𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨.

16

Semanas después.

Rachel había partido a una misión bastante peligrosa, mi familia ya había regresado a Phoenix así que yo estaba sola en casa.

—You said it was true love, but wouldn’t that be hard? You can’t love anyone, ‘cause that would mean you had a heart. I tried you help you out, now I know that I can’t. ‘Cause how you think’s the kind of thing I’ll never understand. —canté a todo pulmón saltando en mi cama— I’ve made some real big mistakes, but you make the worst one look fine, I should’ve known it was strange, you only come out at night, I used to think I was smart but you made me look so naive the way you sold me for parts as you sunk your teeth into me, oh bloodsucker, famefucker bleedin’ me dry, like a goddamn vampire. —grité hasta quedarme sin aire

—¿Cantas eso por mi?

El grito que pegué hizo que casi me desmayara.

—¡Joder! ¡¿Qué mierda haces aquí, puto imbécil?! —dije tocando mi pecho

—Vine a verte.

—Christopher, no puedes aparecer en mi casa así. Podría haber estado mi hermana.

—Pero está en su misión.

—¿Cómo lo sabes? —fruncí mi ceño

—Gaby me lo contó. —le restó importancia

Me bajé de la cama y caminé hasta la cocina, Lulú tenía sus días libres así que yo tenía que cocinar.

—¿Quieres algo de comer? —pregunté bastante tensa, su mirada me hacía sentir nerviosa

—A ti.

—Si vas a empezar mejor te vas. —dije sin mirarlo

Sentí su respiración tras de mi y me hice a un lado mirándolo. Me miró de arriba abajo y entonces recordé como iba vestida, llevaba un top deportivo y mis pantalones de pijama, mi pelo estaba recogido en una pinza y varios mechones caían.

—¿Tienes whisky? —preguntó

—Sí.

Saqué el hielo y le serví en un vaso, le ofrecí el whisky y empezó a beber sin quitarme la mirada de encima.

—¿Qué tal la agencia de modelaje?

—¡Genial! —dije sentándome en el mesón de la cocina— Soy la favorita de Gabriel y en el desfile voy a ser L’étoile.

—O sea que eres la más hermosa. —me dijo y asentí— No me sorprende.

—Todo es tan divertido, pensé que le caería mal a las demás por mi belleza pero ahí todas se apoyan entre todas. —dije con ilusión

—Me alegra que te esté yendo bien, bebé.

—No me digas así.

Rodó y los ojos y entonces recibió una llamada. La ignoró y siguió mirándome.

—¿Quieres ir a comer fuera?

—Christopher…

—Cora…

Me bajé del mesón y fui a mi habitación a prepararme.

(…)

Llegamos al restaurante el cuál se veía exageradamente lujoso.

—Es uno de los restaurantes de Sara. —me dijo

—¿Tu madre?

Asintió y llegamos a una mesa, nos sentamos y nos atendieron al segundo.

—Pide algo por mi. —le pedí

Los camareros se fueron y me tomé mi tiempo para analizar el lugar.

—¿Cuándo es la boda? —la pregunta me tomó por sorpresa

—Christopher, no tenemos por qué hablar de esto.

—Entonces cuéntame del hombre con el que estás.

—Su nombre es Frederick Course, es abogado y un millonario muy codiciado, nos conocimos en una discoteca y la cosa surgió.

—¿Cuándo formalizaron?

—Hace poco. —murmuré susurrando

—¿Lo amas?

—Ya no sigas. —pedí cerrando los ojos unos segundos

—Responde.

—¿Qué quieres que diga? ¿Qué lo amo como a ti? Porque tú y yo sabemos que no. —le dije mirándolo fijamente, a él no podía mentirle

—¿Entonces porqué estás con él?

—¡Porque tú no quieres nada serio conmigo! —me exasperé— Quiero darme la oportunidad de intentar algo con alguien más. —y no mentía

—¿Ya te hizo suya?

—No me jodas. —murmuré

—Cora, tú vas a volver a ser mía. Entiéndelo de una vez.

Me puse de pie y él también.

—Quédate con tu puto egocentrismo pero yo me largo.

Salí corriendo del lugar con tal de que no me siguiera, tomé el primer Uber que se me atravesó y fui a casa de Gaby.