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Cuándo salieron, lo primero que vieron fue a Jackson coqueteando con Momo a lo lejos, en la sala de la segunda planta.

Felix frunció el ceño y volteó a ver a Chan, éste sólo estaba inexpresivo.

Por una parte, sabía que ninguno de los dos sabía del otro, pero vaya que igual se sentía traicionado.

Y aún más por Momo, que ella en verdad lo estaba engañando.

Respiró, le costaba hacerlo pero era una etapa difícil de su vida y debía afrontarla cómo el adulto que era.

Caminó a ellos, siendo seguido por Felix, éste estaba curioso y de igual adolorido que Chan pero intentaría hacerlo sentir mejor, sacarle una sonrisita de ésas que lo caracterizaba.

—Jacksoon, te presentó a Momo, mi ex pareja –Demandó autoriatamente, a lo que Jacksoon abrió cómo platos los ojos y se alejó de jalón de los labios de Momo.

Momo se quedó pensando en sus anteriores palabras, dificultandosele por estar aturdida con la música y bebidas que consumió.

—Chris, no.., yo te amo, me equivoqué, lo sé, pero sí me das una segunda oportunidad, te juro que- –Soltó angustiada.

Su plan se había ido abajo.

¿Y cuál era el plan? Muy simple, engañar a Chan con que el hijo que ella espera era suyo.

Pero vaya que su truquito no funcionó.

Chan negó y siguió caminando, Momo comenzó a perseguirlo hasta la primera planta, tratando de enmendar lo que ella misma provocó.

En tanto, Felix no sabía sí seguir tras Chan o ya no.

Hizo una mueca, cuándo sintió cómo lo tomaban de la cintura.

Se extraño por ello hasta ver la sonrisa de Hyunjin se tranquilizó.

Aún que él no quería tener la atención de Hyunjin, sino del hombre que tenía todas las miradas de la fiesta y estaba siendo acosado por su ex pareja.

El pelinegro lo tomó de la mano y lo llevó a la otra planta para seguir bailando.

—¿No estabas castigado? –Preguntó curioso Felix, a lo que Hyunjin río con gracia.

—Era mentira, mamá no me llamó ni mucho menos estoy castigado sin poder verte. Supongo que era para poner distancia entre ambos, ya sabés, era una escena muy explícita para el viejo –Pensaba Hyunjin pero Felix se quedó pensando aquello.

El pelinaranja fijo su vista en el adulto pelirubio, a lenguas se daba cuenta de que  estaban peleando, al parecer Chris estaba enfadado y Momo sólo lo tomaba del brazo para impedir que se fuera.

No pudo seguir viendo porque toda su concentración fue arrebatada por el beso que le dió Hyunjin.

No sabía sí corresponder o alejarlo.

¿Estaba bien lo que hacía?

¿Le estaba gustando o simplemente se había quedado tieso?

Finalmente se decidió por alejarlo, no estaba enamorado de Hyunjin y no iba a jugar con sus sentimientos.

—Lo siento Hyunjin, pero no –Negó y el pelinegro se quedó sin palabras.

Ignoró lo que estaba por decir y lo dejo solo, no quería insultos o el porqué, sencillamente se largó de ahí mientras buscaba a Chan y a Momo.

Los encontró, o bueno, únicamente estaba Momo sentada mandando mensajes, suponía.

Fue jalado del brazo, rodó los ojos por ello. —Hyunjin, no estoy enamorado de ti, por favor déjame tranquilo –Murmuró, sin querer sonar molesto.

—¿Hyunjin? ¿estabas con él? –Preguntó el pelirubio, frunciendo el ceño regresando a estar enojado.

Si, a éstos términos ya estaba siendo controlado por su lobo el 90%.

—Eh, yo no estaba-

—Vamos, te llevaré a tú casa, ya es tarde. Yo creo que Minho sabe irse solo, parece que van a éste tipo de fiestas seguidamente –Comentó interrumpiendolo mientras reía mostrando sus oyuelitos.

Cómo sino acabarán de serle infiel.

Sin embargo Felix solamente asintió y ambos salieron hasta el estacionamiento.

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Se detuvo en el semáforo, y aprovechó para voltear a mirar a Felix.

Éste estaba viendo por la ventana, movía nerviosamente sus manos y olfateaba mucho el aire.

Frunció el ceño por ésto, hasta que lo notó.

Era un adolescente hormonal estando encerrado con él en su auto.

También se daba cuenta que miraba mucho sus blanquecinos brazos, los cuales estaban llenos de tatuajes y venas.

Sin embargo optó por iniciar un tema de conversación y abrir las ventanas con el botón.

—¿Quieres un teléfono nuevo? Tú celular se ve algo viejo.. –Comentó Chan, sin querer sonar grosero.

—¿Cómo? Eh, no, no. Mi teléfono aún funciona apesar de los años –Negó Felix, sonriendo para hacerlo sentir mejor.

—¿Cuántos años tiene?

—¿El teléfono? Ah-, estem, cuatro años y medio.. –Expusó algo avergonzado.

Chan sonrío por la pena de éste, era demasiado adorable.

Continuó conduciendo, hasta dar la vuelta a la segunda ruta.

—M-mi casa queda por allá –Dijó algo perdido Felix, hasta que finalmente cayó en cuenta.

Una gran tienda de ricos, aquella de la cual tienen que tener tarjeta pagada y comprobar que ganan cierta cantidad de dinero.

Eran las 4am, ¿En verdad estaba abierta las 24horas?

—No es necesario, en verdad, no quiero molestar, realmente aún sirve, miré –Balbuceó inseguro, prendiendo su teléfono el cuál estaba todo quebrado de la pantalla y se trataba con sólo poner la contraseña.

Se maldijo y avergonzó por ello.

Chan río y sintió cómo su mundo se desmoronaba por la pena.

—No te preocupes, no me molesta comprarte un teléfono, ahora baja para que lo escogas y te lo configuren –Sentenció, a lo que Felix se quedó quieto en su lugar.

Negaba a bajar y dejar que le compraran un teléfono.

Nisiquiera era tan amigo de Minho para merecer o aceptar algo así.

—Baja Lix, no te estoy preguntando –Mandó y el pelinaranja hizo una mueca mientras bajaba del auto.

Is Not Correct _Chanlix_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora