Wei Wuxian se encontraba siendo arrastrado a través del bosque por el Patriarca Yiling, quien estaba ocupado buscando los materiales necesarios para fabricar una flauta. Las personas que los observaban a lo lejos no tenían ni idea de lo que estaba sucediendo, pero Wei Wuxian no estaba precisamente entusiasmado con la situación.
—Si encuentras alguna rama, avísame —dijo el Patriarca Yiling, sin mostrar preocupación por el bienestar de Wei Wuxian.
—¿Qué te garantiza que no regresaré con Lan Zhan? —preguntó Wei Wuxian, tratando de mantener una actitud desafiante.
—No eres estúpido, creo —respondió el Patriarca con una sonrisa misteriosa.
—Ni iris istipidi —se burló Wei Wuxian, sin poder evitar sonreír ante la ocurrencia del Patriarca.
A pesar de alejarse del Patriarca, Wei Wuxian no lograba encontrar lo que se le había pedido. Finalmente, decidió regresar, pero en el camino se encontró con alguien que, al ver su rostro, inmediatamente supo quién era.
—Wei Wuxian —exclamó Jin GuangYao.
—¡No! ¡Yo no soy...! No soy la persona que piensas —Wei Wuxian intentó negar su identidad.
—¿De qué hablas? Eres Wei Wuxian, el temible Patriarca Yiling —dijo Jin GuangYao con sorpresa.
—No soy ese Wei Wuxian. Solo me parezco a él —respondió Wei Wuxian, rascándose la nuca nerviosamente.
—¿Nunca has tenido contacto con el cultivo demoníaco? —preguntó Jin GuangYao.
—Ni un poco. No soy una amenaza. Ni siquiera tengo un núcleo dorado —confesó Wei Wuxian, sintiendo temor de ser atacado.
—Comprendo —Dijo el Jin—, entonces supongo que no eres una amenaza como todos creían, me alegra saber que solo eres un humano común
—¡Tu!... Ah a quien engaño, tienes razón ¿Ok? No se como manejar un arma, ni el cultivo demoniaco, soy un humano, un simple y estúpido humano
—¿Simple y estúpido? No deberías hablar así de ti mismo —Dijo el Jin—, no necesitas un núcleo dorado para ser reconocido, muchos humanos han intentado manejar el cultivo demoniaco y a muchos de ellos se les da muy bien
—Pero eso lleva años de practica, yo jamás podría hacerlo, sobre todo con el tiempo limite que tengo encima
—Tengo la impresión de que debes realizar algo en un determinado tiempo
—Si, es complicado
—Comprendo, pero... No necesitas mucho tiempo para ser bueno
—¿De que hablas?
—Entiendo que no tienes experiencia —dijo Jin GuangYao con comprensión—. Pero eso puede cambiar. Si vienes conmigo al Clan Jin, podría prestarte algunos escritos del verdadero Patriarca. Podrías aprender a controlar el cultivo demoníaco y, finalmente, protegerte a ti mismo.
—¿Para qué querría leer esas cosas? —dijo Wei Wuxian, mirando a Jin con escepticismo.
—Imagina lo poderoso que podrías llegar a ser. Podrías superar tus miedos y controlar tu destino. —Jin GuangYao hablaba con sinceridad—, puedes lograr más.
Wei Wuxian consideró la propuesta. Durante toda su vida, había deseado superar a otros, pero siempre había vivido a la sombra de su hermano o del verdadero Wei Wuxian.
"Si logro superar al verdadero fundador, puedo ser realmente reconocido", pensó Wei Wuxian. "Podría incluso cerrar la grieta por mi cuenta, sin necesidad de depender de él. No diría que le estoy ayudando con una o dos cosas; yo lo haría mejor que él".
—Quizás puedo intentarlo —dijo finalmente Wei Wuxian, con una chispa de determinación en sus ojos.
El chico, siguió al Jin con determinación en su paso.
Por otro lado, el Patriarca, había logrado encontrar una rama de bambú que le pareció perfecta para elaborar una flauta improvisada. Con dedicación y delicadeza, talló y pulió la madera hasta que finalmente obtuvo una hermosa flauta. Con una sonrisa de satisfacción, se llevó el instrumento a los labios y sopló suavemente, produciendo una melodía dulce y armoniosa que llenó el aire.
—¡Hey, amigo! ¡Ya tengo la flauta! —exclamó el patriarca con alegría—. ¿Wei Wuxian?
Buscó al otro muchacho por los alrededores, pero sin éxito. No parecía estar en ninguna parte. Esto lo llevó a asumir que Wei Wuxian había regresado al clan Lan. Sin perder tiempo, se dirigió de regreso a la habitación del segundo maestro Lan, pero para su sorpresa, ni Wei Wuxian no Lan WangJi estaban allí. Esto solo alimentó su sospecha de que se habían marchado a Gusu.
Inició entonces un pequeño viaje para llegar a Gusu.
Cada paso se sentía más pesado para él, pero su determinación no flaqueaba. Sabía que tenía que encontrar a Wei Wuxian y cerrar la grieta antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo, el hambre comenzó a apoderarse de él y pronto se vio obligado a cazar para alimentarse. Aunque logró saciar su apetito, estaba molesto por no poder encontrar a Wei Wuxian.
Finalmente, llegó a Gusu convertido en una bola de fuego furiosa y deseoso de venganza contra sí mismo. Se las arregló para colarse en los recesos de las nubes durante la noche, pero fue atrapado por Lan WangJi. El Lan lo miró con molestia y habló con tranquilidad.
—Wei Ying —dijo Lan WangJi en tono serio.
—Lan Zhan, parece que no escuchaste nada de lo que te dije —respondió el patriarca con irritación—. Esa grieta no es un juego. Si Wei Wuxian no me acompaña y no la cerramos, el mundo podría colapsar. ¿Quién te crees que eres para ir en contra de las reglas del multiverso? Pareces un niño caprichoso.
—Lan WiFi no está aquí. —afirmó Lan WangJi con calma.
—¿Cómo? ¿Quieres decir que no estaba contigo? Pero... eso no es posible. Si no se fue contigo, ¿con quién se fue entonces? —preguntó el patriarca con preocupación—. Solo lo perdí de vista un segundo en el bosque, y Jiang Cheng no lo tiene. Revisé todo antes de venir.
Ambos se miraron con preocupación, dándose cuenta de la gravedad de la situación. Lan WangJi decidió dejar atrás todas las reglas del clan Lan y, en ese preciso momento, salió en busca de Wei Wuxian junto al patriarca. Sabía que no podía perder más tiempo y estaba dispuesto a hacer todo lo posible para encontrarlo.
Pese a los intentos del Patriarca por entablar una conversación, Lan WangJi se mantenía en un silencio obstinado. Su preocupación era tan profunda que temía hablar con el Patriarca y herir sus sentimientos con su actitud distante.
—Lan Zhan —insistió el Patriarca—, detente. No daré ni un paso más.
Lan WangJi lo miró con una expresión de enojo apenas contenida.
—Debes decirme por qué no deseas hablar conmigo —insistió el Patriarca—. No fue mi culpa que ocurriera el intercambio.
—¿Por qué nunca me respondiste? —inquirió Lan WangJi con evidente irritación—. Te busqué durante seis años. Tu alma estaba aquí, y nunca me respondiste.
El Patriarca Yiling se inclinó en un gesto de pesar.
—Ya te había causado suficiente daño —le explicó—. Necesitabas seguir adelante con tu vida, olvidarme. Responder a tus llamados cuando sabía que no compartía tus mismos sentimientos habría sido cruel.
—No te pedía que sintieras lo mismo —aclaró Lan WangJi.
Lan WangJi continuó caminando, pero el Patriarca lo alcanzó y detuvo su paso, sujetando su brazo.
—Lan Zhan espera, puedo compensarte —insistió el Patriarca—, hay una manera.
—¿Una manera? —preguntó Lan WangJi con sorpresa.
—Sí, una forma de que él se quede.
ESTÁS LEYENDO
En Problemas
FanfictionWei Wuxian, un estudiante universitario de una realidad moderna, se encuentra en una situación inesperada cuando es transportado a un mundo donde la magia y los clanes antiguos son una realidad cotidiana. El giro de la trama ocurre cuando Wei Wuxia...