Capítulo 14. El puente

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-¿Qué... qué fue lo que pasó? -Lonnie quedó sorprendida, al igual que todos.

Hasta hace unos momentos estaban prácticamente acorralados. El número de criaturas aumentó considerablemente y solo un pico de Doug no bastaba. Abatidos, exhaustos y derrotados, creyeron que no iban a salir de esta de no ser porque de un segundo a otro, todas las criaturas desaparecieron.

-Solo... se esfumaron así como así. ¿Habrá sido un milagro? -Uma comenzó a sentir ganas por rezar todas las noches.

-No -Báron sacudió el rostro en negación -Alguien acabó con la criatura madre, y sin ella no existen los otros -explicó siendo muy razonable.

-No fue nada chicos -Gil posó como para hacerle una estatua en la ciudad.

-Sigue soñando. Obviamente fui yo -Harry estaba muy convencido.

De pronto Ben vislumbro algo a lo lejos. Se trataba de Evie y los chicos que llegaban finalmente, pero ver que traían a Mal consigo fue lo que lo hizo salir disparado antes que cualquiera.

-¡HEY! ¡POR AQUÍ! -Carlos fue el primero en hacerlos notar. Todos de pronto los observaron.

-¡Oh por dios son ellos! -exclamó Jane acercándose junto con el resto.

Hubieron abrazos, sonrisas y se agradecían de que todos estaban a salvo. Ben llegó junto con Jay quien cargaba a Mal, y este último la colocó en el suelo.

-Mal... -murmuró el rey de Auradon tomándola por la mejilla e intentando convencerse de que no era un sueño. Luego la abrazó con ímpetu -Lo lograron chicos... de verdad lo lograron -habló durante el acto. Su voz estaba quebrada y algunas lágrimas ya escurrían por su mejilla.

Claro que no todo eran buenas noticias.

-Ben... Mal usó magia -reveló Evie y el chico la volteó a ver como si tuviera a la mismísima Evílica de frente -Debemos irnos ahora mismo.

Por toda la adrenalina que había sentido, Ben nunca se percató de la mancha cubriendo casi todo el brazo, hasta ese momento. Sintió un nudo en la garganta, pánico, ira, impotencia. Pero ahora mismo no había tiempo para nada de eso, y asintió levantándose junto con ella.

-En marcha.

Fue una suerte que ya no volvieran a aparecer más de esas criaturas, aunque no estaban seguros de si realmente eso eran buenas noticias. Después de todo, si Evílica quisiese, jamás desaparecerían. ¿Acaso estaba tramando algo? No lo sabían, y preferían nunca averiguarlo.

Por desgracia eso último no se les cumplió.

Llegaron finalmente al borde de la isla. Sonrieron al ver que el puente estaba ahí, y ya iban a cruzar pero Ben los detuvo.

-Alto.

-¿Qué? ¿Por qué? -Jay volteó sin creer lo que escuchaba -Estamos a tan solo unos metros para que Mal se recupere -le recordó.

-Espera, creo que sé a lo que se refiere -al parecer Báron conectó ideas con el rey de Auradon -No puede ser tan fácil, ¿cierto? -volteó a verlo.

Ben asintió y con Mal en su espalda avanzó. Iba caminando lento y todos lo observaban. Se detuvo al llegar al inicio del puente, y estiró la mano confirmando lo que más se temía.

Una barrera apareció frente a él y esta cubría toda la isla.

-Mierda...

-No...

-Carajo.

Se escucharon lamentos.

Ben apretó los puños, pero en cuestión de segundos alzó la cabeza decidido -No nos vamos a rendir. Debe haber alguna forma. Tal vez si atacamos todos al mismo tiempo...

Descendientes 4: Alientos de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora