La castaña observó cómo Lisa subía las escaleras hacia el avión agitando su mano con una sonrisa despidiéndose de las personas que habían asistido, la mayoría periodistas.
—Majestad, es hora de partir -uno de los hombres que eran parte de su grupo de guardaespaldas.
Subió al auto, y a través del vidrio ya empañado observó el gran avión, no pudo dejar de pensar en la actitud de Lisa, no solo por el hecho de haber recibido una muestra de afecto tan pequeña, quitándose esa idea de la cabeza, pensó que tal vez era porque habían muchas personas presentes y no quería faltarle el respeto a ella.
Pero lo que más le causaba una extraña sensación en su pecho, era la mención de la tal Bae Joo-hyun, aquel nombre se le hacía conocido, tratando de recordar de dónde había escuchado de ella, el flash de las cámaras traspasaba el vidrio hasta que el auto se puso en movimiento saliendo de la pista.
Un recuerdo le llegó a su mente, ahora sabía con exactitud quién era aquella chica, también recordando que la tuvo a su lado la noche en que se anunció su compromiso con Lisa.
Bae Joo-hyun, era la ex novia de Lisa.
Aquella vez en que se revelaron que la princesa salía con Joo-hyun la recordaba muy bien, fue una noticia que impresionó a todos, al igual cuando se reveló que había terminado, pero aun así se rumoreaba que habían regresado o que simplemente nunca habían terminado.
Jennie no sabía que pensar en ese momento, sintió una opresión en el pecho que la ahogaba, su respiración le quemaba al inhalar y sus ojos comenzaban a arder.
—Princesa, ¿se encuentra bien? -su chófer le pregunto preocupado mirándola a través del retrovisor.
—Sí, estoy bien -ante el asentimiento del hombre continuó viendo las gotas de lluvia caer sobre la ventana del auto perdiéndose en sus pensamientos.
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—No serán una sesión, ni mucho menos dos, lo que un recién llegado a la familia real debe aprender apenas se cubriría en veinte sesiones -la voz de la mujer quien ahora era su tutora era amable pero a la vez demostraba su liderazgo la hablar -.Lo que no logro entender es porque si eres hija de un duque no conoces el protocolo real.
—Bueno -sonrojada la castaña bajó su mirada a sus manos -, mi padre no lo vio necesario, así que se enfocó más en mi hermano -explico avergonzada.
—Ya veo -la mujer ya mayor tomó asiento frente a Jennie -. Por ello debo ser exigente contigo, porque no puedes darte el lujo de fallar, así que dividiré las dicciones en tres áreas distintas -informo -primera historia, la historia de la familia real, la corte, palacios, las casas y su gente, segunda, comportamiento, que vestir, como y donde sentarse, cuando abrir la boca y lo más importante, que decir y por último, las importantes reglas de vida o muerte, si te equivocas en una de ellas no estarás en problemas, si no muerta -le advirtió, la castaña solo jugo con sus manos asintiendo a todo lo que se le decía.
