléfono.

¿Pero qué acababa de ocurrir?

—Todo da a qué tú mamá ama a tu amigo Hyunjin –Comentó sonando algo..¿molesto?

—Ella quiere que salga con él, para ella es un gran chico –Expresé, haciéndolo enojar aún más.

Pronto, las feromonas de su alfa se volvieron amargas.

Su atrayente aroma a vino era ácido, picaba.

Por lo que el se percató y abrió la ventana.

—Lo siento, yo- no sé que me pasa éstos últimos meses –Admitió.

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Bajé del carro mientras él pagaba el restaurante que conectaba con la playa.

Me asusté cuando ví a mi alrededor, notando enseguida que todo el lugar se veía lujoso.

Voltee a verlo, se notaba que estaba contento con sólo verme.

Me sonroje por ello, pensando en que tan vergonzoso sería que me viera de tal forma.

Nos sentamos en una mesa alejada de la multitud.

Todos se veían que eran de una clase alta cómo la de Chan.

Realmente quería saber la razón por la que Minho iba a una preparatoria abierta y no una de su clase.

Si bien no era una preparatoria de gobierno, tampoco era la más nais, simplemente la terminaríamos en tiempo cortó.

—¿Qué quieres comer, Lix? –Preguntó revisando el menú.

—Cualquier cosa está bien, Channie –Expresé, arrepintiendome de inmediato de lo que había dicho.

La conversación en nuestra mesa se había puesto silenciosa, asustando me el doble.

Y me ponía nervioso que sólo estuviera observandome fijamente.

—No te preocupes –Enunció después de una larga pausa volviendo a poner toda su atención al menú. –Puedes comenzar a llamarme así sí prefieres

Sonreí apenado, pensando en lo que Jeongin me diría sí llegó a contarle TODO lo que estaba pasando entre ambos. O al menos así pensaba Felix.

Mientras tanto, Chan había notado las pequeñas manías que tenía el pelinaranja.

Le gustaba sonreír cuándo estaba apenado, hacía pucheros cuándo estaba triste y amaba correr mucho.

Todo daba a que debería dejarlo libre, debía salir con alguien de su edad, un alfa jóven cómo Hyunjin.

Él ya era demasiado adulto para él, prefería estar en casa que a salir a fiestas.

Nada con Felix funcionaría, pero lo mantendría cerca por el bien de ambos.

Por sus lobos.

Además, se negaba a salir con un beta.

No. Jamás saldría con un beta.

Beta que era amigo de su hijo y probablemente menor de edad.

Pronto cumpliría los 30 y mejor debería ponerse a pensar en una relación estable.

Una que no fuera cómo la que tuvo con Momo o el padre de Minho.

Y una que no fuera cómo la que le exigía su estúpido lobo.

Is Not Correct _Chanlix_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora