Capítulo 32.

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Disfruten:)

***

No sé exactamente como describir todas las emociones que están dentro de mi, es como si un volcán haya echo explosión dentro de mi cuerpo y yo solo pudiera tolerar una o dos emociones que reconozco, mientras que las otras, son completamente distintas; pase del miedo por hacer una cirugía por primera vez, a la preocupación por haberme desconectado del mundo, luego de la felicidad porque tenía a personas celebrando mi logro... Hacia algo indescifrable luego de escuchar las palabras de Freen.

Sentía extraño el pecho.

Como si una presión se hubiera instalado allí y no me quisiera dejar respirar. Mi cuerpo entero temblaba pero no era por miedo o nervios. Mis mejillas estaban calientes pero no era por excitación o deseo. Mi estómago tenía un revoloteo divertido y dulce, pero no era por tener hambre o por náuseas.

¿Que ha hecho ella conmigo?

Pienso una y otra vez en sus palabras, pienso en su mirada en mi, pienso en la seriedad con la que hablo, pienso en la seguridad que desprendía al hablar.

Ella siempre me ha hablado con la verdad.

Era claro que no estaba mintiendo en lo que dijo.

¿Por qué me sentía de este modo?

No quería que la noche tuviera un desenlace como aquel, de hecho, esperaba al menos pasar un rato agradable con ella, pero entonces, mis impulsos me hicieron hacer lo que hice, y solo genere que todo se sintiera incómodo y extraño.

Las palabras de Nam habían echo eco en mi cabeza, era claro que ella conocía mejor a Freen que yo, sabía lo que su amiga sentía y sabía en lo que probablemente se estaba metiendo; y luego uniendo todo con las conversaciones que tuve con Samantha y Charlotte, me encontraba siendo un desastre de emociones, y solo deseaba que la cirujana me aclarara todo.

El alcohol en mi tampoco sirvió mucho, y ni hablar de todo lo que sentí durante todo el camino a su departamento.

Está enamorada de mi.

Ella está enamorada de mi.

Y yo solo me fui como una cobarde.

No sabía que responder, y tampoco quería discutir, o tal vez si, no lo sé; la realidad era, que estaba incluso más confundida que antes, y no podía dejar de pensar en sus palabras; ella probablemente quedó destrozada luego de escuchar como salí por su puerta, o tal vez no.

No sé que debo de hacer. O que debo pensar.

No sé que está sintiendo ella ahora mismo, no sé si debo escribirle y decirle que se deje de juegos.

¡Mi mente no se aclara!

Detengo el auto en un semáforo en rojo y presiono mi cabeza en el volante, soltando un largo suspiro, cerrando los ojos por un momento, tratando de pensar en otra cosa que no sea ella; pero se me es imposible, no puedo dejar de pensar en Freen.

Todo va dirigido a ella.

La bocina de un auto hace que salga de mis pensamientos, indicándome que avance pues ha cambiado la luz; bajo un poco el volumen de la radio ya que no me encuentro de humor para música, observo los alrededores y reconozco algunos sitios, pues recuerdo haber estado por aquí en mis tiempos de la niñez. Mientras avanzo, apoyo mi brazo izquierdo en la ventana y acaricio mi frente con mis dedos, tratando de calmar el dolor de cabeza allí.

Sabía quién podía ayudarme en este momento.

Él siempre me ha escuchado.

La noche apenas está iniciando, las estrellas comienzan a aparecer y los últimos rayos solares se ocultan en el horizonte, miro a las personas caminar por la calle mientras rien y hablan; me detengo en otro semáforo y observo como una pareja está fuera de un café, abrazándose y dándose un largo beso lleno de muchas emociones. Al separarse, la chica observa a aquel hombre con ojos brillosos, y él solo le dice algo, haciéndola reír.

Butterfly. (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora