Capítulo 7. Un nuevo legado

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Ben fue acompañado por Evie, Jay y Carlos al museo.

Ya sabían a lo que iban, por lo que no tardaron mucho en recoger todo lo necesario y lo que estaba acordado dentro del plan. Luego se reunirían junto con los demás y el hada madrina.

Irían todos menos Mal.

Todos estuvieron de acuerdo en que ella no debía enterarse por ningún motivo. Les dolía mentirle, especialmente a Ben y los tres villanos, pero saben perfectamente que su reacción no sería para nada buena. Querían dejarla fuera de todo lo que sea posible, y hacerla enfocarse en solo descansar.

Llegó la noche y finalmente todos se reunieron en la cancha de Tourney.

Estaban ordenados en fila esperando al hada madrina quien yacía frente a ellos. Y una vez que la mujer estuvo lista, comenzó con los primeros.

-Empezamos con ustedes, Harry y Gil -dijo acercándose a los chicos -Harry tu tendrás el sable, y Gil tú el trabuco de sus respectivos padres. Usé un poco de mi Bibidi Babidi, y ahora Harry, al blandir la espada, sacarás fuertes ráfagas cortantes de viento. Y Gil, con un disparo del trabuco sacarás potentes balas de magia que harán un gran daño en área -el hada madrina se las entregó y ambos chocaron las manos.

-Excelente.

-Me gusta.

El hada sonrió, luego pasó con el siguiente -Uma para ti no es una sorpresa que llevarás tu caracol... PERO... Contigo también llevarás esto- dijo el Hada Madrina sacando un objeto.

-Imposible... -Uma ensancha los ojos -El tridente de Tritón.

-Sí... aunque bueno... en realidad, ahora mismo solo es un artefacto vacío -la mujer lo alzó un poco para verlo mejor -Perdió su magia cuando Tritón lo reemplazo por uno nuevo. Sin embargo, te va a funcionar como catalizador.

-¿Catalizador? ¿Qué es eso? -preguntó Uma sabiendo que no había escuchado nada como eso en la isla.

-Un objeto que te dará mejor control. En este caso, el tridente moldeará la magia de tu caracol y generará poderosos ataques.

-Oh por dios eso suena tan increíble -Uma finalmente agarro el tridente y comenzó a hacer unos pasos de baile por la emoción.

El hada continuó.

-Doug, tú recibirás...

-El pico minero de mi padre -dijo el chico viendo el artefacto frente a él.

-Correcto, y también bastó un poco de mi bibidi babidi para que ahora con él, puedas partir cualquier cosa que tengas al frente, no importa el material que sea.

-Ligero y fácil de usar, es perfecto -dijo el chico sujetándolo y acomodándose los lentes.

-¡Lonnie! Tampoco es sorpresa lo que llevaras tú -se acercó a la chica -Aquí está la armadura de tu madre y la espada de Shan Yu, al igual que todo lo anterior, apliqué un poco de mi bibidi babidi, la armadura es menos pesada y más resistente, mientras que la espada, al blandirla, disparará unas explosiones al estilo de fuegos artificiales que aturdirán a tus enemigos -dijo el hada Madrina mientras le entrega las cosas.

-Es un gran honor poder defender a mi país y a mi familia -Lonnie hizo una reverencia al estilo de China.

-Jay, a ti te otorgaré los poderes del Genio de la Lámpara, desafortunadamente no puede darte el don de los deseos, pero sí otra habilidad -dijo alzando la lámpara frente al chico para luego frotarla.

Humo comenzó a salir de ella y en unos segundos, un genio color amarillo hizo acto de presencia. Jay lo vio sorprendido, pero antes de lograr tener algún tipo de interacción, el genio voló hasta meterse dentro de él

-Es... e-es... una extraña sensación -explicó tocándose el pecho -Una muy extraña pero buena sensación -dijo elevando los brazos y mostrando sus músculos -¡Me siento más fuerte! Mucho más fuerte.

-Oh es que ahora eres más fuerte -le confirma el hada -Acabas de recibir la fuerza sobre humana del Genio.

El chico sonríe y continúa presumiendo músculo mientras el hada madrina pasa con el siguiente.

-Ahora es el turno de Carlos -el hada saca de su bolsillo un pequeño artefacto.

-¿Un reloj? -Carlos ladeó la cabeza.

-No es cualquier reloj, es uno perteneciente a un conejo que alguna vez ayudó a una joven llamada Alicia.

-¿Qué tipo de habilidades tiene?

-Igual que la liebre, serás más rápido que cualquiera, podrás saltar muy alto y dar potentes patadas.

Carlos ahora sí que sonríe y lo acepta muy emocionado.

-Mi querida Evie, obviamente el espejo de tu Madre es tuyo -alza el artefacto -Pero le hice unas cuantas modificaciones; Ahora lanza rayos de luz, para lastimar a cualquier enemigo que se interponga. También, te servirá de escudo contra la magia. No importa qué hechizo te lancen, el espejo lo rebotará para protegerte. Y por supuesto... aún cuenta con ya sabes cuales hechizos -dijo con un guiño en el ojo y finalmente entregándoselo.

-Le agradezco mucho hada madrina -sonrió Evie en medio de una elegante reverencia. Luego apretó el espejo entre sus manos y lo vio con añoranza. Le traía muchos recuerdos, especialmente el día que llegaron por primera vez al que ahora es su hogar.

El hada suspiró antes de pasar con la siguiente, luego sonrió.

-Jane... mi pequeña, sabes que estoy en contra de que hagas esto pero no importa lo que diga, saldrás a luchar al lado de tus amigos ¿cierto?  -dijo sujetando a Jane por los hombros.

-Así es Mamá, jamás abandonaré a mis amigos -respondió con un tono de seguridad y firmeza, y el hada sonrió con orgullo al ver lo mucho que ha cambiado para bien desde que llegaron los villanos.

-Eso creí, así que ya es tiempo de que tengas esto...

Jane ensancha los ojos -La varita mágica...

El hada asintió -No podrás usar todos los hechizos que yo conozco, pero basta con que la agites para que te defienda del peligro, ten mucho cuidado, hija mía -dijo entregándosela para luego abrazarla

-No te defraudaré.

-Nunca lo haces -sonrió el hada una vez más. Luego se giró -Y finalmente, Ben -dijo y el chico ya estaba más que listo -Usarás esto.

Todos voltearon y observaron la escena con alegría y admiración.

-Eso sí que es una grandiosa y perfecta ironía -dijo Uma negando con una sonrisa.

El hada alzó los objetos.

-La espada y el escudo hechos por Flora, Fauna y Primavera, con los cuales el Príncipe Felipe derrotó a...

-Maléfica -terminó de decir Ben, sosteniendo ambas armas son firmeza.

Dio un paso al frente y volteó para ver las miradas de todos, quienes le sonreían y asentían con la cabeza.

Luego se giró para ver a la mujer nuevamente.

-Estamos agradecidos por su ayuda y confianza, hada madrina. No la defraudaremos, nosotros protegeremos el reno.

El hada los observa con orgullo, y finalmente habló.

-Ha llegado el momento muchachos. Es turno de que los descendientes escriban su propia historia.

Descendientes 4: Alientos de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora