Cap. 001

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—¿Qué haces aquí? — un sujeto de cabello blanco del cual cuál resaltaban dos orejas peluditas del mismo color con unas manchas negras le preguntó a JungKook en cuanto lo vio entrar a la oficina.

—Vine a trabajar. ¿Qué más haría aquí, Jackson? — respondió con obviedad.

—Te acabas de casar, deberías estar con tu esposo, tal vez no fue la mejor bod-

—Me tiene miedo— interrumpió.

—¿Qué?

—Tiene miedo de mí— reafirmó y apretó los puños para seguir su camino ignorando a su amigo que sólo soltó un suspiro y se alejó.

El dragón se quedó en su oficina, sentado detrás de su escritorio revisando archivos en su computadora o eso parecía. Estaba molesto y triste, se suponía que su día de boda debería ser feliz o al menos esperaba que su esposo no lo viera con miedo.

—¡Jeon JungKook! — una mujer entró a la oficina azotando la puerta.

—¿Qué sucede, madre? — preguntó sin levantar la vista.

—¿¡Qué carajos estás haciendo aquí!?

—Trabajando...

—¡Oh, eso sí que no! — se acercó al alfa y jaló una de sus orejas —¡Casi provocamos una guerra para conseguir a ese Omega y que al final tú lo abandones!

—Auch, Auch... — se quejaba.

—¡Irás con ese lindo Omega y te comportarás como un buen esposo!

—Pero es que él me tiene miedo, no qui-

—¡No me importan tus excusas, JungKook! — lo soltó de la oreja y fue a desconectar la computadora —¡Seguiste a ese chico por años porque es tu destinado y ahora que tienes la oportunidad de estar a su lado la estás echando a la basura!

—Madre- — escuchó a la mayor refunfuñar y maldecirlo para al final soltar un suspiro.

—Jackson te llevará a casa— lo tomó del brazo y lo hizo caminar como un niño regañado hasta el estacionamiento donde Jackson lo esperaba.

—Puedo ir a casa sólo, ir en auto es peligroso— murmuró, conocía el terreno en el que vivían.

—Pero te conocemos, sabemos que intentarás escapar. Sube al auto— al dragón no le quedó de otra más que entrar —NamJoon y Ji-ho se harán cargo de vigilar que no salgas de ahí.

Fue un camino bastante incómodo por el tipo de terreno en el que estaban hasta que llegaron al hogar de JungKook, bajo del automóvil después de agradecerle a su amigo y vio que en la entrada se encontraba el alfa conejo y el alfa guepardo. Entró a la casa y se encontró a Jimin justo donde lo había dejado, solamente que ahora estaba sentado en uno de los sillones, con la cabeza baja abrazando una alpaca de peluche y a su lado una maleta pequeña.

—Volví— avisó y el Omega lo miró.

—No salí, un chico vino a dejar mis cosas— explicó la presencia de la maleta.

—Lo sé— asintió y el lugar se quedó en un incómodo silencio que el mayor intento romper —¿Y qué te parece la casa?

—Es bonita— contestó Jimin mirando al rededor.

—Ahora que vivirás aquí puedes hacer los cambios que gustes para sentirte cómodo— el Omega asintió —¿Y la habitación? — él había decorado el lugar con algunos detalles que sabía que le gustaban a Min, como los peluches y hasta ya había un guardarropa lleno para él por eso es que le habían dicho que con una maleta era más que suficiente.

—Está bien — la realidad es que el omega llevaba todo el rato ahí sentado, cuando un chico se encargó de entregarle su maleta no se levantó, simplemente agradeció y espero a que se fuera para sacar su peluche favorito y abrazarlo.

JungKook sabía que Jimin no era así, llevaba años detrás de él y lo había visto interactuando y haciendo su vida normal, era alegre, no dejaba de hablar y le encantaba la comida y ahora lo tenía frente a él, triste y desanimado, abrazando con fuerza su peluche de alpaca. No lograba entender como Min seguía sin reconocerlo como su destinado cuando era tan claro para él, su alfa se lo decía y estaba seguro de ello.

—¿Por qué no dejaste tus cosas en la habitación? — notó como abrazó con más fuerza su peluche y dedujo por la acción y sus anteriores vagas respuestas lo que sucedía —Ni siquiera te has movido de aquí, ¿Verdad? — no recibió respuesta — Tomaré eso como un no— vio como con sus labios formaba un puchero que le pareció extremadamente adorable —Vamos, te daré un recorrido— tomó la maleta y comenzó a caminar —Por allá está la cocina, del otro lado el comedor— siguió señalando cada lugar hasta que llegaron a la habitación donde se encontraba una cama matrimonial, sobre ella había un peluche en forma de ballena al cual Min se acercó con curiosidad, mientras JungKook dejaba la maleta a un lado de un ropero.

—¿Qué lado prefieres de la cama? — preguntó el dragón de repente.

—El que sea— Min respondió sin dejar de ver el peluche sobre ella cama.

—Puedes tomarlo, es tuyo— mencionó al ver que no se atrevía a tocarlo.

—¿En serio? — preguntó emocionado y sin esperar respuesta lo levantó para abrazarlo, haciendo que el alfa sonriera.

—Aquí hay ropa, por allá hay otro baño— señaló una puerta —Y si necesitas algo puedes decirme e iremos a comprarlo.

—Gracias— colocó la ballena de nuevo sobre la cama y después puso a su alpaca de peluche sobre ella para que la montará.

—¿Te gustaría ir a dar una vuelta?, para que conozcas un poco el lugar.

—No tienes que fingir amabilidad, seguramente tú tampoco querías este matrimonio... — habló y JungKook sintió una presión en su corazón, él si quería ese matrimonio, aunque le hubiera gustado que fuera de otro modo —¿Por qué tú familia quería que me casará contigo?, no hay ningún beneficio significativo para los dragones con esto.

—Ustedes son agricultores, eso sirve para nosotros— mintió.

—Pero ustedes son carnívoros, los dragones estaban cazando a los de mi reino.

—De hecho, guardias de tu reino asesinaron a uno de los míos...

—¿Eh?

—¿No lo sabías?

—No, yo no sabía...

Su matrimonio no había sido planeado, su madre y su hermana se habían enterado de su enamoramiento y aprovecharon la situación para "ayudarlo", cuando él en realidad sentía que lo habían estancado.

Dragón EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora