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Wei Wuxian abrió los ojos con una sensación de desconcierto, tomando un momento para ubicarse en su nueva y, probablemente, permanente realidad. Una sonrisa iluminó su rostro al ver a Lan WangJi tocando su Guqin con elegancia a su lado. El Lan lo miró y continuó tocando una melodía tranquilizadora, disipando la tensión que solía acompañar los despertares de Wei Wuxian.

—Buenos días, Lan Zhan —saludó Wei Wuxian.

—Buenos días —respondió Lan WangJi con su característica calma.

—¿Qué delicioso desayuno prepararemos hoy? Quizás un estofado de conejo.

Lan WangJi lo miró con una expresión que sugirió que la broma no le hizo gracia. Wei Wuxian rió y abrazó las sábanas que lo envolvían.

—Era solo una broma, amo a esos conejitos tanto como tú —afirmó mientras se acomodaba en la cama—. Lan Zhan, ¿Qué te parece si damos un paseo hoy?

—¿Un paseo? —repitió Lan WangJi, claramente sorprendido por la idea.

—Sí, recorramos Gusu juntos. Quiero conocer más sobre el lugar donde vivo, y, ¿Qué tal si me enseñas a manejar una espada?

Lan WangJi recordó la conversación anterior sobre el núcleo dorado necesario para empuñar una espada en su secta. Sacudió la cabeza con firmeza.

—Como te mencioné, solo puedes utilizar una espada si posees un núcleo dorado. El proceso que te trajo a este cuerpo no te proporcionó uno.

Wei Wuxian suspiró y asintió con comprensión.

—Lo sé, pero, como una buen humano, también soy frágil. Necesito la luz del sol y el agua para prosperar, y alguien que me proteja de los peligros.

Lan WangJi miró fijamente a Wei Wuxian con determinación.

—Yo te protegeré —aseguró.

Wei Wuxian sonrió ante la seguridad y la promesa de Lan WangJi. Aunque le resultaba difícil de creer, estaba claro que este mundo estaba lleno de sorpresas y magia.

—Entonces, ¿un paseo? —insistió Wei Wuxian, tratando de convencer a Lan WangJi de la idea.

—De acuerdo —cedió Lan WangJi, aunque con su típica seriedad.

Wei Wuxian estaba emocionado, y esa emoción se reflejó en la forma en que se preparó para el día. Se aventuró incluso a robar un poco de maquillaje de las damas del clan para realzar su aspecto. Sin embargo, su destreza con el maquillaje tradicional resultó ser un desafío, ya que estaba más acostumbrado a las técnicas modernas. Al final, decidió usar la mascada que Lan WangJi le había entregado, y aunque trató de resaltar sus ojos de una manera más clásica, terminó pareciendo un poco extravagante.

Cuando llegó la hora de su paseo, Wei Wuxian ya estaba esperando con impaciencia. Mientras aguardaba, se preguntó si su cita con Lan WangJi se sentiría como una verdadera cita romántica.

Finalmente, Lan WangJi llegó y ambos comenzaron su paseo por los recesos de las nubes en Gusu. Lan WangJi aprovechó la oportunidad para proporcionarle información sobre las reglas y descripciones de los lugares que visitaban. Sin embargo, Wei Wuxian notó que la expresión de Lan WangJi era más seria de lo que esperaba.

—Wei Ying —lo llamó.

—Dime, Lan Zhan —respondió Wei Wuxian.

—¿En tu vida anterior, hablabas chino? Tu acento no es perfecto —preguntó Lan WangJi con curiosidad.

Wei Wuxian rió ante la observación y miró hacia abajo antes de responder a la pregunta de Lan WangJi.

—Bueno, en realidad, hablo español también. Vivía en una zona donde había personas de origen chino, pero cuando fui a la universidad me di cuenta de que si quería aprender adecuadamente, debía mejorar mi español. Aunque hablaba español en casa, al entrar a la universidad empecé a usarlo con más frecuencia, hasta el punto en que solo hablaba en español. Sin embargo, cuando conocí a Lan WangJi en mi mundo, me pidió indicaciones en chino, así que comencé a usarlo nuevamente. Aunque ya hablaba español, Lan WangJi prefería el chino para comunicarse conmigo.

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