Dragón Enamorado

Prólogo

Jimin, un lindo Omega cambia forma alpaca. El príncipe del reino más pacífico que existía, las alpacas tenían la fama de ser tan tranquilos y evitar los problemas a toda costa, ¿Cómo fue que llegaron al poder? En si nadie lo sabe con exactitud, pero estaban al tanto de que la familia los defendía de los depredadores. Los habitantes estaban felices con la familia real, ya que no se preocupaban por guerras o así era hasta que los dragones comenzaron a invadir su territorio y a devorar a los habitantes.

La familia real tuvo que actuar de inmediato y tener un acuerdo con la familia principal de los dragones. Jimin tuvo que ser entregado en matrimonio al príncipe de los dragones para que estos firmarán el tratado de paz. El príncipe Alfa Jeon JungKook, de tez morena, cabello negro azabache del cual resaltaban dos enormes cuernos rojos, unas alas del mismo color salían de su espalda, seguidas de su larga cola de dragón, también portaba unas largas garras negras y sus ojos rojos brillantes; la combinación perfecta para dar un aspecto atemorizante que ponía nervioso al príncipe Jimin que era todo lo contrario, su tez blanca como la nieve, cabello rubio del cual sobresalían unas pequeñas y peluditas orejitas, en la parte baja de espada se encontraba su tierna y esponjosa colita, además de que sus ojos azules le daban una apariencia adorable e inocente.

El día de la boda llegó, se celebró en el territorio de las alpacas dónde los invitados de honor fueron los dragones y fueron atendidos como se debía, todos estaban agradecidos con el noble sacrificio que la familia estaba haciendo, en especial con el príncipe que sería al que peor le iría. Al terminar la ceremonia de bodas, los dragones tomaron su forma de dragón y Jimin miró a su familia con duda, pero ellos tan sólo se encogieron de hombros. Los dragones vivían en las partes altas de las montañas, les era mucho más fácil llegar volando que a pie.

—Vámonos— su ahora esposo ordenó —Tendrás que montarte sobre mi lomo.

—Pero eso es peligroso... — murmuró.

—Ahora yo soy tu alfa y cuidaré de ti, así que nada te pasará— habló con un tono hostil antes de cambiar de forma dejando ver a un gran dragón negro con detalles rojos, este se recostó en el suelo y Jimin lo miró con miedo, nunca antes había estado tan cerca de una especie tan grande.

Miró a su familia que estaban igual que él: aterrorizados, si desde el principio no estaban de acuerdo con ese trato, ahora viendo a las grandes criaturas temían mucho más no volver a ver a su pequeño hijo.

JungKook soltó un gruñido y Jimin entendió, con cuidado subió al dragón e intento sostenerse de dónde fuera, todo el recorrido fue con los ojos cerrados, intentando ignorar que había grandes probabilidades de caer y morir.

—Creo que la alpaquita es bastante miedosa— escuchó una voz burlona —Ya puedes abrir los ojos... — un gruñido lo hizo callar. Jimin abrió sólo un ojo y miró su entorno, después abrió el otro ojo y siguió observando, pero se negaba a soltarse de dónde iba agarrado.

—Hay que ayudarlo a bajar— un chico de cabello negro amarrado con una pequeña coleta se aproximó al Omega y tomando su mano con cuidado lo ayudó a bajar del gran dragón — Soy NamJoon— se presentó.

—Si, si, luego le presento a todos— JungKook ya convertido en su versión "humana" interrumpió —Tengo cosas que hacer— tomó del brazo a Jimin y lo jaló con brusquedad para que comenzará a caminar junto a él.

Llegaron a una pequeña casa que se adaptaba a la forma de la montaña, ambos entraron.

—Desde ahora vivirás aquí conmigo— Jimin asintió —Y no podrás salir de aquí a menos que sea conmigo hasta que te marque como mi Omega— el rubio instintivamente llevó su mano a su cuello como si lo quisiera cubrir —Ahora somos esposos, es algo que debo hacer.

—Lo sé...

—Tengo que ir a atender algunos asuntos, quédate aquí.

—Pero-

—Puedes explorar y conocer tu nuevo hogar por el momento— salió de la casa dejando al Omega solo.

Miraba a su alrededor con miedo, pero también con curiosidad, quería ir a ver qué más había, pero era la casa del alfa y si rompía o hacia algo podría hacerlo enojar.

Se quedó sentado en uno de los sillones de la sala sólo esperando a que el tiempo pasara. Así no era como se imaginaba que sería el día de su boda, él se imaginaba una hermosa ceremonia que hubiera sido organizada por él y su amado, toda su familia y amigos invitados, la recepción sería en un hermoso lugar donde todos estarían invitados, la comida sería deliciosa y habría muchos postres. Esa era la boda que había imaginado tener junto a Jaehwan que fue su primer novio y él único que había tenido, tuvo que terminar su relación por el compromiso con el dragón.

Sin embargo, su boda había sido muy diferente a lo que planeaba, fue una ceremonia planeada de manera rápida, había sido en el jardín del castillo con sólo unos cuantos invitados, todo fue tan rápido y apenas ese mismo día había conocido a JungKook. Al terminar la ceremonia fue llevado al territorio de los dragones y dejado en una casa solo.

En definitiva, nunca se imaginó estar en esa situación.

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Grcias a la autora La_foca_escritora, por dejarme adaptar esta historia. <3