Seguía en mi oficina afinando unos detalles de casos pendientes antes de terminar el viernes, llevaba una falda y una blusa escotada por orden de mi Amo Darius, el siempre o la mayor parte de los días decidía mis atuendos, que a decir verdad no me molestaba, al contrario me excitaba saber que tenía tanto dominio y control sobre mi; que hasta la ropa que usaría el la elegía, no llevaba nada debajo de la falda más que un plug de silicona, pequeño metido entre mis nalgas invadiendo mi culo y manteniendome caliente toda la tarde
Era casi hora de salir por lo que el despacho comenzaba a vaciarse, recibí un mensaje de texto de mi Amo
"Espero y tuvieras un buen día Putita, ve al baño y quita el Plug de tu lindo culo, espero y lo disfrutaras, así como disfrutaras lo que te espera... Recuerda, todo es para tu placer y si no, tienes tu palabra siempre segura"
Ordeno que me quitará el plug y lo guardara en el bolso, fui al baño, por lo visto era la única en todo aquel piso, por qué al regresar ya no había ningún empleado en su escritorio, volvería a mi oficina a terminar unos últimos pendientes y saldría de aquí, quería llegar a casa, quitarme la ropa, ver a mi esposo y olvidarme durante el fin de semana de todo lo que no fuera servirle a Darius como su esclava sexual
Entre a mi oficina para ver a alguien sentado, era Darius, me quedé dudosa sobre que era lo que planeaba, con el nunca se sabia
- linda oficina Putita - dijo sonriéndome, estaba mirándome tan tranquilo, que diablos hacia Darius aquí?!
- Amo Darius - dije un poco más bajo y agachando la mirada, ¿que hacía mi esposo sentado en mi oficina? después de todo normalmente me avisaba si planeaba venir o me esperaba fuera en el estacionamiento, jamas había entrado, no entendía el por que me estaba dando la espalda, hasta que giro la silla lentamente, tenia su verga fuera del pantalón, estaba semi-erecta y el se masturbaba a un ritmo lento
- deberías poder ver tu cara Putita - sonrió - siéntate - ordenó, camine lentamente a mi silla y me senté, era extraño que Darius se apareciera en mi oficina de esta forma y que en lugar de sentirme preocupada de que existía la posibilidad de que nos atraparan, esta situación me causará intriga y ganas de averiguar que estaba tramando pues sabia que era algo bueno
- Amo yo... -
- cierra la boca y obedece a lo que te diga - estaba sin inmutarse, su ritmo seguía sobre su verga que lograba distraerme sospechando y deseando lo que viniese a continuación
- Amo - me removí en la silla sintiendo mis fluidos en mi coño, estaba caliente y deseaba que hiciera algo mas que solo dejarme viendo como se masturbaba
- creo que no es muy difícil de entender el que cierres la puta boca... O si? - ordenó, trague saliva, no pude evitar sonrojarme y sentir como me calentaba está situación, sabía que era mi Amo y no haría nada malo pero su voz grave y llena de autoridad me hicieron sentir como mi coño se humedeció
Lo vi ponerse de pie, camino hacia donde se encontraba mi lugar
- quitate la ropa de arriba putita - ordenó tirando un poco de mi cabello para poder decírmelo cerca del oído sin bajar la voz - y vas a dejar las manos sobre el escritorio -
Quite mi ropa, primero mi blusa seguido de mi sostén que los tire al suelo sin problema, deje mis manos sobre el escritorio dejando el trasero levantado, escuché como alejo la silla para colocarse detrás de mi
- te ves muy bien putita, pero tú falda me estorba, así que... - sentí sus manos aferrar la parte baja de esta para subirla a la cintura dejándo mis nalgas al descubierto, sus manos y dedos se deslizaban sobre mi piel desnuda - así está mejor -
ESTÁS LEYENDO
DULCE SUMISION - RELATOS DE UNA SUMISA
RandomEste relato sigue las historias entrelazadas de varias parejas, cada una con su propio universo de deseos y fantasías, explorando sus límites. Cada encuentro es una exploración de la dominación y la sumisión, donde las parejas descubren que, en el j...