Él olía a té negro.
Luego de llorar unos minutos, tu respiración empezó a desacelerar, y un suspiro profundo se perdió en el pecho de tu acompañante. Habías dado rienda suelta a las emociones que habías tenido encerradas durante tanto tiempo, y el desborde de emociones ni siquiera te dejó razonar que la persona con la que te estabas desahogando apenas te conocía.
No solo eran por la muerte de Gayatri. El amor no correspondido al que nunca tomaste importancia, al que no pudiste contarle a nadie, porque era tu mejor amiga la que se veía involucrada; la falta de amigos, con quién hablar, y hasta ahora, ni siquiera Pavitr, que considerabas tu amigo ahora podía saber lo que pasaba por tu mente.
No se habían percatado, pero el sol había empezado a decaer, hubiera sido un momento muy pacífico si no se hubiera visto interrumpido por un gran estruendo. Soltaste un quejido de sorpresa, al mismo tiempo que sentías que la calidez reconfortante se alejaba de ti.
-Algo anda mal.
Te soltó delicadamente, y su vista se dirigió hacia las afueras, a la ciudad; imitaste su movimiento en busca del origen del sonido, ignorando el incómodo momento que acababan de pasar. Se puso de pie con notoria preocupación, y luego dirigió hacia ti una mirada parecida a una de disculpas.
-Tengo que irme. Puede estar pasando algo grave.
Antes de que pudieras decir algo, se dirigió con velocidad hacia la ventana de tu habitación, haciendo a un lado las cortinas que ya se mecían por la cantidad de viento de la tarde. Inclinado encima del metal de tu balcón, trataba de diferenciar de dónde venía el desastre.
Justo antes de lanzarse al vacío, gritaste desde tus adentros.
-¡Espera!
-¿Ocurre algo? - giró a verte nuevamente.
-Solo... ten cuidado.
-Lo tendré. Estaré bien.
-Chalo chalo.
Mientras lo veías alejarse, recitaste una oración por él, en silencio. Exhalaste en busca de calmar tus nervios acelarados, y hubiera sido suficiente si no fuera porque te volviste consciente de lo que había acabado de pasar. Tus mejillas se sonrojaron hasta las raíces de tu rostro, y aunque no había nadie ahí, tapaste tu vergüenza.
-Ojalá mamá no se entere de esto. -recitaste.
-¿Me entere de qué?
"Estoy en problemas."
Pavitr no pudo evitar reírse a carcajadas, se tomaba el estómago, tratando de tranquilizar las vibraciones que ocasionaban su felicidad.
-¿Entonces por eso estás castigada?
Asentiste con vergüenza y cuidado. Lograste engañar a tu madre para que no supiera toda la verdad, pero sin duda era consciente de que algo, o alguien, había estado en tu habitación. Probablemente ahora creía que tenías un novio.
-Pero solo le he ayudado, que no ha pasado nada fuera de lo normal. - agitaste las manos tratando de alivianar la situación.
-¡Eres increíble! ¡Mi mejor amiga también es la mejor amiga de Spider Man!
-Baja la voz, no quiero que se burlen de mí de nuevo.
-No hay nada de qué avergonzarse, ellos deberían tener envidia de ti. - hizo un ademán, señalando con la mirada a los compañeros que jugaban en el patio del colegio.
"No puedo creer que ahora tengo otro amigo, y los dos son igual de geniales."
Te emocionaste porque no recordabas la última vez que habías congeniado con otra persona, no era parte de tu talento ganarte la confianza de los demás. Se podría decir que Gayatri, Pavitr y Spider Man habían sido las únicas personas que eran capaces de ver las cualidades de tus actos huraños.
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After Dark
Fanfiction[Libro terminado] [En edición] El sol, astro rey que ilumina y da vida a todo los seres de la tierra. La luna, eterna vigilante silenciosa de la noche y entrega arrullos para dar sueños a los pobladores. Una estrella, pequeña y vacilante, a punto d...