Capítulo 17. Lazos Parte 2

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El sol estaba a nada de meterse y los hijos de villanos casi llegaban.

-Suéltame... Jay... s-solo lárguense... no se a-atrevan a llevarme a casa.

Por supuesto los quejidos de Mal estuvieron resonando durante todo el trayecto. No le hicieron mucho caso que digamos, y de nuevo quedó inconsciente.

En un minuto más, ya estaban frente a la puerta.

-¿Tocamos? -sugirió el hijo de Cruella temblando ya desde ese momento.

Evie se acercó para hacerlo, solo que justo antes de lograrlo las puertas de pronto se abrieron. Aunque nunca vieron a alguien. Que raro. Entraron al salón principal. No era muy distinta a las demás casas de villanos pero esta lucía un poco más oscura y tenebrosa. O tal vez era pura sugestión de ellos quienes volteaban hacia todos lados intentando encontrar a la temida presencia.

Realmente estaba muy oscuro, y no alcanzaban a ver nada hasta que de un momento a otro la enorme chimenea que tenían a un lado se prendió por sí misma.

Los tres gritaron. Carlos intentó saltar sobre Evie como normalmente lo hace con Jay pero obviamente esta nunca lo sostuvo -Auch...

Hasta que de pronto la vieron.

La sombra de unos cuernos se fue expandiendo poco a poco por todo el suelo frente a ellos, y en cuestión de segundos, la mujer con enorme capa negra y morada hizo acto de presencia. Tenían a la mismísima Maléfica delante de sus narices.

-Ma-Ma... Maléfica... -titubeó Carlos con todo el pavor acumulado en sus piernas.

La bruja se mostraba inexpresiva y solo se mantuvo observándolos.

Nadie había hecho un siguiente movimiento hasta que Evie logró reaccionar y dio un paso adelante.

-Maléfica... p-por favor... Necesitamos su ayuda... -temblaba, pero no de miedo, sino de angustia -Es Mal. Unos piratas nos aprisionaron y ella intentó defendernos, pero terminó muy herida... por favor... ayúdela...

Maléfica no dijo nada y de pronto la atención de todos se enfocó en Mal quien por fin logró separarse de Jay quedando al frente.

-Madre... -pronunció firme e intentando ocultar cualquier atisbo de dolor que sentía.

-Mal espera... con cuidado -Evie trató de tomar su brazo, pero Mal lo evitó sosteniéndola de la muñeca.

-Les dije que largo -pronuncio rechinando los dientes mientras la veía con ojos amenazantes.

-Entonces... unos piratas -la voz de Maléfica finalmente se escuchó y todos sintieron el corazón, subir hasta la garganta -Dime Mal... -vio a su hija y esta volvió a posar como soldado -Dime que usaste tu magia y te defendiste. ¿Lo hiciste cierto? -Mal apretó los puños y quedó cabizbaja -¿La usaste? ¿O tan temprano quieres que empecemos con los problemas?

Evie abrió los ojos al escucharlo y su cuerpo actuó por instinto.

-Sí lo hizo -no tuvo miedo de mentir -De verdad... lo hizo... pero eran demasiados. No hubo forma - los otros dos la vieron sorprendidos.

Pero Jay no quería dejarla sola -Estuvo increíble, debió verla.

Carlos tragó seco -S-sí... muy i-increíble.

Maléfica de pronto se acercó hasta quedar frente a su hija y se inclinó para susurrarle -Sabes que tengo ojos por toda la isla ¿verdad? -reacomodó su postura -Dime Mal, ¿Lo que dicen es cierto?

Fueron largos segundos de suspenso hasta que Mal alzó la cabeza para verla directamente a esos ojos color amarillo que tanto miedo han causado a lo largo de las décadas.

Descendientes 4: Alientos de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora