Butterfly. (FreenBecky)

Capítulo 7.

Disfruten:)

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Nunca he logrado descifrar el por qué de mis temblores, o el miedo que sentía ante un quirófano; los ataques de ansiedad comenzaron cuando yo estaba dando mis inicios en la universidad, y durante un largo tiempo, tenía un enorme miedo a los hospitales; me parecía incluso algo ilógico, considerando la carrera que había tomado, pero así fue como mi cuerpo decidió reaccionar ante algo que no comprendía.

Siempre tuve buenas calificaciones, sobresalía en las clases y era conocida por mis profesores como una excelente alumna, sin embargo, para aquel tiempo cuando empecé con todo aquello, nadie lo supo. Ni siquiera ahora. Los ataques eran mi mayor secreto, el cual no pensaba revelar a nadie.

Trataba de darle un nombre, trataba de conseguir las respuestas a todo esto, pero nunca encontraba nada; pensaba que era por el peso de mi apellido, pensaba que era por el hecho de que todos esperan lo mejor de mi, pensaba que era porque no soportaba ver a alguien sobresalir más que yo. Y así me lo fui creyendo.

Sin embargo, mamá -quien me vio solo una vez en uno de mis episodios -, llegó a la conclusión de que había algo más, algo de lo que no quería hablar y lo estaba evitando.

Y si lo había, prefería no saberlo.

El miedo que invade mi cuerpo ante la idea de operar a alguien es inmenso, y si aquello se debe a algo mucho mayor, prefiero dejarlo en incognita.

¿Que me pudo haber pasado al punto de que mi cerebro se cerrará por completo?

Sabía bien que al trabajar en un hospital y tener el conocimiento básico con el cuerpo y la mente, me ayudaría con facilidad para poder sacar un diagnóstico hacia mis malestares, pero lo menos que deseaba era generar un caos enorme entre mi familia.

Ya suficiente tenía con las personas que me criticaban por todo y esperaban hasta lo imposible de mi.

Decidí aceptar la propuesta de Freen, mi curiosidad por ver a su equipo trabajar era enorme, y aunque no soportará la presencia de la cirujana, sabía bien que ella tenía talento en lo que hacía. Observando a través de los cristales, puedo notar los monitores y los aparatos encendidos, la camilla está en el medio de la habitación con la paciente anestesiada, y todos los ayudantes rodeaban el cuerpo de la mujer, vestidos con sus uniformes azules, tapabocas y gorros, esperando a las órdenes de su superior.

Para mí sorpresa mamá y Charlotte aparecieron antes de dar inicio a la cirujana, ambas estaban en silencio a solo pocos centímetros de mi; por otro lado, yo estaba sintiendo como mi cuerpo quería desmayarse en cuanto Freen comenzó con el primer corte. Cierro mis manos en un puño y presiono mis uñas en la piel, mordiendo también mi labio, pues quería tratar de distraer mi mente.

- Es increíble. -Charlotte susurra, cruzándose de brazos. Mi garganta está seca y no puedo apartar la mirada de aquel cuerpo dormido en la camilla.- Ella no necesita hablar, parecen comunicarse por la mente. -Mi prima habla con un tono de admiración en su voz.-

- Tal vez por eso acepto el trabajo si podía venir con ellos. -Desvio la mirada cuando mi madre habla, notando como ella parece estar concentrada en observar a la cirugía frente a nosotras.- Todos hacen a la perfección su trabajo.

- Mira. -Charlotte señala, desvío la mirada para ver lo que ella apunta, esperando ver lo correcto.- Engfa me había mencionado lo atenta que debía de ser con Freen. -Frunzo el ceño, sin comprender.- Un pequeño error y todo se puede ir al carajo. -Ambas parecen admiradas ante lo que ven, con un brillo enorme en sus ojos y casi pareciendo dos adolescentes mirando de frente a su ídolo.-

- No entiendo. -Hablo luego de un segundo, sintiendo la mirada de ambas mujeres sobre mi.- ¿Que papel desempeña Engfa?

- Ella es la instrumentista.* -Charlotte habla como si fuera lo mas obvio del mundo.- He convivido con ella, me ha dicho que Freen trabaja con mucha cautela y precisión, es muy exigente con todo lo que conlleve la cirugía, y necesita una buena comunicación con su equipo. Prácticamente vivió con Freen durante dos años, quería que ambas estuvieran tan coordinadas, al punto de que ella no necesite decir una palabra para que Engfa entienda lo que quiere. -Mientras habla, mantengo mi mirada en la mujer, quien se mantiene frente a Freen, atenta ante cualquier orden que necesite.-