Capítulo 8. El inicio del fin

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Mal estaba harta de pasar todo el tiempo en su habitación.

Ya era de día, y al igual que ayer, llevaba horas sin saber de Ben y el resto. Y pensó que seguramente se mantendría así por más tiempo. Por lo que, sin Evie vigilándola a cada segundo, aprovechó para hacer algo que ha tenido en mente desde que fue visitada por el cuervo.

Salió del cuarto, y del castillo. Luego se dirigió al jardín y se encontró justo a quien estaba buscando.

Vio a Báron a lo lejos, en una de las bancas, pero no se acercó, solo se limitó a observarlo.

Fue hasta que Báron se adentró en el bosque que sonrió y decidió seguirlo. Sabía que en algún momento eso iba a pasar.

-Sé que me estas siguiendo -dijo el chico ya varios metros dentro del bosque.

-Tampoco es que me haya estado escondiendo -respondió la hija de maléfica cruzándose de brazos.

-Largo.

-No.

-Entonces acabaré contigo de una vez -tronó los puños.

-Sé que no lo harás.

-¿Y cómo puedes estar tan segura?

Mal lo observó, luego resopló.

-Dime Báron, ¿por qué estás del lado de esa hechicera? -desvió el tema y Báron alzó las cejas.

-Veo que ya lo sabes -sonrió.

-Sí, y también es fácil suponer que tú robaste el cetro de Maléfica.

-Entonces, con mayor razón deberías tenerme miedo.

-Nunca te he tenido ni un poco -declaró Mal y frunció el ceño -Y mucho menos a esa bruja.

-Pues deberías -Báron relajó los músculos y dio una vuelta quedando de espaldas con los brazos detrás de la cabeza.

Mal se mantuvo pensativa durante algunos segundos, luego habló.

-Lo primera que se le ocurriría a cualquiera, es que estás de su lado porque solo ella podría deshacerse de mí, y con ello obtendrías tu venganza -el chico no dijo nada, y se limitó a aparentar indiferencia -Pero realmente dudo que solo sea eso. Hay algo más, y esto es lo único que se me ocurre -hizo una pausa, luego resopló y lo vio con firmeza -¿Te prometió revivir a tus padres?

Báron ensanchó los ojos y sintió sus pupilas dilatarse. Volteó a verla con tosquedad y apretó los puños.

-Vete.

-Por tu reacción intuyo que es verdad. Pero dudo que seas tan tonto para creer que la magia del cetro es tan poderosa como para revivir a personas. Así que debió decirte que en él se guardan sus almas, y ella las liberaría -dijo Mal ignorándolo y demostrando mucha astucia -O algo así, no lo sé. Pero ya te digo yo que eso no es-

Mal supo que colmó su paciencia cuando el chico no la dejó terminar y ya la tenía agarrada por la ropa, igual a la primera vez.

-Juro que acabaré contigo.

No hubo tiempo de una respuesta cuando el graznido de un cuervo se hizo presente y ambos voltearon a ver como el ave aparecía de entre los árboles hasta posar sobre una rama.

-¿Tan rápido ya dejando que la mocosa te saque de quicio, renacuajo? -rio.

Báron chasqueó la lengua y la soltó de un empujón.

-Felicidades bruja -Mal comenzó a hablarle con sorna -Tus manipulaciones son infinitamente mejores que las de mi madre. Por fin algo en que la superan -se burló, y a la mujer no pareció agradarle.

Descendientes 4: Alientos de DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora