Tabaco y Alcohol [TordTom]

Mirarte más de cerca

El alcohólico caminaba desorientado por toda la casa, de la cocina a su cuarto, de su cuarto a la sala de estar, de ahí al baño a vomitar y luego empezaba con su recorrido.

Mientras tanto, el extranjero del hogar acababa de salir de su habitación, fastidiado por los ruidos de los pasos y como las puertas se cerraban con fuerza. Interrumpiendo su magnífico sueño; que no era más que el teniendo una colección de todos sus mangas.

En un largo suspiro se sentó en el sofá, con una bolsa de papas fritas a su lado abierta y apenas con menos de la mitad de la bolsa, solo sería una pequeña botana nocturna, nada del otro mundo.

Se escuchó el sonido de la puerta del cuarto de Tom abrirse, indicando que ahora se dirigiria a la sala de estar.

Cuando los pasos se escucharon tras del norsk se tensó el ambiente, eso fue al parecer de Tord, pues el de cuencas estaba muy desorientado como para darse cuenta de la presencia del extranjero.

Fue hasta que se pasó al sofá, arrastrando sus pies que solo cubrían de unas calcetas. Sus cuencas se fijaron en el rostro del de cuernitos, que comía con pequeña alegría las frituras.

- Que… ¿Qué haces aquí? - arrastrando sus palabras ladeo la cabeza, con cierta curiosidad y duda.

Rodó los ojos. - Nada. Solo fui despertado ya que se te ocurre dar vueltas por todo el maldito lugar. - metió otra papita a su boca, masticando.

Fruncio su ceño, gruño en lo bajo sintiendose ligeramente ofendido, aunque bien el norsk tenia razon el no lo admitiría.

- Callate… No soy tan ruidoso. - se cruzó de brazos, sus movimientos flácidos y flojos, intentando mantener el equilibrio, por algo se estaba moviendo y no se quedaba parado en un punto fijo.

- Lo eres.

- No.

Tord bufo, cerró la bolsa de papas y le dio una última mirada al de cuencas, antes de levantarse y pasarlo de largo. Chocando sus hombros intencionalmente solo para dejar caer a Thomas.

¿Lo logró? No, pues logró sujetarse del sofá.

Sus dientes apretados, camino tras el noruego, tomándolo del cuello trasero de su playera, jalandolo hacia atrás atrayendolo a el.

- ¡Hey! - intento safarse, pero fue en vano, ahora estaba cara a cara con su roomie.

Con su ceño fruncido y siendo sujetado del cuello, con el olor a vodka en su nariz le dieron ganas de vomitar.

- Commie... - susurro, su aliento caliente cubriendo el rostro del comunista.

- Jehová, sueltame. - con sus manos sobre los hombros contrarios lo quizo empujar, pero solo provoco que quedaran mas cerca, por cortesía del britanico.

Murmuró algo en su idioma natal enojado, ahora solo descansando sus manos sobre los hombros de Tom, se miraban al rostro.

El ceño fruncido de Tom paso a solo alzat una ceja.

- ¿Tienes... pecas? - con su mano libre señalo una de las mejillas de Tord, cual estaba cubierta de pequeñas pecas, que se extendian hasta el puente de su nariz y su otra mejilla.

Se preguntó cómo es que Tom apenas notaba eso. - Eh. ¿Si...? ¿En serio apenas te das cuenta de eso?

Asintió un poco, ahora, aun que no se note, sus cuencas estaban fijas sobre las mejillas y nariz del noruego.

Tord pensó que era solo esperar a que se aburra de verle la cara, de tantas discusiones que tenían, hasta ahora era que el alcoholico parecía notar sus pecas.

- No... No sabía.

- No te tomas el tiempo de conocer al menos mi rostro.

Bajo la mirada, su agarre en el cuello del fumador se ablando, hasta solo quedar con la yemas de sus dedos sobre la tela.

- ¿Por qué nunca me dijiste que tenías pecas?

- ¿Acaso es importante?

- Para mi si. - hizo una pausa. - ¿Tienes más?

- No entiendo por que te importa, pero si, tengo más.

Algo curioso, y con su mente mas relajada pero aun afectada por el alcohol, quizo saber donde quedaban las demas pecas que tenía.

Como un perro curioso, le pidio amablemente que le mostrara donde quedaban las demás.

Y sin opción de decir algo, no se pudo negar ante la petición.

[. . .]

El británico se sentaba a un lado del norsk, que tenía su brazo extendido, la manga de su camiseta para dormir enrrollada hacia arriba, dejando al descubierto la parte que cubría la camisa de su brazo.

Tom ya llevaba contados 3 lunares, uno en el hombro, otro por detras de la oreja y ahora uno en el brazo.

- ¿Tienes más lunares?

- Uno en el pecho, si.

- Dejame verlo.

- ¿Qué? No... - hizo una mueca de extrañes, cubriendo lo que debia de cubrir la camiseta con su manga.

- Por favor.

- ¿Por qué quieres...? Ugh... - suspiro, y bajo su brazo. - Esta bien... -

Se colocó de frente al borracho, con sus manos sobre los bordes de la playera la subio y se la quitó. No era incomodo. Después de todo los 4 conocian al menos sus tordos al tenerlos descubiertos cada vez que iban a la playa.

El británico empezo a inspeccionar con la mirada. Un lunar justamente en el pecho, centímetros abajo del cuello, pero llegando al pecho.

- También tienes pocas pecas ahí.

- ¿Ah?... Oh, si. Mi madre tenía varias pecas en su cuerpo, supongo que las herede de ella...

- Es bonito. - eso dejo al noruego con sus mejillas un poco rojas, avergonzado.

- Gracias, supongo. - susurró lo ultimo.

Se quedaron en silencio.

- Oye, Thomas. - con la mirada baja le hablo al de cuencas, pero no tuvo respuesta. - ¿Tom? - al subir la mirada se topo con las cuencas cerradas, y el cuerpo inclinandose más a el, hasta que en un momento el mentón del otro presente se puso sobre su hombro.

En un reflejo alzo sus manos, que se pusieron a los costados del torso contrario, reposando ahi. Carajo.

- Hva manglet... - gruñó, pero no le quedo de otra que acomodar al pelopiña sobre el, dandole una posición un poco más comoda.

No le fastidiaba que Tom este dormido sobre el, le fastidiaba no tener algo con que cubrir su cuerpo.

Sus brazos se pusieron alrededor del torso del de cuencas, intentando cubrirse lo más que podría con su cuerpo. Tal vez su roomie funcionaría como una buena manta.

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hola, m gusta pensar que tord tiene pecas y que a tom le gustan mucho como combinan con su piel y la hace ver mas linda :3