Habían pasado un par de semanas. El dolor de cabeza ya había tranquilizado tus sienes, y se podría decir que tu semblante había mejorado. Todavía tenías en mente la promesa que le hiciste uniteralmente a Gayatri ese día, pero hasta ahora no habías logrado ningún avance, Pavitr parecía haber filtrado toda su energía ese día en el funeral; y el sol tan fulgoroso se había vuelto opaco y sin vida.
Esta vez sería diferente, porque por fin habías resuelto en el valor de volverte cercana a él, consolar la falta de Gayatri en ambos, recordándola como los buenos amigos cercanos que eran de ella.
Pavitr también parecía más accesible a ti después de todo, había comenzado a sentarse a tu lado, tal vez porque ya no tenía la cercanía de su amor y necesitaba alguien que se lo recordara.
"No puedo creer esto"
Mientras hacías círculos tras círculos en tu cuaderno, redescubriste que Pavitr había sido tu primer amor, la única persona de la que hubieras sido feliz si llamabas su atención. A pesar de eso, luego de tanto tiempo, ahora ya sepultados esos pensamientos, ahora solo buscabas que su amor por Gayatri no fuera olvidado.
-¿Pasa algo? - Pavitr te sacó de tus pensamientos, llamando tu atención.
Te había atrapado mirándolo fijamente.
-No es nada... - respondiste casi inmediatamente. - Solo estaba pensando y me distraje.
Nerviosa, tus ojos disparaban toda la información que podían percibir, Pavitr te estaba observando muy fijamente; giraste la cabeza rápidamente, tratando de ocultarte de esta situación, finalmente evadiste la escena cambiando bruscamente la conversación.
- Spider man se ha tomado unas vacaciones, al parecer.
Luego de un breve silencio de su parte, solo susurró -"¿Por qué lo dices?" - con intención de que el maestro no se molestara por los continuos murmullos.
- No le he visto hacer sus rondas vespertinas últimamente, era tan común verlo por los tejados que se me hizo de lo más normal.
- Debe ser una persona con muchos quehaceres.
- Seguro.
¿De vacaciones? Eso sonaba más gracioso cuando estabas a salvo en el salón de clases. Tus piernas estiradas en la pobre acera resquebrajada no dejaban de temblar, tu respiración iban a un ritmo casi desenfrenado; probablemente te ibas a desmayar en cualquier momento, el corazón se quería salir por la boca.
Otra vez ese maldito desquiciado estaba cometiendo destrucción, el mismo que había sido el responsable de esa muerte, y ahora probablemente también causante de la tuya. ¿Qué hacer en estás situaciones a parte de correr? Habías quedado rezagada, detrás de todas las personas porque se te había enganchado la chaqueta en quién sabe dónde, y después de haberla roto desesperadamente, eras la última en huir de aquel mercado. Sonido, estrepitoso y estresante que sentías cada vez más cerca de tu cabeza, una muy mala señal.
No sabes si fue para bien, o para mal, pero de un momento a otro, tus pies ya no tocaban el suelo; colgada boca abajo, te alejabas del lugar seguro que considerabas para tus capacidades. Expulsaste un grito aterrado con mientras tus ojos estaban a punto de estallar del susto.
-¡Tranquila, te tengo!
A pesar de estar boca abajo, y tener la vista en la tierra, reconociste el distintivo traje tan llamativo.
-¡Oh por Krishna, protégeme! - tapaste tus ojos sin dejar de gritar ni un solo segundo.
Tu salvador no volvió a dirigirte la palabra hasta que, después de unas volteretas que te habían provocado náuseas, te dejó en un techo de paja, lo más alejado y seguro que pudo conseguir en ese momento.
- Quédate aquí. - ordenó con una voz muy melodiosa.
Tomaste la elección más coherente en estos casos, y era el de obedecer, sobre todo cuando estabas en un techo apenas estable del cuál no podrías bajar tan fácilmente. Con las extremidades extendidas y con la espalda pegada completamente al techo, tomaste una resolución: "No volveré a salir de noche a comprar samosas por un maldito antojo."
De repente un pensamiento invadió tu mente. ¿Gayatri también estuvo en esta situación antes de morir? ¿Obedeció lo que le dijo el Hombre araña? ¿Hizo lo que le parecía lo mejor?
El techo tembló, y con terror te aferraste con tus cortas uñas a cualquier superficie que pudiera estar a tu alcance. Un nuevo grito quiso escapar de tu garganta, pero no estabas dispuesta a solo continuar rompiéndole los tímpanos a alguien, si había que hacer algo, ese momento era ahora. Aún con las piernas temblando como gelatina atinaste a ponerte de pie, tratando de mantenerte encima de los escombros que se estaban formando.
Y fue cuando le viste, por unos segundos, una persona completamente desconocida para ti; que ocultaba su identidad como un ladrón, pero que luchaba como el mismo espíritu que un poderoso lokapala, a tus ojos esa persona ya tenía una sola palabra para definirla: Esperanza.
-¡Sálvame!
Tus músculos tensos, tus brazos rígido por la cantidad de adrenalina que fluía por tus venas, sentías que perdías altitud y que ibas a caer más temprano que tarde.
"Bueno, al menos estaré contigo, Gayatri"
Era extraña la sensación de estar asustada, pero al mismo tiempo aliviada, mientras cerrabas los ojos en busca de protegerte del inevitable golpe.
"¡No! ¡No otra vez!"
Jurabas que habías escuchado esas últimas palabras antes de desmayarte, lo cuál al parecer no había sido mucho tiempo, porque cuando los volviste a abrir, tu barbilla se encontraba encima del hombro del super héroe.
-¿Qué? ¿Sigo viva? - parpadeaste varias veces, en busca de comprensión.
Te separaste asustada de la persona que te estaba tomando entre los brazos, reconociste la máscara; y aunque sus ojos no eran visibles para ti, sentiste que a través de esa tela que mantenía su rostro incógnito trasmitía un sentimiento de alivio casi palpable.
-Estás a salvo, señorita.
-Lo estoy... lo estoy.
Cuando percibiste algunas manchas de sangre, y te diste cuenta que no eran tuyas, la culpa se subió a tus hombros. - ¿Tú... lo estás? - expresaste con la voz temblorosa.
-Yo siempre estoy bien.
Fueron la únicas palabras que te devolvió.
El corazón se hizo un nudo, la persona que dejó morir a tu amiga, pero que te había salvado a ti; el super héroe que no puede salvar a todos, pero que era capaz de dar esperanza.
El alma que probablemente más enemigos y golpes había enfrentado en su vida, pero que podía seguir declarando con seguridad que estaba bien.
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After Dark
Fanfic[Libro terminado] [En edición] El sol, astro rey que ilumina y da vida a todo los seres de la tierra. La luna, eterna vigilante silenciosa de la noche y entrega arrullos para dar sueños a los pobladores. Una estrella, pequeña y vacilante, a punto d...