Bajista

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Tom tocaba el bajo y llegaba también a cantar en varios bazares.

Encontraba carteles de bazares donde podía inscribirse y tocar por unas horas, y después le pagarian.

De ahí es donde saca su dinero para comprar Smirnoff.

. . .

El norsk caminaba por la vereda, estaba lloviendo, llevaba su gorro puesto para no arruinar su peinado exotico que tanto le costó arreglar en la mañana luego de despertar todo despeinado.

El pronóstico del tiempo había avisado acerca de fuertes lluvias para la noche, lastima que Tord justamente salió en la noche para encontrarse con dos viejos amigos en un parque bastante lejano.

No tenía medio de transporte, Edd lo había llevado a ese parque, y como si el mundo lo odiara el automóvil se descompuso impidiendo que el artista pueda ir por él.

Y, aparte de no tener dinero disponible, le tocaba caminar más de 30 minutos a la casa, si no, pronto le iba a tocar soportar una tormenta. Fue mala idea gastarse sus últimas libras en invitarle unos helados a Paul y Patryck.

Intentaba buscar algún lugar donde pudiera pasar un poco de tiempo, tal vez ofrecerse para ayudar en algo y ver si le daban algo de dinero para al menos pagar un boleto de autobús.

Y ahí que cuando observó un bazar abierto las 24 horas, era uno mediano y llamaba la atención por sus carteles neón que decían "OPEN" en la entrada.

Rápidamente, el de cuernos abrió la puerta y entró, notando la atmósfera tranquila, los murmullos de la gente platicando en las mesas, y parecía que alguien estaba tocando en un pequeño escenario.

Could I have made it any clearer?

No le tomó importancia, se quedó parado a un lado de la puerta mirando a los meseros ir de ahí para allá con bebidas alcohólicas, esperando que uno se le acerque y pueda contarle de su situación actual.

Un mesero de cabello rubio se le acercó. –¿Gusta que lo guíe a una mesa, señor? – Preguntó con amabilidad.

Tord se le quedó mirando, y se quitó la capucha. –No, disculpe, yo venía a… –

It's love like a tongue in a nostril

Se interrumpió a sí mismo, la voz era conocida, el sonido que emitía ese bajo… Era conocido.

Love like an ache in the jaw

Quería ver quien era la persona que cantaba de esa manera, quería comprobar si es que no se equivocaba, necesitaba saciar esa duda.

You're the first day of spring

El mesero seguía esperando una respuesta, el noruego ya no miraba al chico rubio, ahora miraba hacia el escenario, y debido a su posición no podía lograr saber de quién era la figura.

with a septum piercing

–¿Señor? ¿Qué sucede? – El mesero intentaba llamar la atención del de rojo, sin saber lo que le sucedía.

Little Miss Sweet Dreams,
Tennesse

Sus ojos grises con un destello, su rostro demostrando una expresión curiosa y también admiración.

Le encantaría saber si sus sospechas eran ciertas, y, le encantaba poder presenciar una voz tan maravillosa cantar.

–Su nombre.

–¿Disculpe?

–El nombre del que está tocando. – Murmuró Tord, ahora volviendo su atención en visión al mesero.

–Oh. Es Thomas, o algo así. –

Sus sospechas eran ciertas.

–...Thomas – Pensar y pronunciar ese nombre le daba escalofríos. –Toca muy bien. –

No dijo nada más, el sonido del bajo poco a poco fue disminuyendo, ahora solo escuchando aplausos de los clientes del lugar.

. . .

Por fin llegó a casa, luego de ducharse y cambiarse de ropa por una más cómoda estaba en la cocina sirviéndose cereal, aun pensando en la escena que se presentó en el bazar.

De tanto pensar no noto como alguien mas entro a la casa, y justamente también a la cocina.

Era Tom, que miraba al Noruego poner leche de más en el plato con cereal.

–¿Commie? Se está tirando la leche. – Tom se acercó lo suficiente como para detener que el líquido se siga sirviendo y tirando. Fue ahí cuando el norsk salió de su trance, ahora mirando al de cuencas fijamente.

Abrió ligeramente su boca, y tartamudeo un poco. Ver el rostro del otro con el ceño fruncido, confundido por la actitud que tenía en ese momento.

–Cantas bien. – Dijo con rapidez

–¿Qué?

–Nada. – Se dio la vuelta al darse cuenta de lo que dijo, yéndose caminando a dónde sea que lo guíen sus piernas.

El bajista solo miro la actitud tan extraña que tomó su rival, no se llevó ni el plato de cereal con exceso de leche, solo suspiro, y decidió limpiar el desastre que hizo el otro.

Tabaco y Alcohol [TordTom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora