Capitulo 35.

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Disfruten:)

***

Nunca me imaginé en una situación como está, de hecho, al crecer, siempre pensé que gracias a mi apellido tendría resuelto absolutamente todo, como vivir, que trabajar, con quién casarme, incluso cuántos hijos debía tener; pero ahora, todo es diferente, mi vida dió un completo giro y no sé si esto sea bueno o malo. Por supuesto, mis padres jamás se interpusieron en mis pensamientos, jamás dudaron de mi, y siempre tuvieron fe de que elegiría el camino correcto, sin embargo, he sido un completo fracaso.

Cuando mi padre tenía mi edad, se convirtió en el joven mas popular en el área de la medicina, su apellido lo ayudaba un poco, pero su inteligencia y talento lo catapultaron al puesto en el que aún se encuentra; y mi madre, aunque obtuvo el apellido después de casarse, también se volvió una mujer importante, convirtiéndose así en la primera mujer Armstrong -no de sangre- en ser la directora y dueña de un hospital.

Mientras que su honorable hija sufre de ataques de pánico y no logra hacer una cirugía sin tener un pequeño momento de locura.

A veces me preguntó si de verdad soy de esta familia.

Tenía miedo, por supuesto que tenía miedo de que mis padres se enteraran de la verdad, para ellos, yo simplemente quería tomarme mi tiempo en todo esto, pero les aseguraba completamente que haría una cirugía pronto, pues yo si quería disfrutar de mi adultez.

Que estupidez.

El nepotismo es algo de lo que siempre me aproveche, pero ahora mismo me avergüenzo por completo.

Si mi madre se entera de todo esto, probablemente haga un escándalo por no ser lo suficientemente atenta con su hija, mientras que papá buscaría el modo de ayudarme, generando así una completa presión en mi para salir de aquel pozo en el que estoy, sin dejarme hacerlo a mi ritmo.

Causando mayor estrés.

Los amo, pero me presionan indirectamente.

En cuanto a mi abuela, ella probablemente me destierre de mi apellido si se entera que estoy por tomar terapia.

"Un honorable Armstrong siempre está preparado para lo que sea."

Siempre han sido sus palabras, y las de su padre, y las del padre de su padre, y así hasta llegar a quien inicio con todo esto. Con todo el honor familiar.

¿Por qué no nací con otro talento?

¿Actuar tal vez?

¿O en otra familia?

El color gris y blanco de las paredes hacen que las pinturas en ellas resalten, cuadros de pintores populares haciendo que el lugar se vea mucho más acogedor, la calidez del ambiente también hace que me sienta en confianza, la recepcionista me mira y sonrie con amabilidad, mientras yo trato de calmar la ansiedad en mi cuerpo. La silla se siente caliente bajo mi trasero, y no se si es la madera o yo la que estoy en esa temperatura.

Freen quiso acompañarme pero le dije que no era necesario, pues ella estaría ahora mismo cumpliendo con su turno en el hospital, así que la vería en pocas horas.

Me hubiera gustado no haberle dicho aquello, ahora mismo la necesito más que nada.

Ajusto el reloj en mi muñeca y acaricio la correa de este, tratando de sentirme más cerca de mi novia, no sé si se trata de la ansiedad pero el tic tac del reloj en la pared lo puedo escuchar en mis oídos, mis manos sudan y siento como me pica todo el cuerpo.

- Señorita Armstrong. -La recepcionista me saca de mi estado, haciendo que la mire.- Ya puede pasar. -Me sonríe, así que hago lo mismo, tratando de calmar mis nervios.-

Butterfly. (FreenBecky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora