Le había comentado a Frederick sobre mi sueño de ser modelo, claramente le dije que mis padres no sabían y él me dijo que estaba dispuesto a apoyarme, oficialmente éramos novios y pronto nos casaríamos, mamá había insistido que eso ayudaría mucho a mi imagen y además Fred podría ayudar a papá con unos cuántos negocios, no pude negarme.
—¿Te gusta? —le pregunté a Fred
Acarició mi cintura y me besó, un beso suave y deseoso.
—Te ves espectacular.
—Gracias, ¿Estás seguro que no quieres venir?
—Estaré ocupado con tu padre hoy, ve y disfruta. —me dijo y asentí saliendo de casa
Alcé el vestido en cuánto salí y todas las miradas se centraron en mi, el auto de Gabriel ya estaba abajo así que subí con él.
—¡Cora! —me saludó— Te ves espectacular. No sabes el susto que me di cuenta me comentaron de lo que te pasó, ¿Ya estás mejor?
—Si, solo fue un desmayo sin importancia. —lo abracé— ¿Voy bien para la ocasión?
—Querida, vas a deslumbrar a miles de personas hoy. Te quería comentar que contacté con la embajadora de Victoria Secret.
—¿Ah, si? —dije cruzándome de piernas
—Está muy interesada en ti, le mandé tu currículum y eso, dice que te quiere conocer hoy. Y vas vestida perfectamente para deslumbrar.
—¿En serio? ¡Gracias, Gabriel! —dije emocionada
Llegamos al lugar y entré de su brazo, no me sorprendió cuando todos me miraron boquiabiertos y los reporteros sacaron fotos cómo locos.
—¿Cora James? —se me acercó un hombre— La embajadora la espera.
—Te veo después, preciosa. —se despidió Gabriel
El hombre me guío a otra zona del gran salón, la castaña estaba rodeada de un círculo de personas, este se abrió y la mujer caminó hacia mi con suma elegancia.
—Jamás había visto un ángel literalmente. —dijo dando vueltas a mi alrededor— Cora James… —saboreó mi nombre— Eres realmente hermosa.
—Gracias…
—Tatiana, Tatiana Aquila. —me dijo estrechando mi mano— ¿Vives aquí?
—Sí, pero soy de Phoenix.
—Me gustaría que trabajaras para mí, ¿Qué dices?
—¿Así sin más? —pregunté
—No sé si eres consciente de tu belleza, Cora, pero una mujer así no se ve todos los días. ¿Aceptas o no?
—Por supuesto que sí. —dije sonriendo
—Bienvenida al mundo de Victoria Secret.
(…)
La gala había dejado de ser elegante y llamativa, ahora había gente bailando todo tipo de música en el centro del salón, no me apetecía bailar así que estaba sentada con un grupo que me había llamado.
—¿Eres soltera? —me preguntó Deivy, quién era un modelo dominicano
—Comprometida. —le enseñé el anillo sonriendo
—Una lástima, mujeres como tú no deberían casarse tan pronto. —me dijo negando
Me quedé callada unos segundos, aún estaba molesta con mis padres por hacerme esto pero entendía que ellos me amaban y querían lo mejor para mi, ¿No?
—¿Te llevo a casa, reina? —me preguntó Gabriel y asentí
Me llevó hasta casa y nos despedimos, me quedé en la puerta y saqué un cigarrillo, la gente que pasaba me miraba e incluso me sacaban fotos.
—¿Y si lo llamo? —susurré para mí misma
Saqué mi teléfono y busqué su número, “Mi rey”. Suspiré a nada de pulsar el botón de llamar, recordé ese día, el follándose a mi hermana, no le importó nada, no le importó lastimarme. Guardé nuevamente el teléfono al borde del llanto, sequé las lágrimas y sonreí entrando en casa.
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