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Lan WangJi y Wei Wuxian casi habían llegado al clan Lan. Después de un largo día de viaje, durante el cual Wei Wuxian había aprendido y descubierto mucho sobre el mundo en el que ahora se encontraba y sobre sí mismo, finalmente casi habían llegado a su destino.

En ese nuevo mundo, Wei Wuxian se dio cuenta de que no había necesidad de callarse, al menos no por cosas triviales como lo había hecho en su crianza. Había sido educado en un entorno donde se consideraba sabio a aquel que guardaba silencio, mientras que quien hablaba era considerado estúpido. Sin embargo, en este lugar tenía libertad para hablar y responder a cualquier ofensa sin temor a represalias de su tío Jiang o de su hermano.

—Recuerdo haberle dicho a Jiang Cheng en muchas ocasiones que hablar no nos condenaría—, comentó Wei Wuxian mientras caminaba junto a Lan WangJi.

—Hm—, respondió Lan WangJi sin detenerse, su rostro impasible como siempre.

—Me restringían demasiado—, continuó Wei Wuxian jugueteando con las telas de sus túnicas. —En tan solo 28 horas me he sentido más libre que en toda mi vida.

—¿Como? —, dijo el Lan sorprendido. —¿En tu otro mundo no eras libre?, ¿No extrañas a tus seres queridos?

—Quiero decir, los quiero mucho pero ¿Extrañarlos? Me siento mas libre aquí —, dijo el Wei sonriendo. —Lo único que tengo de mi vida antigua son cosas malas, gastritis, colitis, golpes, gritos, amo esta vida, aquí no hay nadie que me moleste, es como empezar de nuevo

—Wei Ying—, habló Lan WangJi, —aún así debes mantener un perfil bajo.

—Sí, lo sé—, respondió Wei Wuxian resignado. —Si alguno de los líderes de secta me ve, pensará que soy el temible patriarca Yiling y me atacará. Pero estamos en Gusu, ¿no se supone que solo debo evitar a tu padre y a tus hermanos?.

—Yo no tengo padre, y Wei Ying estudio en Gusu durante un tiempo, por lo que la mayoría de los estudiantes de entonces lo recuerdan tal como era.

Lan WangJi se detuvo en un pequeño puesto y rápidamente compró una tela que colocó sobre el rostro de Wei Wuxian, como una especie de protector para su rostro.

—Debo protegerte—, dijo Lan WangJi con determinación.

—Vaya, ¿y cómo me vas a presentar ante la gente? ¿Como Wei Wuxian de otra dimensión?—, preguntó Wei Wuxian con fingida indignación, mientras seguían caminando.

—Elige un nombre—, sugirió Lan WangJi, mostrando un poco de humor en su voz.

Los dos jóvenes caminaban tranquilamente, sin apuro, disfrutando de la compañía del otro. Wei Wuxian se aburrió un poco y, al no tener a nadie más con quien hablar, miró a Lan WangJi con curiosidad.

—¿Sabes? Lo único que extraño de mi vida anterior es el wifi—, dijo sonriendo, —y mi celular. Solía pasar horas viéndolo.

—¿Cuál es tu último recuerdo de tu antigua vida?—, preguntó Lan WangJi con curiosidad genuina.

Wei Wuxian miró hacia un lado, sintiéndose un poco avergonzado al recordar su último recuerdo. Suspiró y miró hacia otro lado, evitando la mirada inquisitiva de Lan WangJi.

—Fue algo estresante, ¿sabes?—, comenzó a contar, —Ya que hay confianza, te lo diré. Me quité la vida.

Lan WangJi miró a Wei Wuxian sorprendido, sin poder creer lo que acababa de oír.

—Igual que tú Wei Wuxian, lo sé—, dijo Lan WangJi con una sonrisa forzada, tratando de encontrar las palabras adecuadas. —Y en realidad tenía mis motivos, pero no era la manera adecuada. Mi profesor me amenazó con reprobarme si no me convertía en su amante secreto, y minutos antes de eso tú me rechazaste.

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