Cap. 024

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—Minnie, abre la puerta.

—¡No!

—Minnie, por favor— insistió, el dragón había vuelto ya después del atardecer a casa porque tuvo que resolver otros asuntos de su trabajo para poder tener más tiempo libre después y poder ayudar a su esposo a estudiar, pero al llegar a casa y dirigirse a su oficina se llevó la sorpresa de que en ese preciso momento Jimin le puso seguro a la puerta, lo supo al escuchar el "click".

No entendía la razón del porque el Omega se había encerrado en la oficina, pero creía que era porque encontró algo que lo distrajo y no acabo la parte de la guía que le había pedido.

Después de unos cuantos intentos más para convencerlo de abrir se rindió y fue a la habitación para de uno de los cajones sacar una tarjeta de acceso, así que regreso y la paso por el lector de la cerradura y lo dejo entrar, tenía esa tarjeta por si un día se le olvidaba su contraseña o algo, podía abrir cualquier puerta de la casa con ella.

—Jimin.

—¡Ah! — la alpaca soltó un grito y con su cuerpo cubrió la guía de estudio.

—¿Por qué cerraste con seguro?

—Es que todavía no termino— dijo con un puchero.

—¿Y por qué no?

—Porque no entendí algunas preguntas y estaba leyendo para poder responder.

—Déjame ver— Jimin le entregó la guía y JungKook revisó la hoja de respuestas dándose cuenta que solamente eran cinco, seguramente se las había saltado y dejó al último para poderlas contestar, pero le ganó el tiempo en lo que investigaba. Tomó la guía y busco las preguntas en ella, eran de matemáticas.

—Bien, te ayudaré a resolverlos y bajaremos a cenar, ¿Sí?

—Si— asintió y el dragón se acomodó a su lado para comenzar a explicarle los problemas que le faltaban por responder, le ayudo a resolver el primero.

—Ahora tu resuelve el siguiente, es bastante parecido.

—Está bien— tomó el lapicero y comenzó a resolverlo como le había explicado bajo la atenta mirada de él.

—Listo— anunció cuando acabo y su esposo reviso su trabajo.

—Muy bien~— le felicito y le explicó cómo resolver el resto que faltaba.

Al terminar bajaron al comedor donde la señora Bae ya había acomodado todo para la cena.

—Pobre de mí alpaquita— la beta acarició la mejilla de Jimin —Ese alfa malvado te encerró para estudiar.

—No soy malvado— el dragón se defendió —Solamente lo deje estudiando.

—¿Pero que no ves que es un bebé?, Necesita mucho amor y cariño— acariciaba el cabello rubio del príncipe —Coman, yo debo irme a casa— se despidió y se retiró.

—Al parecer eres el bebé del reino~

—¿Por qué lo dices?

—Todos los que te conocen dicen que pareces un adorable bebé.

—Soy un bebé, por eso no puedo tener bebés aún.

—Exacto, aún eres pequeño— concordó.

Al terminar de cenar ambos fueron a la sala y el mayor prendió la televisión, busco y colocó la novela que tanto le gustaba a su esposo.

—Te lo ganaste, resolviste la parte de la guía que te pedí.

—Pero aún no sé si la resolví bien...

—Yo lo revisaré después, en cuanto lo haga me podré dar cuenta en qué temas hay que estudiar más.

—¿Y si me equivoqué en todo?

—Eso es imposible, sé que eres bastante listo~— tomó asiento junto al omega —¿Qué te parece si entre más respuestas buenas tengas te doy un premio?

—¿Qué premios?

—Dulces, postres— se encogió de hombros —Lo que me pidas.

—Me esforzaré mucho entonces~.

El capítulo comenzó a reproducirse y Jimin lo veía con atención mientras que JungKook lo abrazaba por lo hombros e intentaba entender la historia así que hacía varias preguntas.

—Shh— Jimin le colocó su dedo índice sobre los labios del dragón para callarlo —Lo importante es que esos dos se quieren, pero él cree que ella fue la que mató a su hermano y lo quiere vengar y ella no sabe nada de eso— explicó rápidamente.

—Entiendo— asintió —¿Pero que tenían los broches o por qué-

—Cada una tenía un broche de diamante porque su abuela se los regalo, la buena lo cuidaba mucho y la mala se lo regaló al muerto.

Siguieron viendo aquella novela hasta que el sueño venció al Omega que se quedó dormido recargado en el hombro del alfa, él quería seguir viendo otro capítulo porque se había quedado intrigado, pero no quería seguir sin Jimin.

—Minnie...— lo movió suavemente, pero este sólo hizo un puchero y se quejó —Hora de ir a la cama— no hubo respuesta así que decidió cargarlo para llevarlo a la habitación y lo acomodó en la cama —Descansa— le dio un besito en la mejilla y salió de la habitación para dirigirse a su oficina y poder revisar la parte de la guía que Jimin había contestado, además de acomodar los libros sobre el escritorio.

Se sorprendió al ver que casi todas estaban bien, solamente parecía tener unos pocos problemas con matemáticas ya que en las hojas donde escribía las operaciones había bastante borrones y rayones, pero no parecía rendirse fácilmente.

Jimin era bastante listo, pero todavía faltaba que llegará a las otras materias, necesitaba saber en qué temas enfocarse al estudiar. Al terminar de revisar y corregir se puso a terminar con asuntos de su trabajo y no supo en qué momento despertó, solamente que cuando abrió los ojos tenía una manta sobre él y bajo su cabeza una pequeña almohada, al levantar la cabeza se encontró con el peluche favorito de su esposo como si lo estuviera cuidando.

—Es tan lindo~— habló con una sonrisa antes de enderezarse y salir de la oficina para irse a dormir al cuarto de invitados, prefería seguir durmiendo ahí y no hacer que Jimin se sintiera incómodo.

Dragón EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora