Capítulo 30.

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Disfruten:)

***

Probablemente en el mundo existan muchas personas que quieran arreglar su pasado, existan seres que deseen con todo su corazón volver a nacer y hacer las cosas bien; tal vez, existan muchos con el mismo pensamiento, pero con contextos diferentes.

Cometemos errores, aprendemos de ellos, no lo volvemos a repetir. O tal vez si.

Acciones que generan vergüenza absoluta. Acciones que te dan ganas de querer desaparecer de la tierra.

La suerte no siempre está del lado de los buenos, y los buenos casi siempre deben luchar para conseguir lo que desean.

Por otro lado, la suerte parece favorecer solo a los malos, les da empleo, les da dinero, les da la maravilla de tener una excelente vida. Les da la dicha de experimentar nuevas sensaciones.

Y es ahí cuando el bueno cambia.

Para bien... O para mal.

Nadie dice que todo sea sencillo, nadie te dice que te debes rendir a la primera, o luchar luego de fallar, nadie te acompaña en tus mejores momentos, o en los buenos.

Nadie puede hacer cambiar tu personalidad.

O tal vez si.

Nadie puede cambiar tanto a alguien sin destruir lo que fue.

Desde una joven niña que decide olvidar todo su pasado y concentrarse en su futuro.

Hasta un joven muchacho que toma la decisión de mantener esos recuerdos y llevarlos consigo, esperando el momento, esperando el lugar. Esperando obtener lo que desea.

Dos mundos tan iguales pero tan distintos.

Dos seres que nacieron sin nada y crecieron con diferentes enseñanzas.

Dos seres que debían permanecer juntos pero el destino separó.

Dos hermanos que solo querían el amor y la protección de un padre, de una madre.

Dos corazones que necesitaban amor.

La suerte no siempre está del lado del bueno, pero es ahí cuando la voluntad hace presencia, es ahi cuando debes tomar la decisión de luchar o estancarte.

Y lamentablemente, ese chico no tuvo ni suerte, ni amor, ni familia, ni amigos.

Con sus manos llenas de sangre, las lágrimas saliendo de sus ojos, el pensamiento constante de ser separado de su hermana, el arrepentimiento de haber herido a aquel hombre, la sensación extraña en su pecho. Las ganas de desaparecer.

El deseo de regresar al pasado y no cometer aquel acto; pero era su hermana, su amiga, su compañera, su pequeña, y tenían hambre.

Él solo quería darle algo de comer.

Él solo quería cuidarla.

Él quería ser todo para ella. Quería ser la familia que nunca tuvieron.

La patrulla sigue su camino y los dos oficiales se rien de un chiste que alguno de los dos dijo, ignorando el llanto de aquel niño, ignorando sus palabras de arrepentimiento, ignorando constantemente el nombre susurrado por el mellizo.

Quería regresar con su hermana, y los oficiales simplemente lo ignoraban.

La suerte está solo del lado malo de la humanidad y lamentablemente aquel niño lo vería.

La patrulla se detiene, a los lados de la carretera solo hay árboles y zona boscosa, no se escucha nada más, solo las aves a lo lejos, ni un auto, ni una persona, nadie cerca; un oficial sale del auto, maldiciendo y dando la orden de que se calle, pero el niño continúa llorando, asustado, queriendo regresar con su hermana, ignorando las palabras del hombre mayor.

Butterfly. (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora