Espero a estar listo
y no hay momento,
ni tiempo ni lugar,
para hacer lo correcto,
para no defraudarme,
tampoco a los demás.
Demostrar valores y talento,
que puedo no albergar.
Así con todo me pasa,
si puedo lo aparto,
hasta que se vaya la desidia,
en cuanto tenga ganas,
que mucho tardan en llegar.
La inspiración en otro sitio,
donde no debería
ella siempre está.
Que no es por no hacer,
es el hastío de la perfección,
de las expectativas gigantes,
de querer hacerlo mejor.
Sentir que sí que valgo,
que no soy un fraude,
una simple imagen,
una suerte por error.
Dormirme sin laureles,
drogarme con las series,
o canciones nada más.
Todo vale para evitarme,
para no mirarme y no juzgar:
¿en qué coño perdí el tiempo?
En ensimismarse y morirme,
de vergüenza por soñar.
Ni enfrento trabajos ni dilemas,
ni obligaciones que cumplir,
ni conversaciones pendientes.
Para no hacer(me) daño,
no querer pasar el trago
de ponerme yo a pensar:
en que no soy tan bueno,
en ningún sentido, en... ¡mierda!
Qué pereza...
que me trague ya el sofá...
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Poemas callados
PoetryPalabras que no digo y pensamientos que guardo. Día a día, paso a paso.