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Cora James.

Llegué a casa después de tomar un vuelo, en cuánto entré por la puerta Rachel estaba sentada bebiendo vino con sus amigas.

—¿Cora? —me miró preocupada, sonreí y la abracé

—¡Volví! —saludé a las chicas— Gaby tuvo que irse a trabajar antes de tiempo. —le dije, ella claramente no me creía— Voy a dormir un rato.

No esperé respuesta y me encerré en la habitación, recosté mi espalda en la puerta y me dejé caer, el llanto me tomó desprevenidas y por más que traté no pude contenerme, me abracé a mi misma recordando sus ojos mirándome, sus palabras “Entonces vete” “¿De dónde sacaste esos putos ojos?” “La C de Christopher, porque tú eres mía” “No quiero tener algo serio contigo

Callé mis sollozos con mi mano, sus palabras se sentían como mil cuchilladas a mi corazón, sus ojos… sus labios, sus brazos eran mi lugar favorito.

No iba a volver, ya no. Cómo pude me acerqué a la cama y me acosté en esta, miré el anillo y lo besé con los ojos cerrados.

—Cora. —Rachel entró

Cerré mis ojos y fingí estar dormida, ella se sentó a mi lado y acarició mi cabello.

—Conmigo no puedes fingir. —me dijo— Sé que no soy Emma o Sam, pero también soy tu hermana y puedes contar conmigo.

Me senté en la cama y ella miró mis ojos, tomó mis manos y cerré los ojos inhalando.

—Me enamoré… hace muchos años. —susurré— Y… —callé cuando el llanto me volvió a tomar— Yo lo amo, lo amo y lo necesito.

—Cori… —me abrazó y lloré en su hombro

—No quiero una vida sin él, no lo soportaría.

—¿Quién es?

—Eso no importa…

—Te traeré un té para que te relajes. —me dijo y asentí

Salió y justo mi teléfono sonó, observé el apodo en el teléfono “Mi rey”, colgué y me apresuré a bloquearlo de todas partes.

Rachel entró y puso una película, se acostó junto a mi y recosté mi cabeza en su hombro y bebí mi té, mis hermanas y yo siempre habíamos sido unidas porque habíamos crecido en una familia unida.

Mis ojos se cerraron poco a poco hasta quedarme dormida.

(…)

Abrí los ojos y noté que ya eran las siete, lo más probable es que Rachel ya se hubiera ido a su trabajo, la puerta se abrió o por esta entró Gaby quien se apresuró a abrazarme.

—Es lo mejor. —me dijo acariciando mi cabello— A noche me llamó y me preguntó por ti, le dije que no te había visto aún.

—No quiero que sepa nada de mi.

—Seguro que lo arreglan pronto. —me animó

—No, ya no. O es todo o nada, y él eligió nada. —dije, me puse de pie mirándome al espejo, mis ojos estaban hinchados y mi cara roja de tanto llorar

Me fui a dar una ducha mientras Gaby buscaba un oufit para darme. Salí ya más relajada y me dio un vestido blanco bastante largo y formal.

—Vamos a desayunar. —me dijo y asentí

Me hice un maquillaje rápido y sequé mi cabello, salimos de casa agarradas del brazo y fuimos a un restaurante cercano.

—Quiero que salgamos esta noche. —me dijo Gaby— Rachel dijo que saldría con su grupo y nos invitó.

—Mejor dicho que rogó para que no dejaras que me deprima. —murmuré bebiendo café

—Igualmente vamos a salir. —me dijo seria

—Está bien.

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𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora