EL LENGUAJE DE LOS ATARDECERES SIN TI

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El cielo y yo tenemos un lenguaje encriptado

con el que tu solo sueñas,

aunque lo dudo un poco,

porque para ti solo es cielo

y no te importa realmente

como con los colores juega.


Nunca te he dicho,

pero le escribo a diario

mis secretos en verso,

con la única promesa de que el los expresará

más tarde con pinturas en su lienzo,

adornado siempre de nubes y pensamientos,

dejando mis sentimientos encapsulados

por siempre en el tiempo.


El día que te conocí me regalo un atardecer

con colores extraños,

algunos que nunca había visto,

pero que en tus ojos con el tiempo he encontrado.

Le hable de las ideas cruzadas que tenía,

y como ella hablo de ti;

supongo esa fue su forma de decirme

que tampoco sabía que opinar aquí.


Le conté con euforia el día que descubrí que te quería,

aunque solo se burlo de mi

con un atardecer lleno de risas amarillas,

como queriendo confesarme que él ya lo sabía.


Lloré escribiendo la primera vez que tus palabras

hicieron brotar lágrimas por mis mejillas,

ese día no hubo sol,

solo lluvia cálida y nubes sin vida.


Hoy le he contado que te estoy perdiendo,

que no estoy lista para decir adiós,

y sobre todo, que no se como dejarte ir;

así que me enseño con paciencia

como poco a poco, él dejaba ir al sol.


Un trueno suena en la distancia,

la tormenta se acerca,

pero no se como imitar al cielo,

porque yo me rehuso a soltarte, 

a pesar de que tu cariño me duela.

-L

Baladas melancólicas, de todo lo que nunca fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora