La princesa caminaba con paso ligero por los pasillos del castillo, sosteniendo en sus brazos a su precioso hijo recién nacido.Al llegar a las puertas imponentes del palacio, los sirvientes la recibieron con una reverencia, pero sus miradas vacías revelaban la falta de conocimiento sobre el paradero de la princesa.
Con su hijo en brazos, avanzó por los pasillos, preguntando discretamente por Manobal. Quería que la pelinegra conozca a su hijo, pero claramente sentía que Lalisa no tenía interés en ello, nunca apareció en el hospital, y ahora no estaba a su espera, y conocer a su hijo.
Finalmente, llegó a la habitación. La puerta se abrió con suavidad, y al adentrarse, la cuna del bebé se convirtió en el epicentro de la escena. La castaña depositó con delicadeza a su hijo en la cuna, sus ojos aún buscando la figura familiar de la pelinegra.
La espera se tornó eterna, en un acto de resignación temporal, se sentó junto a la cuna, acariciando la mejilla del pequeño heredero con suavidad mientras sus pensamientos se perdían en la incertidumbre.
—De todo esto, tu eres lo más lindo que me ha pasado, mi pequeño Jae Hee —susurro, tomando la pequeña mano de su hijo, ahora más que nunca, su bebé era lo más importante y valioso que poseía.
Ingreso a la habitación con pasos sigilosos, consciente de la delicadeza que requería el momento. La tenue luz de la luna revelaba la figura de la castaña, profundamente dormida en la cama, mientras la cuna del recién nacido permanecía iluminada por la luz suave que se filtraba por las cortinas.
Se acercó con ternura a la cuna, donde yacía el pequeño envuelto en mantas suaves. Sus ojos se iluminaron al contemplar por primera vez a su hijo, una mezcla de asombro y emoción reflejándose en su rostro.
Con extremo cuidado, acarició la mejilla del bebé con la punta de sus dedos, sintiendo la suavidad de la piel recién llegada a este mundo. Observó cada pequeño detalle, maravillándose ante la creación de vida que ahora compartía con su esposa.
Se inclinó sobre la cuna, sintiendo la conexión instantánea con el pequeño que llevaba su sangre. Una sonrisa tierna se formó en sus labios mientras sus ojos se llenaban de orgullo y amor. La escena estaba llena de silenciosa felicidad, solo interrumpida por el suave susurro de la respiración de Jennie, que seguía ajena al encuentro que tenía lugar en la habitación.
Con un suspiro de felicidad, permaneció allí, observando en silencio al nuevo miembro de la familia real.
—Perdóname pequeño, he sido una completa cobarde, incluso no creo merecer que tu, un pequeño ángel tan inocente sea llamado mi hijo —susurro, contemplando al pequeño, quien era una perfecta combinación de la castaña y ella.
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Crown
FanfictionUn matrimonio de tres. -Contenido G!P (Lisa) -No se aceptan traducciones o adaptaciones.