Capítulo 16.

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Disfruten:)

***

Me sentía decepcionada conmigo misma por como había terminado todo, después de haber tenido un enorme arrebato de adrenalina al punto de querer hacer la operación, el pánico me invadió por completo, dejándome en el limbo y sin tener control alguno sobre mi. Aquello solo generaba en mi cabeza pensamientos negativos hacia mi persona, y también, la enorme sensación de que tal vez, jamás podría llegar a ser lo que mi familia espera que sea.

Algunas veces odio tanto el enorme peso que genera mi apellido.

Cuando entre a la universidad, jamás me sentí insegura ante algo, jamás me llenaba de pánico al ver sangre y jamás dude en mi decisión por la carrera; sin embargo, de un momento a otro, el pánico y la ansiedad se apoderaban de mi cuerpo cada vez que alguien mencionaba un quirófano. Y aunque trataba de buscarle sentido a esa situación, simplemente no la conseguía.

Y no podía tomar terapia, me aterraba enormemente descubrir cuál fue el motivo por el cual mi cerebro decidió cerrarse a ese recuerdo. Eliminando cada memoria que me llevará al traumático momento.

Sabía que era un trauma, estudio medicina, es obvio que tarde o temprano vería algo relacionado con la mente y el cuerpo. Pero no quería saber que tipo de trauma era.

A veces culpaba a mi apellido, y otras veces culpaba la presión que sentía por mis padres, pero nunca culpaba a lo que verdaderamente le temía.

Entendía bien el sentido de protección de mamá hacia mi, ella misma me habló sobre la charla que tuvo con Sarocha y su advertencia, sin embargo, jamás imaginé que la suspendiera por dos semanas. ¡Era demasiado! Mamá había tomado las cosas exageradamente, y aunque todo fue mi culpa, Freen decidió tomar toda la responsabilidad.

Y no comprendía el por qué.

Agradecía mucho que todo se mantuvo entre el grupo y mi madre, lo sucedido no llego a oídos de otras personas y eso me tranquilizaba, pues ser señalada por haber tenido un enorme pánico ante una cirugía era algo que no esperaba. Ya suficiente reputación tenía con respecto a hacer las cosas a mi modo.

Aún así, no pude estar tranquila en todo el día, y el recuerdo de la cirujana ayudándome a sobrellevar mi ataque de pánico se mantenía presente en mi mente.

Era su día libre, ¿por qué llegó al rescate?

Considerando también que ella parecia no querer discutir como siempre lo hacíamos, Freen también había tenido un enorme cambio de actitud ante mi, y si antes pensaba que había sido por la conversación con mi madre, por alguna razón a mi mente llegaba la imagen de que tal vez cambio porque quería dar una buena impresión a su nueva enfermera.

¡Dios! Voy a terminar enloqueciendo si continúo de este modo.

Ahora tenía una deuda con la persona menos favorita para mí, y debía disculparme por lo sucedido. Ella estaría dos semanas sin trabajar, y ya que ambas compartíamos el amor hacia nuestro trabajo, lo mínimo que podía hacer era ir y pedirle una enorme disculpa.

- Y ahora la horneas por treinta minutos. -Susurro para mí misma, sin apartar la mirada del libro de recetas sobre mi enorme mesón.- Siempre te gustaron las galletas, espero que al menos sepas hornearlas, inútil. -Vuelvo a hablarme, metiendo la bandeja en el horno y colocando el tiempo en el reloj.-

El silencio en mi departamento era enorme, no me sentía con ánimos para escuchar música o cualquier melodía, así que había decidido simplemente hornear algo con solo mis pensamientos escuchándose; había decidido tomar un día libre, le había dicho a mi madre que no me sentía muy bien y ella me lo concedió sin problemas, advirtiéndome que me vendría a ver junto a papá en cuanto terminarán la jornada.

Butterfly. (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora