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En medio de la oscura noche, Wei Wuxian seguía al Patriarca Yiling mientras se adentraban en un viaje incierto en dirección a Gusu. La luz de la luna apenas iluminaba su camino, pero el aura de urgencia que rodeaba al Patriarca era palpable. A medida que avanzaban, la salud del Patriarca parecía debilitarse, y Wei Wuxian no pudo evitar preocuparse por su compañero.

—¿Estás seguro de que estás bien? —preguntó Wei Wuxian con inquietud en el quinto descanso de la noche, notando la fatiga que se apoderaba del Patriarca.

—Estoy bien, estoy bien —respondió el Patriarca, tratando de sonar convincente—. Es solo que no entiendo por qué puedo sentir la grieta. Siento que se está ampliando cada vez más.

—¿Crees que aguantarás hasta llegar a Gusu? —preguntó Wei Wuxian, preocupado por la salud de su compañero.

El Patriarca Yiling dudó antes de responder.

—No lo sé —suspiró—, llegar a Gusu y beber algún veneno es mas rápido y menos doloroso que una espada, ¿tienes alguna alternativa que termine con nuestra vida mas rápido?.

Wei Wuxian escudriñó el paisaje en busca de una solución y, finalmente, diviso un pequeño risco en la distancia.

—Creo que sí —dijo Wei Wuxian, con una mezcla de determinación y temor.

El Patriarca miró hacia donde Wei Wuxian señalaba y sonrió ligeramente.

—Al menos en eso estamos de acuerdo.

Ambos se apresuraron hacia el risco, llegando a su borde. El Patriarca Yiling tomó una respiración profunda y la soltó con pesadez. Se tomaron de las manos, preparándose mentalmente para saltar.

—Moriré por segunda vez, en un lugar parecido —comentó el Patriarca con una extraña serenidad en su voz. 

—No te culpo si sientes miedo —dijo Wei Wuxian, sintiendo sus manos temblar.

El Patriarca negó con la cabeza, sonriendo.

—No estoy asustado. ¿Y tú?

—Bueno, jamás he muerto —respondió Wei Wuxian, temblando de nervios—, o al menos no lo recuerdo, pero tengo marcas de un dolor que desconozco. Oh, por cierto, ¿Cómo llegaste a este mundo? ¿Te suicidaste allá?

—No, simplemente me sumí en un coma a propósito —explicó el Patriarca.

—Oh, ya veo —Wei Wuxian asintió, pero luego las palabras resonaron en su mente y lo miró con sorpresa—. ¡Espera! ¿Significa que podemos quedarnos en un...?

Sus palabras fueron interrumpidas bruscamente por el salto del Patriarca al vacío, y debido a que aún sostenían sus manos, Wei Wuxian fue arrastrado junto con él. Ambos saltaron al abismo en medio de gritos, el Patriarca con una sonrisa serena y Wei Wuxian aterrado por experimentar la muerte por primera vez. Cuando finalmente cayeron en el agua, el patriarca perdió el conocimiento mientras se hundía en las gélidas aguas. Por otro lado Wei Wuxian si que permaneció consiente sintiendo mucho dolor por el golpe en el agua y en un intento de salir se termino golpeando una roca con su cabeza comenzando a perder el conocimiento sintiendo la frialdad del agua en cada rincón de su cuerpo, la sensación se asemejó a esa tarde junto a Lan Zhan en la fría primavera y sintiendo aquella dulce paz en su cuerpo dejo que este se hundiera.

Cuando ambas almas emergieron al exterior, sus miradas se encontraron por un instante. Wei Wuxian le sonrió al patriarca, y al unir sus manos, sintieron una fuerte conexión entre ellos. A pesar de las diferencias y de provenir de diferentes universos, ambos compartían la misma esencia.

Decenas de almas de sus respectivos universos se unieron a su causa mientras se dirigían hacia la grieta, preparadas para volver a sellarla. Sin embargo, el tiempo era un factor crucial. Ambos Wei Wuxian se sentaron en el centro de la grieta, cada uno en su respectivo lado, listos para llevar a cabo la tarea.

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