Poemas callados

Pan y pena: 2 relatos en 1

Rápido viene,
no pronto se va,
sus ojos en el vacío
de mi roto despertar.

Cargando de lejos,
de tiempo atrás,
las lágrimas de barro,
las noches de rechazo,
recuerdos de ansiedad.
Sin fuerzas que dijeran:
déjalo ya.

Tranquila trae
una breve mirada,
una fugaz sonrisa
y unos pasos que apurar.

Obligada al olvido,
triste memoria
que no debe revivir,
las miradas de rabia,
palabras podridas
por quién vivía,
pero no viví.

Tarde aparece,
cubriéndose del sol,
derrochando alegrías
que recojo yo.

Suenan de lejos,
murmullos de reloj
diciendo se acabó,
que no puedo volver,
a tardes escondidas,
entre calles y avenidas,
huyendo de noches de hiel.

Salta los adoquines
andando con su son.
Callada y pensativa,
palabras sin su voz.

Y ahora que parece,
que el pasado ya pasó,
todo se me rompe,
de gastarse se acabó.
La fuerza de mis ganas,
el barro me cegaba,
todo lo que necesito hoy...

***

Pena sin buena solución.
Llegará lejos y triste la alegría,
el calor de la mirada
que me mira siempre libre,
que me mira y ríe como soy.