Cap.4 ~ Una ayuda

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Después de acabar las clases del jueves, salimos los mismos que habíamos entrado juntos. Durante todo el día yo había estado pensando en el sueño que había tenido, sin enterarme de nada de lo que pasaba a mi alrededor. La profesora me llamó la atención varías veces pues estaba con la mirada perdida y sin prestar atención en clase.

—Hoy es día de ensayo ¿Vas a ir ___?— me preguntó Alya mientras Marinette hablaba con Adrien, bueno, lo intentaba.

—No... no creo que vaya, tengo que adelantar algunas cosas, deberes, trabajos, ya sabes...— dije, sin mirarle a la cara. Estaba demasiado cansada como para que me apeteciera hablar o quedar si quiera. Lo único que me apetecía era tirarme en mi cama a escuchar música y quizas leer algún libro de fantasía que me hiciera escaparme a otro mundo durante algunas horas.

–Vaya, que pena, pero no pasa nada, ya habrá mas quedadas.— se giró hacía la chica de pelo azabache, que con las mejillas rojas como tomates miraba como Adrien hablaba con Nino con una sonrisa de atontada. —Niña, parece que has pasado el dia al sol sin crema solar, tienes el mismo color que el traje de Ladybug.

—Shhh calla— decía esta dandose la vuelta avergonzada poniéndose mas roja aún y tapandole la boca a su amiga. Luego, se dió cuenta de que yo estaba allí observandolo todo, y se puso mas roja, si es que eso era posible—Yo... es que...

—Tranquila, no hace falta que justifiques nada— le dije intentando calmarla para después despedirme de todos e irme a casa con mi primo. Pensaba que el viaje iba a volver a ser silencioso pero entonces Adrien habló:

—Entonces, ¿hoy no vienes al ensayo?— le dije que no, y estaba a punto de inventarme un porqué, pero al final, el era el único, a parte de mi tío, que sabía lo que me había pasado y lo de esta mañana, a si que no lo hice, y simplemente le dije que estaba cansada y no estaba de humor. El aceptó mi decisión y no dijo nada al respecto, pero que si en algún momento quería ir, que no me cortara. Asentí y seguí mirando por la ventana.

~

Para cuando me quise dar cuenta Adrien ya se había ido al ensayo, y con mi tío en casa, era como si estuviera yo sola. Probé a distraerme dibujando, leyendo o escuchando música, pero no tenía ganas de hacerlo. Quizás tendria que haber ido, pensé, pero ya qué. La última opción que me quedaba era hacer los deberes y trabajos que tenia pendientes, que aunque no era lo que mas me apetecía hacer en el mundo, en algún momento los tenía que hacer, y ya que estabamos no me importaba hacerlos. Quizás me ayudara a desconectar.

Me puse música, me senté en el escritorio y empecé por los deberes de matematicas.

~

Casa de los Couffaine*

Los dos hermanos estaban colocando las cosas, preparándose para el ensayo de la tarde. Luka estaba feliz, pues la música era su mayor pasión desde que era un crio, y poder haber conocido personas con las que compartirla, era lo mejor que le había pasado, aunque todavía no había conocido a alguien con una melodía que sonara bien junto a su melodía interior, pero tiempo al tiempo. Recordó a Marinette y su intento de relación, aunque no pudo ser. Él la quería pero ella no le quería de la misma manera a él. Le costó aceptarlo y superarla, pero después de un tiempo lo consiguió, y ahora era muy feliz junto sus amigos. No tenía muchos amigos en su escuela, pero tenía suficiente con los amigos de su hermana, que también los consideraba suyos. Además ahora había una chica nueva, la prima de Adrien, que le había creado curiosidad.

Y como si lo hubiera invocado Adrien llego junto a otra persona, pero no era la chica misteriosa, era Marinette, la chica de pelo azabache que ahora, era una de sus mejores amigas. Miró detras de sus amigos pero no había rastro de ___. Recordando lo que le había contado su hermana, decidió que era mejor idea no preguntarle sobre ella a Adrien.

