Carta

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Eran las 11 de la noche, había comenzado a llover en aquella ciudad, en una pequeña casa de 2 pisos habitaban 4 personas, específicamente jóvenes. Las luces estaban apagadas excepto una sobresaliente de la cocina de aquél lugar.

Un joven de ojos negros y su pijama (la cual no era más que una playera algo desgastada y unos pantalones cómodos) estaba lavando los platos, no podía dormir y hace rato comió algunos cereales que encontró por el lugar, intentaba no hacer mucho ruido, pues los demás estaban dormidos.

Cerro la manija del agua mientras las sacudía un poco salpicando hacía los lados, agarro una pequeña toalla que usaban para secarse las manos despues de usar el lavabo, mientras se secaba las manos volteo por completo su cuerpo mientras se concentraba más en sus manos que su alrededor.

Al terminar de secar sus manos dejo la toalla en la barra, subió un poco su cabeza viendo que la puerta del refrigerador estaba abierta, se le hizo raro pues pensaba que los otros permanecían dormidos, hasta que se cerro la puerto observo quien era.

La piel pálida tal como la de un cadáver y un peinado de cuernos algo despeinado, temía encontrarse con esa figura durante su recorrido por la cocina.

El otro al parecer noto una mirada sobre el, volteó la mirada hacía el ojinegro mientras cerro de golpe la puerta del refrigerador alertando un poco al británico. Los dos quedaron en una pelea de miradas, pues no pestañeaban o hacían algún movimiento que no sea respirar.

—¿Qué haces?

Pregunto el ojinegro.

—Agarrar algo del refrigerador, como una persona normal

Dijo mientras con su mano derecha alzaba un poco el vaso de jugó que había agarrado.

—De hecho, ¿Qué haces tú aquí?

Pregunto, pues observo como el otro estaba en el lavabo.

—No puedo dormir.

No tenía opción más que contarle la verdad, después de todo no quería ocasionar una pelea muy noche y despertar a Edd o Matt.

—Ah, y tu forma de dormir es… ¿Lavar los platos?

Rio un poco, dejo el vaso de jugó en la mesa que había al centro de la cocina pues su mano empezaba a enfriarse un poco.

—Supongo, no lo hago siempre.

—Bien, entonces ¿Cuál es la razón de que no puedas dormir?

El noruego se encogió de hombros, eso intrigo al británico, pues el otro no se preocupaba nada por el otro o le interesaba un mínimo, tal vez solo hace eso por que es de noche.

—La lluvia no me agrada a la hora de dormir.

Dijo mientras veía de reojo a la ventana que había en la cocina, se observaban las gotas de lluvia caer sobre la ventana ocasionando un ruido molesto para el ojinegro.

—Pues yo suelo dormir mejor con la lluvia.

—Si, tú, no veo por que compararlo. Después de todo no somos iguales.

Reprochó Tom, se cruzó de brazos mientras soltaba un bostezó cansado, al fin el sueño volvió a su cuerpo.

—Aun así, yo creó que tenemos algo igual.

—Que idiota.

Dijo molesto el ojinegro, camino para salir de la cocina en dirección a las escaleras y de allí a su habitación.

La mirada del nordico estaba sobre su espalda, le dio un escalofrío por esto mismo, pues era incómodo. Subió las escaleras de manera rápida casi cayéndose, no escuchaba los pasos del otro, eso lo tranquilizó.

Abrió la puerta de su cuarto con nada de cuidado y la cerro de la misma forma, aún así no logro despertar a ninguno de los otro 2 o quitarle el sueño.

Le puso llave a la puerta mientras iba a su cama, se recostó en esta misma dando un suspiro, miró al techo mientras colocaba su mano en su pecho. Le parecía estúpido lo que dijo el otro, el no tenía igualdades con el o algo así, eran diferentes.


[. . .]
Sintió una pequeña luz en sus ojos.

El rayo de sol lo hizo despertar de manera perezosa, se levanto con los párpados caídos dando un bostezo, miró a sus lados y en ello a su puerta observando debajo de ella una hoja.

Eso lo cautivó, se paró de la cama mientras se ponía sus pantuflas e iba en dirección a la puerta, se agachó agarrando la hoja de dos dobleces mientras se levantaba del suelo, sin dudar la desdobló encontrando una escritura nostálgica.

Al terminar de leerlo mentalmente frunció el ceño, arrugó un poco la carta mientras la tiraba al suelo, abrió la puerta de golpe saliendo de la habitación molesto.

—¡TORD!

Grito, eso hizo que los otros 2 que estaban tomando el desayunó en la cocina se levanten de sus asientos mientras miraban como el británico iba a la puerta del nordico.

Al parecer la carta no era nada más que una burla por parte de Tord, eso hizo enojar al ojinegro.

“El parecido que tenemos es la lindura”

Aparte de eso más abajo decía algo más.

“Y si, te estoy llamando lindo, wink wink”

Una burla en la mañana del noruego, una mañana aburrida para Edd y Matt, algo repetitivo y fastidioso.





ლ⁠(⁠・⁠﹏⁠・⁠ლ⁠)

Un OS que tenía guardado del 2022, si esta algo raro es por eso... No he escrito tantos One Shots estos días ¡peeeeeroooooo! estoy haciendo avances con una historia, mientras mas pronto tenga clara la trama y sepa que no la abandonare, sera cuando la publique :D

 No he escrito tantos One Shots estos días ¡peeeeeroooooo! estoy haciendo avances con una historia, mientras mas pronto tenga clara la trama y sepa que no la abandonare, sera cuando la publique :D

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Tabaco y Alcohol [TordTom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora