Cap.15 ~ Hablar

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Sabía con certeza que dentro de poco todo se iba a ir a la mierda.

Había intentado guardar mi secreto en una burbuja que ahora amenazaba con explotar, y no sabía como evitarlo.

Mi primo ya me lo había advertido y yo había hecho caso omiso. Ahora estaba pagando las consecuencias. Tirada en mi cama, con mis cascos y la música a todo volumen, intentaba dejar de pensar en lo que era inevitable que sucediera.

Había llegado diciembre, y con ello el invierno. Esa misma mañana había terminado con los exámenes finales del trimestre, y ya solo quedaba una semana y media para las vacaciones de navidad. Era mi primera tarde libre después de haber estado estudiando durante dos semanas, en mi habitación y alguna que otra vez en la biblioteca junto a mis amigas, las mismas que antes de salir del colegio me habían propuesto ir a dar una vuelta, y ver el gran árbol de navidad que ya habían empezado a montar en el parque. Yo me había negado, alegando que estaba muy cansada y que tenía cosas que hacer. Lo primero cierto y lo segundo, no tanto. No tenía ninguna intención de celebrar las navidades de ese año, porque por mucho que durante mi vida hubieran sido una de las fechas más importantes para mí, los recuerdos que venían con la festividad eran unos que quería dejar en el pasado y no recordarlos, no sí ya venían solos la mayoría de las noches desde hacía cuatro semanas, desde la única noche en la que alguien estuvo conmigo cuando lloré.

Y ahora ese alguien me enviaba mensajes que yo leía solo cuando llegaba la noche para poder excusarme de que me tenía que ir a la cama y no seguir hablando. Ese alguien que también apareció más frecuentemente en la entrada de la escuela, haciendo que yo esperara hasta que se fuera junto a su hermana para poder salir. Y como no, ese alguien había estado hablando con mi primo el cual justo interrumpió en la habitación sin llamar a la puerta mientras yo le daba vueltas a todo y a nada en concreto.

—Hemos vuelto a hablar, estaba en la entrada del colegio. —Me informó Adrien acercándose a mí.

—Pues me alegro. —contesté yo. No necesitaba información extra para saber de quién estaba hablando. Llevé mi mano a los cascos con la intención de volver a ponérmelos, pero la mano de Adrien en mi muñeca me frenó.

—Pues yo no. No me ha saludado ni preguntado a ver que tal estoy como suele hacer, ha ido directamente al grano, y adivina que ha dicho.

—Sorpréndeme.

Estaba intentando sonar lo más indiferente posible aunque en el fondo quería llorar, porque me dolía que estuviera así por mi culpa. Y por esa misma razón era por la que estaba intentando alejarme de él.

—Me ha contado lo que pasó hace cuatro semanas, —Mi cuerpo se tenso ante sus palabras— y que le has estado ignorando desde entonces.– No contesté ni tampoco lo miré—. Mira, ya se que es difícil hablar del tema, pero ya estas estirando el problema demasiado. Y como sigas así voy a ser yo quien se lo cuente a Luka.—Me giré a verlo con un movimiento brusco.

—Se lo voy a contar yo cuando este preparada. —dije haciendo énfasis en que iba ser yo la persona que se lo contara, no él.

—Se por experiencia propia que nunca vas a estar lista y después de haberlo contado cien veces vas a seguir sin estarlo. Lo que te pido es que al menos le expliques algo, no hace falta que sea todo, simplemente da señales de vida, dile como te sientes. No solo por él, si no también por ti.

Me lo pensé durante unos segundos manteniendo mis ojos en los de Adrien. No quería seguir hablando sobre el tema, no quería hablar sobre Luka. La tentación de agarrar el movil, marcar su numero que ya me había aprendido de tantas veces que me había quedado viéndolo decidiéndome si le llamaba o no, si le contaba todo o nada, y hablar con él como lo habíamos estado haciendo antes era inmensa. Pero sabía que era imposible si el seguía pensando en lo que me había pasado durante aquella noche. Suspiré y asentí con lentitud.

El azul de sus ojos - Luka Couffaine x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora