En Problemas

015

Wei Wuxian, en su búsqueda de entendimiento y respuestas, finalmente se había topado con un narrador que relataba meticulosamente cada palabra dicha acerca de él. Se encontraba completamente asombrado por las revelaciones que se desplegaban ante él. Su mente se aceleraba con reflexiones, comenzando finalmente a comprender las advertencias que su hermano, Jiang Cheng, le había transmitido a lo largo de los meses que ha estado en el clan. Sin embargo, los motivos enigmáticos detrás de las acciones pasadas del fallecido Wei Wuxian seguían eludiéndole.

Determinado a adentrarse más en los oscuros terrenos del cultivo demoníaco para protegerse a si mismo, las intenciones de Wei Wuxian tomaron un giro inesperado cuando recibió noticias de que Lan WangJi, el resuelto miembro del clan Lan, lo buscaba activamente. Esta revelación apresuró su regreso a su dominio anterior. A su llegada, un impactante escenario lo recibió, ya que no solo puso sus ojos en el decidido Lan WangJi, sino también en el influyente líder del clan Jin, Jin GuangYao. Reconocible por su espléndido atuendo dorado y su distintiva forma de hablar, Jin GuangYao estaba inmerso en una conversación con su hermano y el Lan.

Oculto en las sombras, Wei Wuxian escuchó furtivamente este intrigante diálogo, con su curiosidad aguijoneada mientras buscaba descifrar las intenciones no dichas que se desarrollaban entre estas influyentes figuras.

—Gracias, Líder Jiang, pero temo que mi visita no guarda relación con A-Ling —dijo el Jin con cortesía—. Me he enterado de rumores acerca de un nuevo miembro en su clan, uno al que describen como... humano.

Lan WangJi demostró un inusitado interés por estas palabras, lo que hizo que Wei Wuxian entendiera que ambos estaban allí con los mismos propósitos. Con sigilo, el Lan se puso en pie.

—Segundo Maestro Lan —intervino el Jin—, ¿a dónde se dirige?

El Lan miró al Jin y se retiró sin prestar atención a sus palabras.

—Sí, tengo un humano a mi lado. ¿Y qué? —Dijo el Jiang

—Me temo que eso me resultó un tanto extraño, siempre busca el bienestar de su secta —Hablo el Jin—, pero tener a un humano a su lado no me parece una elección muy sensata de su parte. Al principio, creí que eran solo rumores, pero al confirmar esta sospecha, le ruego que me presente al humano del que habla.

—¿Y por qué debería hacerlo?

—Porque, Líder Jiang, no hay razón para no hacerlo.

Wei Wuxian sabía que, si lo reconocía, su pasado sombrío se revelaría. Comprendió que su mera presencia había desencadenado desconfianza y curiosidad. Por el bien del Jiang, consideró que entregarse a sí mismo o incluso intentar escapar podrían ser las mejores opciones.

Sin embargo, en un movimiento torpe, terminó por derribar una vela, llamando la atención de aquellos que conversaban. Antes de que pudieran verlo claramente, Lan WangJi intervino para ocultarlo bajo su protección.

—Lo llevaré a los Recesos de las Nubes —anunció con firmeza Lan WangJi.

—Me parece una excelente idea —respondió el Jin—. Podremos conocerlo mejor si estamos allí.

—¿Estamos? —inquirió Wei Wuxian mientras se ajustaba la mascada que Lan WangJi le había entregado con discreción.

—Sí, er-ge no me negará la oportunidad de llevarme al joven conmigo unos días.

—Nadie se llevara a Jiang Wifi de aquí —Dijo el Jiang

—¿Jiang Wifi? —Dijo el Lan

—Me temo que eso no lo elige usted lider Jiang —Dijo el Jin