Atrás dejé mi planeta
buscando galaxias soñadas.
Ni lágrimas por marchar,
ni tristeza guardada.
No importaba el lugar,
solamente era amor,
amor por estrellas lejanas.
Pasé Andrómeda,
perdí de vista el Sol,
qué bella fue Casiopea,
detrás ya quedó Orión.
Cuanta más inercia llevo,
más y más veloz.El inmenso eterno
espacio sideral,
fiero y mortal.
No alcanzo a ver,
ya todo es calma,
ficticia y fugaz.
Pues todo se curva
según la gravedad,
ese continuo espacio-tiempo
que guarda rincones
y te atrapa en momentos
de los que deseas escapar.Llevo en mi nave mi vida,
mi esperanza, la intriga
de un viaje esperado.
Nervios por la misión,
y por la compañía.
Qué alegre voy yo,
cosmonauta inocente,
pero qué tensión se respira.
Desde la sala de mandos
la capitana ya advierte,
un fallo de cálculo,
con una mirada tan fría...El viaje estelar se complica.
Efímeras luces tan tenues,
veo galaxias morir a lo lejos
y pienso en su suerte.
Suerte de no tener que vivir
con recuerdos dementes.
Esos que te dieron la vida
que ahora lenta perece.
Lejos está mi planeta
para volver a encontrarme,
para volver al despegue.
Solo me queda navegar
en campos de asteroides.
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Poemas callados
PuisiPalabras que no digo y pensamientos que guardo. Día a día, paso a paso.