PARTE 5: UN FALAZ CON LA CONVICCIÓN DE QUERERME

10 0 0
                                    


Una vez pintaste un castillo de mentiras donde fingiste quererme, y yo te ayude a reforzarlo con un pincel porque me gustaba pensar que decías la verdad; hasta que abrí los ojos, te vi de verdad, tire el lienzo y corrí hasta perderme en algún lugar donde no me jurarás con descaro, que si me querías y que tú nunca, jamás, te irías.

Después de todo, solo eras un falaz con la dulce convicción de quererme.

Baladas melancólicas, de todo lo que nunca fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora