Primer beso

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Alrededor de la escuela secundaria los jovenes deseaban experimentar nuevas cosas, tanto como tener una pareja, ir de fiesta en la noche, caminar con amigos a la escuela entre más.

Para Thomas no eran más que babosadas escuchar a Tord decir todo aquello; "¡Oh, cuanto deseo tener mi primer beso!" hablaba con un tono afectuoso, juntando sus manos y dando vueltas por toda la habitación.

Con su espalda encorvada y granos en la cara lo miraba sin interes alguno, suspiro y se quejo.

- ¡Cuanto quiero una novia! - balbuceaba como adolescente enamorada, tirandose a la cama a un lado de su amigo, sus brazos extendidos y mirando al techo.

- Faltan 20 minutos, debemos de ir llegando. - se puso de pie sacudiendo un poco su ropa, el torso de Tord inclinandose al frente.

- Es la casa de Matt, no esta lejos de aqui. - se alzo de hombros despreocupado. A Tom no le gustaba llegar tarde, así que nego y lo obligó a levantarse ahi mismo, escuchando quejas y berrinches de la pereza que sentía el de rojo.

Caminando fuera de la casa cerrandola con llave, fueron por la vereda por la calle, uno al lado del otro mientras el sol se posaba en la orilla de las casas, poco a poco tornando el cielo en un color oscuro posando a la luna en la cima de todo.

Algo que a Tom siempre le molesto fue que el tiempo sea tan escencial en las cosas. Aun que le gustaba llegar puntual le parecia absurdo cuando faltaban 5 minutos para salir de clase, ¿por qué no podía salir antes? después de todo la explicación se habia acabado y en esos 5 minutos podía hacer otras cosas importantes en su vida cotidiana.

Desvaneciendo sus pensamientos, estaba ahora frente a la puerta grande que daba entrada a una casa, lujosa y con luces parpadeando en el interior.

Abriendola sin cuidado alguno entro, la musica era alta y la gente platicaba alrededor del hogar, unos bailaban y otros solo bebian un poco del ponche en el lugar. Eran menores, ellos no se atrevían a beber alcohol, aún.

Con Tord algo agitado por la musica miro a los lados encontrando a una chica sola apoyada contra la pared, con una sonrisa en busca de enamorarla, se acerco sin decirle ni pío a Tom.

Por su parte el de cuencas lo miro de reojo, ahora parado en la entrada, camino lentamente hasta el segundo piso del hogar, donde la cosa era mas tranquila. En el cuarto de Matt estaria algo más tranquilo, y así era, ahora sentado en el escritorio de la habitación miraba su celular, esperando a que Tord acabe su coqueteo con la jovencita.

Era aburrido el ambiente ahi dentro pero era mas tedioso soportar el de afuera, prefería quedarse en silencio buscando memes en Twitter o Facebook.

Deslizando la pantalla miraba la hora frecuentemente, el sol se puso alrededor de las 7, y ahora eran casi las 9, la luna ya estaba en su maximo esplendor asomándose por las cortinas que cubrian la entrada al balcon de ese mismo cuarto.

Paso a sentarse en la cama, buscando comodidad entre las sabanas, era su amigo Matt, no le molestaría si se echaba una pequeña siesta en su cuarto.

Así que en unos pocos minutos bostezo, acomodando un poco su cabeza en las almohadas de gran calidad y cayendo en un sueño profundo por la comodidad que había en el ambiente.

Claro que toda siesta era interrumpida en algun momento, luego de pequeños golpecitos en su hombro por fin desperto, tallando sus cuencas hasta visualizar unos cuernitos característicos.

- ¿Tord?

- Ya son las 11, vámonos. - se escuchaba un poco desanimado, ah, tipico, a el nunca le daba bien coquetear.

Sus cuencas medio abiertas, parpadeando, había tenido una de las mejores siesta de su vida. Deseaba dormir más, ojala llegar a casa de una vez.

Se sento en la cama hasta despertarse por completo, el rostro de su amigo se veía decaido, como siempre después de hablar con chicas.

- ¿Y bien?

- Solo se que se llama Cassie. Y ahora me odia...

- ¿Que hiciste ahora? - pregunto cruzado de brazos.

- Nada... lo mismo de siempre.

suspiró. - Sabes que lo mismo de siempre no funciona nunca. - le levanto el menton con la mano, observando su rostro.

Estaba algo sudado tal vez por que bailo mucho, su frente estaba descubierta y sus mejillas rojas, sus ojos caidos y los labios entreabiertos. Era tan normal ahora verlo de esa forma.

Tom no era cariñoso con sus amigos. - ¿Como es que aun no obtienes tu primer beso? - ladeó la cabeza. Tord alzo los hombros.

- No lo sé... Siempre lo intento pero... - rasco un poco su nuca.

El primer beso no siempre era de manera romantica, podía significar un laso importante entre dos personas, pero no siempre era de amor ¿cierto? en la mente de Tom era así, y Tord se veía tan desesperado por obtener alguno.

Su mente seguia aun dormida, así que lo jalo ligeramente hasta que sus labios llegaron contra los otros. Fue suave y simplemente algo para ayudar al otro.

Sus mejillas se tornaron más rojas, sus pupilas comprimidas por la sorpresa, hasta que se separo y dejo caer sus parpados observando aun a Thomas, quien lo miraba, adormilado por el toque de labios.

Se quedaron en silencio. Pero Tord lo arruino.

- ¡Lo hubieras hecho con labial, idiota, asi le pude haber dicho a mi mamá que por fin bese a alguien! - se quejo, no diría que Tom lo beso, no no, pero mentir sobre alguna chica era mas estable.

Se quejo, pasando una mano por su rostro. - Agradece que alguien al menos te beso.

Tabaco y Alcohol [TordTom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora