18. D. & L. Un Pequeño Secreto (Parte 2)

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Se encaminó a nuestra habitación especial dejando la copa casi sin beber, mi amo me ordenó dejar el vino en el hielo y seguirlos

- divirtámonos putita - añadió llevándome frente a el seguramente para admirar mi cuerpo desnudo frente a el

Entramos cuando Elizabeth ya estaba amarrando a Kate a una especie de "A" de madera, para que quedara inclinada, con el trasero levantado y disponible para que cualquiera tuviese acceso a su coño

Darius me llevo al sofá y después de sentarse me hizo ponerme entre sus piernas, estaba de rodillas viendo cómo la prominente erección dentro de su pantalón estaba pidiendo ser liberada

Mi mano fue a su pantalón y lo abrí, cuando tuve su verga en mis manos primero comencé a masturbarlo, recorría todo su largo con mi mano

Mi lengua y labios fueron a su punta que ya tenía una pequeña gota perlada de semen, la limpie disfrutando de su sabor salado

- te gusta putita? - preguntó recogiendo mi cabello que comenzaba a estorbarle pues no podía ver bien todo el espectáculo de mi boca tomando su verga

- si Amo, a su puta le encanta la polla de su Amo -

Podía escuchar a Kate pasarla peor que yo, parecía que Elizabeth había tenido una mala semana pues por lo visto se desquitaba con Kate, estaba con una pala golpeando su trasero bastante fuerte y la chica rubia solo lloraba y gimoteaba pidiendo por favor quizá un poco de clemencia

- sube - ordenó Darius, monte sobre sus piernas y sentí como con su mano se ayudo a meter su verga en mi coño, estaba tan caliente que casi tuve un orgasmo en ese mismo momento

- baila putita - senti como tiro con fuerza de mi cabello, cada vez me follaba con mas fuerza, era rudo, me aferraba mas fuerte que de costumbre y un par de golpes en mis senos y mi rostro me hicieron comenzar a gemir con mayor intensidad, a pesar de disfrutar el dolor comencé a sentir como pequeñas lágrimas salían de mis ojos más por inercia que por dolor real, no era un dolor insoportable, era un dolor dulce, que me gustaba

El pequeño llanto dio paso a un placer que fue aumentando al ritmo de sus embestidas. El culo me ardía debido a que de vez en cuando bajaba su mano para azotar mi trasero, las muñecas que aferraba con la otra mano libre me quemaban del agarre tan fuerte aunque era exitante, pero poco a poco senti cómo mi coño respondía a aquel trato tan rudo mientras su verga se adentraba con fuerza hasta el fondo

-Dime que te gusta que te lo haga así, dime que es por eso por lo que estas tan húmeda y dejando mi verga llena de tus fluidos putita - decía sujetandome del cuello para mirarlo

-No pare Amo Darius, sígame follando como a una puta - suplique ignorando por completo que sucedía a nuestro rededor

-Dime que lo gozas como una puta, el tener mi verga dentro, el que te folle así, que tome cada parte de tu ser -dijo, y lamió mis pezones.

Oírme gemir sobre el, el que notará mis caderas balancearse sobre su verga y sentir sus duras embestidas así como tener mis pechos rebotando en su cara lo volvieron loco.

-Vamos, putita-me dijo sin detenerme en ningún momento -. Eso es... así... No dejes de moverte... -

De un movimiento me bajó de encima de el, me hizo ponerme de rodillas, tomó mi pelo metiendo su verga en mi boca que ahora tenía un sabor distinto pues era el de ambos, me follo la boca hasta que note en la garganta el calor de su semen golpeándome la campanilla

- vamos Elizabeth, tenle un poco de piedad a esa chica, no creo que hiciera algo tan malo como para tener el trasero así - menciono de pronto Darius aún con su verga dentro de mi boca aunque permitiendome respirar

DULCE SUMISION - RELATOS DE UNA SUMISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora