25. D. & L. Theo (Parte 3)

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- puta - me llamo Darius, me aparte de Theo y fui en cuatro hacia mi Amo

- quiero tu coño mientras ellos se divierten -

No sabía muy bien que hacer a esa mención, normalmente me decía o hacía hacer lo que el quería, solo me acerque a él y me coloque entre sus piernas de rodillas esperando alguna otra indicación

- sube - ordenó Darius al mismo tiempo que soltaba su verga erecta, me puse de pie y coloque una rodilla de cada lado de sus piernas, el se ayudo con una mano para introducirse en mi sin la mayor dificultad

A pesar de yo estar sobre el, Darius era quien llevaba el ritmo, me hacía subir y bajar con la fuerza y velocidad que el quería

De mi boca no salía otra cosa que no fuesen jadeos y gemidos, su boca que estaba a la altura de mis pechos se ocupó de mis pezones, los alternaba

- Aldric está muy interesado en tu amiga - susurro cerca de mi oído, quien me estaba hablando era mi esposo

- no arruines el momento, follame... Se lo suplico Amo - mis labios fueron a los suyos al mismo tiempo que mis manos aferraban su cabello, creí que había logrado mi objetivo pues su ritmo aumentó, pero de pronto paro de la nada

- trae hielo putita - ordenó apartandome de encima de el

Salí de la habitación y camine completamente desnuda hasta la cocina donde tome una hielera de cristal, accione la palanca del congelador hasta que arrojo el hielo, llene por completo el recipiente para volver a prisa

Ambos hombres estaban con la boca en sus pechos, lo tomaban con esmero como lo haría cualquier bebé hambriento

- Amo Darius - le llamé acercando la hielera hacia el, seguían ambos atendiendo con esmero los pezones de Theo, seguramente le quedarían adoloridos unos cuantos días

-ve al banco de azotes pequeña puta - golpeó mi trasero con fuerza cuando me alejé, al llegar al banco subí colocándo mis rodillas y brazos en dónde correspondía y recargando el resto de mi cuerpo en la parte más alta

Darius me ató sin dificultad impidiendo totalmente mi movilidad, el tamaño de aquel banco era perfecto, la altura le daba acceso a mi coño, mi culo y mi boca sin la mayor dificultad

- por favor - suplique, sabía lo que quería pero deseaba también hacerlo enojar, siempre era gratificante esa "furia" así me dejara sin acabar

- por favor que? - preguntó acercándose a mi rostro, me impedía ver lo que sucedía con Theo pero por lo que podía escuchar estaba bien atendida por Aldric que seguramente seguiría con los pezones de mi amiga

- por favor Darius... Quiero que me... - no me dejó terminar, el golpe en mi mejilla me lo impidió

- como me llamaste? - preguntó molesto

- Darius - un nuevo golpe llegó a mi mejilla, tomo mi cabello tirando de el para elevar mi rostro, tomo mis mejillas entre sus manos y las sujeto con fuerza

- pídeme que te folle como es debido puta -

- quiero tu verga follandome, Darius - no lo llamaría amo, al menos no todavía

Me dejó ahí atada, se alejo simplemente de mi en dirección a Aldric y a Theo, no era lo que buscaba, quería que me castigará, que me azotará, que me follara

- carajo Darius - menciono Aldric al mismo tiempo que se alejaba de Theo - a pesar de no estar entrenada ha logrado controlar el orgasmo con un poco de ayuda, aunque no por mucho tiempo, está a punto de correrse -

- te gustó nuestro regalo? - preguntó Darius mientras tocaba el coño de Theo que estaba a rebosar de fluidos, podía observar toda la escena desde donde estaba atada

DULCE SUMISION - RELATOS DE UNA SUMISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora