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"A veces lo extraño"

El colegio no fue una de las mejores épocas de tu vida, por no declararla la peor. En la actualidad, casi habías olvidado todo lo que viviste en esa época, lo cual probablemente se debía a que tu subconsciente trataba de bloquear muchos recuerdos dolorosos. A pesar de ello, era muy curioso el hecho de que los recuerdos con Gayatri y Pavitr seguían intactos, aún cuando algunos de ellos también habían causado un dolor semejante.

—Te toca ver al paciente de la camilla tres.

—Ah, es cierto, el tiempo se ha ido volando. —pasaste tus manos por encima del uniforme, en un intento de estirar las minúsculas arrugas que se habían formado.

—Eres la única que puede decir eso en un turno como el de hoy, no hemos descansado en toda la noche.

—A veces es muy tranquilo, en algún momento teníamos que recordar los viejos tiempos.

—Hace mucho que no llegan tantos heridos al hospital, pensé que con la racha ganadora de nuestros superhéroes por fin tendríamos que dejar de preocuparnos.

—Bueno, es inevitable, después de todo ellos son tan humanos como nosotros ¿No lo crees? — añadiste mientras hojeabas el informe del paciente.

—Sí, seguro, ayer levanté un auto con dos dedos. —se sonrió.

—Estoy muy segura de que Spiderman no podría curar a ningún enfermo como tú lo haces. Alégrate, eres superior a él en algo.

Ambas se rieron en un último vistazo hasta que te retiraste a revisar al paciente en la camilla de emergencia. Era un muchacho  que apenas había entrado a la adolescencia.

—¡Hola! Veamos cómo está esta herida tuya ¿Aún te duele?

Mientras revisabas la medicación y el suero, esperabas una respuesta que nunca llegó, el niño permanecía en silencio.

—Es una herida muy grande, seguro dolió mucho, pero conozco adultos que se quejan y lloran por menos, eres muy valiente.

—¿Por qué está tan feliz?

La voz infantil hizo desviar tu mirada hacia sus ojos. Era apenas un jovencito, pero ya se veía cierto grado de madurez en su semblante, probablemente por lo que había visto hace poco.

—No es que esté feliz, para ser sincera, preferiría que esta sala de emergencia esté vacía, eso significaría que nadie está sufriendo. —apoyaste tu mano delicadamente a su lado.

—Mi hermanita está grave, no la pude cuidar. Ese estúpido monstruo me hizo desmayarme antes de llegar con ella.

—Sé que puede ser duro, pero no eres responsable de eso, hiciste lo que pudiste.

Sus ojos se desviaron momentáneamente hacia la pantalla de televisor que pasaba las noticias. Hace menos de una hora hubo una masacre por parte de un grupo terrorista, algunos salieron heridos, muchos muertos.

—Hay personas que te pueden ayudar a cuidar a los que quieres. Tu hermana está grave, pero ya la están cuidando en la sala de operaciones. Tú también estás aquí porque alguien te trajo. Entre nosotros debemos cuidarnos, no depender de una sola persona.

Tus oídos escucharon la narración de las noticias que continuaba emitiendo el televisor. Mientras llegaban más pacientes heridos, no podías dejar de pensar en una persona.

"Espero que esté sano y salvo."

—No tiene cuándo acabar. Estoy agotado.

Pavitr exhalaba con dificultad, probablemente habían pasado algunas horas donde estuvo tratando de proteger a los civiles de aquellos asesinos. Algunas partes de su traje estaban rasgados y también sangraba. Hacía mucho no se había enfrentado a un enemigo fuerte, pero el tiempo de delizada paz y la cantidad que debía enfrentar y también proteger le causaba una preocupación más agobiante que las heridas actuales.

After DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora