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Actualidad.

—No mames, ¿Tan duro te dio? —me dijo Gaby por la llamada

—Si, casi me parte en dos. —dije riendo— Te tengo que colgar, no debe de tardar en llegar.

—Chao nene, disfruta de tu sugar. —dijo haciéndome reír

Colgué y volví a guardar el teléfono donde lo había encontrado, justo la puerta se abrió y Christopher me miró mientras dejaba el celular con una sonrisita.

—Me aburría. —dije haciendo puchero

—No pensé que tardara tanto, lo siento. —se me acercó y me besó— Vístete que vamos a bajar a cenar.

Asentí y fui a vestirme y maquillarme. Me puse un bonito vestido blanco de tirantes, salí y Chris ya estaba listo.

Tomé mi cartera y entonces bajamos a cenar, me quedé paralizada en cuánto vió a Patrick acompañado de una morena.

—¡Pack! —lo abracé con fuerza— Han pasado tantos años.

—Cora, estás hermosa. —me dijo sonriendo— Ella es Alexa, mi esposa. —me la presentó y le estreché la mano

—Es un placer, Cora James. —me presenté sonriendo

Los cuatro nos sentamos en la mesa y Patrick me contó que tenía una hija llamada Abby cosa que me dejó impactada.

—Me contaron que estás estudiando psicología y por fin te adentraste al mundo de la moda. —dijo Patrick bebiendo champagne

—Así es, en una semana empiezo la academia. —sonreí con emoción

—¿Cuánto llevan de novios? —preguntó Patrick y lo miré mal

Ninguno de los dos dijo nada y Patrick negó lentamente.

—Ocho años y todavía no formalizan.

—Porque no queremos estar juntos. —le dije, sin saber si era verdad o mentira

—Exacto. —me apoyó Christopher

—Ya están muy grandecitos como para seguir con la tontería de amigos con derechos. —me regañó Patrick

—Patrick, no seas entrometido. —Le dijo Alexa haciéndome reír

Continuamos cenando hasta que se hicieron las once. Miré a Christopher y este me propuso ir a la discoteca.

—¿No estás muy mayor ya? —me burlé

—¿Quieres ir o no? —me preguntó y asentí

—Nosotros nos vamos ya, nos veremos en Londres. —se despidió Patrick y su esposa

Nos dirigimos a la discoteca que estaba totalmente llena, por supuesto que Christopher tenía su zona VIP así que fuimos a esta, al llegar él se sentó en el sofá y me senté sobre él, el camarero nos trajo los martinis que bebimos de un sorbo.

—Extrañaba este ambiente. —le dije moviendo mis hombros al ritmo de la música

—¿Vamos a bailar? —me dijo cuando la bachata inundó la sala

Me puse de pie y él me llevó a la pista, “Darte un beso” sonaba por todas partes y mi cuerpo se adaptó rápido a la música, a Christopher jamás le había costado seguirme el paso en el baile y eso era algo que yo amaba, cuando ambos bailábamos era como conectar en el espacio, solo éramos él y yo.

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𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora