Te adoré

210 23 0
                                    

El sentimiento de extrañar no era tan común en alguien como Tord

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sentimiento de extrañar no era tan común en alguien como Tord.

Para Tom, el sentimiento de extrañar era algo que repudiar.

Las contrapartes no se llevaban tan bien, su amistad era distante y únicamente hablaban si es que estaban solos, sin embargo, podían pasar buenos momentos si es que tenían el interes de querer socializar el uno con el otro.

Luego de los eventos tan horririzantes como los del robot, paso de una pequeña amistad a odio mutuo.

Todos odiaban ya al noruego, por sus actos y como los había usado. Aquello, ocasiono el repudio del noruego al britanico.

Sin embargo, a sus palabras decía cuánto odiaba a sus ex amigos, como no les volvería a hablar nunca más, y como apenas tenga la oportunidad los manupularia. El era un hombre ya, un adulto que podía manejar sus sentimientos.

Aun así, aun que fuera un adulto no quitaba que los sentimientos no cambiaban, no podian ser controlados por mas que uno quiera, siguen ahí.

Noches de llanto por nada, mirar su brazo robotico por minutos pensando en otra vida, imágenes en cuadros de los 4 felices, entre más.

Su mente bloqueo muchas cosas.

Y la de Thomas también.

Odiar algo hace que te olvides de los buenos momentos que tuviste con aquella cosa o persona, y eso hace que no veas que tan feliz estabas con aquello cuando lo tenías, pero ahora que lo odias, no puedes pensar en algo más que repudiarlo.

En una noche por la armada, el lider sentado en su oficina, frente al escritorio como todas las noches terminando de firmar algunos papeles, los pensamientos lo invadieron.

Pensó un poco en su amistad con cierto británico, no había día que no haya pensado en él desde el accidente.

Dejo caer el bolígrafo sobre el escritorio, suspiro pesadamente haciendo el papeleo a un lado en busca de la taza de cafe en su escritorio.

Apenas y el olor domino su sentido, el agarre se hizo fuerte.

- ¿Quieres algo de cafe? - pregunto cierta voz, atrayendo a los ojos plata de Tord.

- Sabes que prefiero el té. - murmuro ligeramente, jugando con el tenedor en la mesa. - No me gusta mucho el café.

- No hace mal que lo pruebes. - con dos tazas se sento frente al noruego, ofreciéndole una taza.

A mala gana la agarro, dandole un sorbo con cuidado de no quemar su lengua, no estaba tan mal. Extrañamente, estaba bien, el azucar no se sobrepasaba como para sentir la azucar sin disolverse en su lengua, y la leche le daba un toque especial.

Le dio otro sorbo, sorprendido por lo bueno que estaba.

- ¿Y bien? - preguntó el británico, mirando al noruego.

Tabaco y Alcohol [TordTom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora