Tenía una mordaza puesta con una pequeña polla de silicón que invadía mi boca, mis muñecas estaban atadas a la gran cruz de san Andrés que había en casa de Sara
Mi cuerpo desnudo usando solamente mi collar de sumisión con una placa en forma de hueso que tenía mi nombre
En mi mente paso la tarde en la que Sara me hizo bajar a una tienda de mascotas con la intención de pedir yo mismo está placa, aún recuerdo la cara de la vendedora cuando pregunto el nombre de la mascota
- Luke - respondí sintiendo el plug entre mis nalgas que vibraba gracias al mando a distancia que controlaba mi novia y dominante Sara
- tu nombre para el recibo? - pregunto ella
- Luke - vi su cara de desconcierto y una risa mal disimulada cuando escucho mi nombre
Un azote cerca de mi polla me devolvió a la realidad, pude ver a Sara enfrente de mi con una fusta para caballos
- dónde está esa cabecita tuya lindo cachorro? - pregunto golpeando seguido y sin fuerza mis bolas que estaban sujetas por una jaula de castidad
- lo lamento señora - me disculpe aunque era inútil pues no sé entendió nada con la mordaza tratando inútilmente de alejar mi polla de sus azotes pero la fusta seguía jugueteando con mi cuerpo
- vas a comportarte en casa de mis amigos cachorro? - había mencionado el que me llevaría con ella y eso me hacía sentir más tranquilo pues no quería pasar tantos días sin ella
Asentí sintiendo los golpes más seguidos y un poco más fuertes, no es que fuesen insoportables pero en esa zona había una sensibilidad aún mayor que en el resto de mi cuerpo
- mostraras que te he educado bien y que no eres un cachorro travieso e inquieto que necesita un par de azotes - sus golpes bajaron al interior de mis muslos lo que me hizo separar más las piernas
Volví a asentir cuando vi a Sara ir por un arnés con una gran polla que me hizo colocarme, la posicionó sobre la jaula de castidad
- me vas a follar como se debe cachorro? - ansiaba tanto poder hundirme en ella, sentir su coño húmedo al rededor de mi polla pero eso solo me lo ganaba cuando era un buen chico y después de correrme dentro de ella sin su permiso había enjaulado mi polla hacia más de dos semanas
Casi a diario me quitaba la jaula, jugaba con mi verga en sus manos con ayuda de vibradores, dilatadores y la parte más agonica era cuando usaba su lengua, hacía calentarme hasta el grado de sentir la presión en mi polla para volverla a meter en la jaula, dejarla sometida y sin poder correrme
- respóndeme cachorro - ordenó dándome una palmada en las pelotas que me hizo respingar y soltar un gemido
Asentí y estuvo otro par de minutos dando pequeños palmetazos en mi polla y bolas, de pronto me soltó las muñecas para después llevarme a la cama tirando de la polla de silicón
Casi podía jurar que sentía sus dedos en mi polla aunque la que estuviera entre sus manos fuese la falsa
Se sentó en la cama dejando su coño justo en la orilla de la misma, separó sus piernas que tenían una bella figura con los tacones puestos y ya que solo llevaba una túnica negra que dejaba poco a la imaginación sus pechos estaban al aire listos por si me ordenaba darles la atención que merecían
- méteme la polla cachorrito - hundí la polla falsa en su interior viendo como al salir estaba repleta de su excitación, comencé con un va y ven lento, así como le gustaba a ella
Sus pechos bamboleaban al ritmo tortuoso que llevaba, eran de un buen tamaño así como firmes, sus pezones estaban duros y ansiaba llevarlos a mi boca, tenerlos entre mis dientes y chuparlos hasta que le quedarán sensibles
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DULCE SUMISION - RELATOS DE UNA SUMISA
RandomEste relato sigue las historias entrelazadas de varias parejas, cada una con su propio universo de deseos y fantasías, explorando sus límites. Cada encuentro es una exploración de la dominación y la sumisión, donde las parejas descubren que, en el j...