Capítulo 12: Aléjate de ella.

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-¿Y si me pongo este?

Me miré frente al espejo admirando mi busto, la verdad es que pudiera ser un poco más voluptuoso pero la genética se habia encargado de lo contrario.

Nos encontrabamos en una de esas tiendas departamentales donde vendian lenceria, y no podia decidirme entre el sujetador de encaje negro o el azul bebé.

-Sami no me estás ayudando- Me queje.

Miraba mucho su celular y parecia estar mentalmente en otro lugar.

-¿Y de todas formas, para qué necesitas sujetadores?- Volvió en si, un poco ansiosa.

Me mordí el labio y me encogí de hombros con una sonrisa.

-No me digas que...-Empezó a decir con los ojos bien abiertos.

Entonces me sonrojé.

-Pues cómo crees...- Reí nerviosa.- Solo quiero estar preparada para cuando el momento llegue.

Frunció el ceño.

-¿Y estás segura que quieres tener ese momento con Shane?

Bufé.

-Pues si no es con él... ¿con quién más? la verdad me gusta mucho y quisiera que fuera con alguien a quien quiero.

Me analizó con la mirada y lanzó una risita.

-Lo quieres... pero no lo amas.

Volqué los ojos.

-¿Y qué es amar a alguien de todas maneras?- Susurré por lo bajo.

Me miré al espejo y ladeé el rostro.

-Debo irme- Dijo luego de un momento, cogió sus cosas con mucha prisa.

-¿A dónde vas?-  La miré extrañada.

-Eh... tengo que hacer unas cosas, nos vemos luego Mia- Apenas y se despidió con una sonrisa.- El negro te va bien.- Dijo refiriendose al sujetador.

-Pero Sami...- Iba a perseguirla cuando me percate que salia del vestidor con solo el sujetador, la chica que me habia atendido se cruzo de brazos impidiendome el paso.

Sonreí apenada y corri a quitarmelo.

Minutos después, salía de la tienda mesiendo de un lado a otro la bolsa en donde se encontraba mi nueva adquisición. Cuando de repente me tope con Mica, que se hallaba muy concentrada mirando el exhibidor de camisones de seda.

-¡Hola Mica!- Saludé.

Vi que se estremeció y me dedicó una sonrisa nerviosa.

-Mia, que gusto verte.

Miré los camisones con una sonrisa picara y ella negó desaforadamente.

-No es lo que piensas, solo las miraba.

Me encogí de hombros,

-Pues no soy quien para juzgar.

Finalmente salimos de la tienda y caminamos por el largo pasillo de tiendas.

-Entonces volviste a la escuela...-Quise romper el silencio.

Asintió.

-Formalmente empiezo el lunes, tendremos algún par de clases juntas- Sonrió.

-Oh vaya... pense que ibas un año adelantada, como Dylan...

Ni se inmutó cuando dije su nombre.

-Pues como deje la escuela, aun debo nivelar el año que perdi.- Suspiró.- Pero llegue a un acuerdo con los profesores, asi que estoy viendo clases de noche para graduarme este año.

Enemigo de la InfanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora