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Cuando Wei Wuxian escuchó la llegada de Lan WangJi, ya lo esperaba con un gesto de nervios y enojo, aunque en una escala menor. Lan WangJi se percató de esto y, con solemnidad, se sentó a su lado, mirándolo con expectación, a la espera de que Wei Wuxian finalmente despejara sus dudas sobre lo que lo tenía en ese estado.

—Lan Zhan —habló Wei Wuxian—, ¿Por qué no me dijiste que Jiang Cheng fue quien puso fin a mi vida, o más bien, a la vida de Wei Wuxian en esta dimensión?

El suspiro de Lan WangJi denotaba resignación. En el fondo, sabía que tarde o temprano tendría que compartir la verdad, pero había estado evitando abordar el tema, especialmente después de escuchar a Wei Wuxian expresar su profundo cariño por su hermano en su vida anterior. Sin embargo, no estaba dispuesto a hablar de ello, al menos no directamente con Wei Wuxian. Las experiencias que vivió fueron tan impactantes que no deseaba abordarlas de manera frívola, y al ver la mirada de tristeza en los ojos de Wei Wuxian, Lan WangJi comprendió que no podría evitar el tema por mucho más tiempo, por lo que decidió ser directo con las cosas que haría.

—Lo siento —Dijo el Lan

—Eres egoísta —replicó Wei Wuxian—. Yo te he contado todo, pero parece que tú no estás dispuesto a compartir nada.

—Wei Ying...

—No —interrumpió Wei Wuxian—. Entiendo lo que estás haciendo, pero debes entender de una vez por todas que no soy el Wei Wuxian del que estás enamorado. Soy Wei Wuxian, un hombre que tomó una decisión fatal y terminó en este lugar desolado. Un hombre que no contó con el apoyo de nadie más que Jiang Cheng en mi vida anterior. Un hombre al que su tío no le habría creído y habría sido desterrado de su familia por calumniar a un amigo cercano. Ese soy yo. Soy el Wei Wuxian que no puede hallar soluciones a sus problemas, el Wei Wuxian al que tú rechazaste. Estoy harto de vivir bajo la sombra de alguien más. Si en mi vida pasada fui la sombra de Jiang Cheng, aquí soy yo mismo.

—Lan Wifi —intervino Lan WangJi—, jamás te he considerado una sombra.

—¿Entonces? Sabes bien que me trajiste a Gusu porque soy similar a él, no por empatía. Te acercas a mí pensando que algo de él reside en mí. Pero debes acostumbrarte, Lan WangJi, en mí no queda nada del Wei Wuxian que amas. No soy Wei Wuxian. No resolveré lo que sucedió ni por qué sucedió. ¡Jamás seré ese idiota!.

Wei Wuxian se sorprendió al recibir una cachetada de parte de Lan WangJi. Lo miró sin comprender lo que estaba ocurriendo, esperando una disculpa que nunca llegó. En lugar de eso, Lan WangJi habló con firmeza.

—No vuelvas a insultarlo.

Estas palabras resonaron en su mente, y su corazón se rompió una vez más debido a Lan WangJi. Wei Wuxian había tenido la esperanza de que, en esta nueva vida, podría ganarse el corazón del Lan, pero ahora se enfrentaba a la dura realidad de que Lan WangJi nunca lo amaría.

—No esperaba que fuera diferente —murmuró Wei Wuxian antes de retirarse rápidamente.

Salió de la habitación, y mientras Lan WangJi creía que volvería una vez que su enojo disminuyera, Wei Wuxian abandonó Gusu, abrumado por la ira y la impotencia.

En medio del bosque, terminó llorando mientras abrazaba sus piernas. No sabía cuánto había caminado, pero solo sentía dolor y remordimiento. Se preguntaba qué tenía de malo que parecía que ningún Lan en el multiverso lo quería.

"Quizás ama a Wei Wuxian, a su Wei Wuxian, no a la versión que yo puedo ser", pensó mientras su tristeza lo envolvía.

Con el corazón dolorido, sacó a ChenQing de su túnica y la miró con una sonrisa.

—Solo tú me quieres, sin importar que no sea tu dueño —le dijo a la flauta—. ¿Tocar "Mary tenía un corderito" te calmara? Debe parecer una burla en comparación con las melodías que el verdadero Wei Wuxian tocaba en ti.

Con una sonrisa, colocó la flauta entre sus labios y comenzó a tocar la canción. Sintió la tranquilidad que emanaba de la flauta después de tocarla. Aunque no entendía mucho sobre el mundo de la cultivación, sabía que ChenQing ansiaba ser tocada, y eso lo conectaba con ella.

Sin embargo, la música no llenó el vacío en su corazón ni un poco. En su mente resonó una canción que había escuchado cuando era joven, y tristemente, se sintió identificado con la letra.

"Welcome To My Life" de Simple Plan había sido un grito de consuelo para él en momentos de dolor, pero también la canción favorita de muchas personas que se sentían abrumadas por la vida. Wei Wuxian comenzó a tocarla torpemente en ChenQing, canalizando sus emociones para disimular su falta de destreza y la improvisación. 

Cuando abrió los ojos, alguien estaba parado frente a él. Lo miró con curiosidad mientras tocaba la canción, preguntándose si esta figura representaba una amenaza. Intentó retroceder, pero un árbol lo detuvo en su primer intento. Se puso de pie con torpeza y comenzó a correr sin rumbo fijo, aterrorizado por la extraña silueta que lo perseguía. La figura se acercaba, el sonido de cadenas se hacía más fuerte, y cuando el terror lo envolvió por completo, sus piernas repentinamente fallaron, haciendo que cayera al suelo.

"Siempre pensé que las mujeres que caían en persecuciones de películas de terror eran tontas, pero mis piernas no me obedecen", pensó Wei Wuxian mientras huía arrastrándose.

—¡Lan Zhan! —gritó como un llamado de auxilio desde lo más profundo de su garganta.

Escuchó cómo alguien caía literalmente del cielo y utilizaba lo que parecía ser un cable de alta tensión para golpear a la extraña criatura que aunque aun estaba lejos recibió el golpe. Observó con asombro cómo el ser extraño se alejaba y el cultivador misterioso lo perseguía.

Wei Wuxian atribuyó la situación a un capricho del destino, que lo puso en peligro para enseñarle alguna lección incomprensible. Sin embargo, cuando estaba a punto de marcharse, alguien lo sujetó bruscamente por el brazo. Reconoció la ropa de la persona que lo había salvado y, al mirar su rostro, una parte de él se llenó de emoción, mientras que otra se sintió aterrada.

—Jiang Cheng... —murmuró.

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