Poco a poco los demás fueron llegando y ocupando la proa del barco. Cuando todos se asentaron y terminaron de conectar y probar los instrumentos, empezó el ensayo. Todo fue bastante bien, algunos fallos que corregir y añadir algunas cosas para que todo sonara mejor fueron las principales cosas que hicieron. Durante el primer y único descanso, Luka se dió cuenta que Adrien estaba extraño. No hablaba mucho y estaba como pensativo. Ademas, había fallado varias veces durante las canciones cuando normalmente era el que menos se confundía. Pero parecía que nadie más lo había notado, a si que quizás era él que se estaba haciendo paranoias.

Durante la segunda parte del ensayo Adrien seguía de la misma manera, a si que Luka, decidió que al final del ensayo le iba a preguntar a ver que le pasaba pues no soportaba ver a sus amigos sintiendose mal.

Cuando finalmente el ensayo acabó y Adrien estaba guardando el teclado, Luka se acercó a el.

—Adrien...— dijo y este levanto la vista con una sonrisa y un "Hola" —No tienes que fingir delante de mí. Te he notado extraño durante el ensayo y quería preguntarle haber si todo estaba bien— seguió con una sonrisa tranquilizadora.

—Tienes razón, en verdad... —Adrien miró a los lados asegurándose que nadie estaba prestando atención a su conversación y al ver que era así, decidió contarle la verdad a Luka— Eres de mis mejores amigos, siempre estas dispuesto a ayudar a los demás... Lo que pasa es que estoy preocupado por mi prima. Ella...— El rubio se pensó dos veces si decirselo pero al final, la sonrisa amable del otro acabó convenciéndole. —Ella perdió a sus padres hace una semana...— mierda, pensó Luka —y aunque ella me diga que esta bien, no la creo. Se lo que se siente perder a un familiar muy cercano, pero no a dos, y además ella no quiere hablar sobre el tema y no se como ayudarla. Yo...— Luka apoyó su mano sobre el hombro de su amigo.

—Es normal que estes preocupado y siento que también es normal que ella no quiera hablar sobre el tema contigo, quizás piensa que te va a molestar. Quizás sería mejor que otra persona intentara hablar con ella— dijo el peliazul.

—Pero, ¿Quién? No tiene amigos y...— Adrien miró a Luka y se le ocurrió una idea que no parecía la más adecuada pero no se le ocurría otra cosa —Luka, se que es mucho pedir pero es que se que puedo confiar en ti, ¿quieres intentarlo?

—Pues claro, sabes que siempre estoy dispuesto a ayudar, y más si puedo intentar hacer a alguien feliz— Dijo y Adrien le sonrió.

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Casa de los Agreste*

La noche había caido y yo por fin acabé los deberes y trabajos que tenía pendientes por acabar. Me había tenido que meter las pilas ya que iba un poco atrasada respecto a mis compañeros pero al menos no hacía mucho que el curso había empezado. Hacer los deberes también me había ayudado a distraerme aunque al principio me hubiera costado.

Me estiré y guardé todo en su sitio antes de agarrar mi telefono y tirarme en el sofa que tenía en mi habitación, y buscar alguna serie que empezar o pelicula que ver. Pero al final terminé mirando información en una web llamada "El ladyblog" sobre los superhéroes de París, Ladybug y Chat Noir. En lo que llevaba en París no había habido ninguna acumatización, mejor así, no necesitaba más problemas ahora mismo. Pero fue interesante investigar sobre ellos, como también sobre los demás superheroes, como Rena, Caparazón o Viperion.

Cuando estaba a punto de dejar el movil y ponerme a leer un libro, este vibró en mi mano. Mire la pantalla y me pregunté quién podría mandarme un mensaje pues era un número desconocido y lo único que ponía era: "hola ;)". Entré en la conversación para preguntarle al desconocido o desconocida quién era, y vi que estaba escribiendo. Espere unos segundos antes de recibír un nuevo mensaje:

"Soy Luka, el chico de la guitarra :b"

El azul de sus ojos - Luka Couffaine x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora